Jueves, 10 de marzo de 2011 | Hoy
MUSICA › DOS FESTIVALES TRAEN SONIDOS DEL MUNDO A BUENOS AIRES
Músicas del Sur, que comienza hoy en el Teatro 25 de Mayo, propone cruces entre artistas de Brasil, Uruguay y la Argentina. Y el Festival de Otoño paseará entre el Lawn Tennis y La Trastienda a Petrona Martínez, Pink Martini, Olodum y Kevin Johansen.
Por Karina Micheletto
Es la “música del mundo”, según la tramposa batea ya pasada de moda, que sin ningún empacho presenta como dada y aceptada la hegemonía desde la que se han dictado los límites sonoros del universo. ¿Cuál sería la música que no es “del mundo”, la extraterrestre?, se han preguntado algunos ofendidos. Otros han sabido valerse de los canales de producción y difusión de la etiqueta world music para abrir al mundo tradiciones, sonidos, estilos, colores, sabores, olores, con un fuerte sentido de pertenencia. Sobran los ejemplos de artistas que de otra manera no hubieran podido profesionalizarse o alcanzar la aceptación en el propio lugar de origen. Y en eso que tienen de diferente, de exótico, de indómito, de rústico o de folklórico, según los casos, han cimentado su fortaleza.
Y si Buenos Aires es una ciudad que se enorgullece de su condición de sibarita cultural, siempre abierta e interesada por el mundo, las músicas del (resto del) mundo tienen su plaza asegurada. Tanto, que se ha instaurado un festival consagrado explícitamente a estos sonidos, que ya va por su segunda edición. Es el llamado Festival de Otoño que, quizá por efecto de algún jet lag sonoro, este año se realiza exactamente antes de que comience la estación, del 13 al 19 de marzo, en el escenario montado en el Lawn Tennis Club y en La Trastienda (ver aparte). Y antes, desde hoy, otro festival abre las puertas a las músicas de un mundo más acotado, que se presenta como igualmente vasto e inabarcable. Se trata de Músicas del Sur, un encuentro que reúne músicas de Brasil, Uruguay y la Argentina, que también se realiza por segundo año consecutivo y que tiene como encanto extra el producir cruces ad hoc sobre el escenario, además de su carácter gratuito (ver aparte).
El Festival de Otoño se propone como “una pequeña muestra del mapa musical mundial” e invita al público “a descubrir otras culturas a través de su música, acercando las nuevas tendencias internacionales y vinculando a las diferentes tradiciones”. Desde esta invitación, el año pasado hizo sonar a artistas como Goran Bregovic y la portuguesa Mísia, además de auspiciar el cruce entre tango y flamenco que grabó Diego El Cigala en el Gran Rex. Esta vez, su programación recorre nuevas músicas de Perú, Colombia, Brasil, Francia, Italia, Estados Unidos, además de las participaciones argentinas.
La colombiana Petrona Martínez, una de las nuevas estrellas de lo que se sigue llamando world music, será una de las figuras destacadas de este festival. A los 72 años, sigue cantando al ritmo de tambores, gaitas, maracas; sigue trayendo danzas rituales y de Carnaval. Su ritmo distintivo es el de esos mántricos bullerengues, portadores de la fuerza afro del Caribe, pero también trae chalupas, puyas, fandangos y cumbias en su voz, y en lo que aprendió de su tía, y de su abuela y de su bisabuela, en su San Cayetano natal. Ya estuvo en Buenos Aires el año pasado, y en su show volverá a sonar acompañada por tambores de amarres, gaitas indígenas, coros y palmas de las “mujeres respondonas”, las coristas.
De Colombia también vendrá Puerto Candelaria, una agrupación que se presenta como creadora de ritmos como la “cumbia underground” y el “jazz a lo colombiano”. Lo nuevo del Perú estará representado por Novalima, una banda formada en 2001 que explora la fusión de la electrónica y la música afroperuana, sumando también algo de rock, reggae y house. Del Brasil, mientras tanto, sonarán los más instalados Olodum, el grupo de samba-reggae que ya es en sí mismo un sello musical de Salvador, con su “bloco afro”, fiel representante de la cultura bahiana allí donde se presente.
Los norteamericanos Pink Martini, también programados en este festival, traerán tanto de jazz como de lounge y reminiscencias de los musicales hollywoodenses de antaño, además de una corrección política suficiente para cantar su repertorio en varios idiomas, proponiéndose como “multiculturales”. La apertura de esta fecha estará a cargo de un local –aunque su azarozo y difundido nacimiento en Alaska no haga posible presentarlo como argentino–, Kevin Johansen, con su banda The Nada. De Israel está programado Ivri Lider, que dice representar a través de sus letras a “La Nueva Gente”, un nuevo tipo de generación. De Francia vendrá la cantante Berry, que mostrará su disco Mademoiselle, y Tryo, un trío que ya estuvo el año pasado en este festival, con fuerte influencia reggae. De Italia, el pianista y cantante Vinicio Caposella, con un repertorio que va de la música tradicional italiana al jazz y los sonidos latinos. La populosa Bomba del Tiempo será la encargada de dar la bienvenida en el escenario a los artistas extranjeros que se presenten en el Lawn Tennis, a puro ritmo.
En el caso de Músicas del Sur, los organizadores prefieren hablar, más que de un festival, de un encuentro. Es que, como ya se vio el año pasado en el escenario del bello Teatro 25 de Mayo, de Villa Urquiza –y también en experiencias similares como Expreso Porto Alegre en Buenos Aires, también concretado en 2010–, el planteo en escena supera al de la mera sucesión de artistas, para generar cruces artísticos verdaderamente novedosos. Además de estos conciertos gratuitos, el evento, organizado por el Centro Cultural San Martín, incluirá talleres y jornadas de intercambio de la que participarán músicos y productores de la región.
La producción está pensada también, y muy especialmente, para promover el cruce y las posibilidades de trabajo de los artistas de los países del Mercosur: “Los artistas vienen y se quedan muchos días en Buenos Aires, preparan algo con los músicos de acá, pero además conocen a muchos otros artistas, lugares donde se hace música, sellos, productores. Se llevan discos, contactos, experiencias de trabajo”, cuenta el músico Carlos Villalba, encargado de la producción de Músicas del Sur, un encuentro organizado por el Centro Cultural San Martín. “La idea es sembrar puertas abiertas tanto para los que vienen de afuera a Buenos Aires como para los argentinos que van a Brasil, por ejemplo.”
Las experiencias anteriores permitieron percibir no sólo las diferencias, también las coincidencias entre artistas que, si bien aún no están lanzados a nivel masivo –o no apuntan a hacerlo–, conforman un rico panorama de el declamado “Mercoson cultural”, del que habló alguna vez el brasileño Hermeto Pascoal. Este año se esperan encuentros similares, y en cada uno de los conciertos participarán dos formaciones artísticas de distintas nacionalidades, que ofrecerán cada una un set propio y se unirán en un final compartido.
Así, quienes vayan a ver hoy a Marcelo Pretto se llevarán una sorpresa: ocurre que esta suerte de Bobby McFerryn del Brasil no sólo utiliza su voz para plantarse sobre el escenario; también, y fundamentalmente, saca música de su cuerpo. Cantante autodidacta, actor y profesor de arte, es integrante destacado de Barbatuques, un grupo de referencia en Brasil en el uso del cuerpo para producir sonidos, y miembro fundador del grupo A Barca. La “percusión corporal” y también el uso de accesorios como la “arpita de nariz” forman parte de sus presentaciones. Como solista editó un DVD que cuenta con la participación especial de Santiago Vázquez –que estará en su concierto como invitado–, y esta será su primera presentación en la Argentina. Junto a él actuarán los hermanos Rudi y Niní Flores, con toda su tradición litoraleña. ¿Qué tienen en común? Habrá que animarse a escuchar.
El cantautor paulista Thiago Pethit –que viene con los honores de haber sido elogiado especialmente por Caetano Veloso– mostrará con su grupo una música que transita desde el vaudeville al indie pop. Fernanda Takai y John Ulloa-Pato Fu son los líderes y compositores de la banda Pato Fu y también llegan precedidos de sendos pergaminos: Takai actuó junto a Milton Nascimento, Hervert Vianna, Tom Zé, Titâs, Adriana Calcanhotto o Andy Summers; las canciones de Ulloa fueron interpretadas por Rita Lee y Anna Carolina, entre muchos otros.
La cantante Ná Ozzetti presentará su último trabajo, Balangandas, donde recrea el repertorio de samba de los años ’40 que se hizo célebre en Hollywood en esos años. Cida Moreira cantará los temas de su nuevo CD recién editado en Brasil; Wander Wildner, ex vocalista de Os Replicantes, solista desde 1996, referente obligado de la historia del rock en Brasil, presentará aquí su nuevo CD, Caminando y cantando, al frente de sus Comancheros; y Arthur de Faria & Fernando Pezao presentarán por primera vez en Buenos Aires su Dúo Deno. El cantautor y saxofonista Mauricio Pereira mostrará los temas de Mergulhar na Sorpresa, junto al pianista Daniel Szafran. Esa misma noche (la del sábado 19 de marzo), la inclasificable Carmen Baliero estrenará su musicalización de la Centésima del alma, un texto de Violeta Parra, una obra construida a partir del números y del verso numerado.
Alan Plachta presentará su inminente CD al frente de un seleccionado de músicos y cantantes de Uruguay y la Argentina, en versiones que resignifican distintos clásicos del repertorio rioplatense. Pablo Montiel presentará su segundo CD, El eje del mar, con la participación de Yusa. Carlos Villalba mostrará Nomeolvides, con invitados como Liliana Herrero y Alberto Muñoz. Y habrá más del mundo sonando en Buenos Aires, solos y en cruces que, probablemente, seguirán abriendo nuevos rumbos.
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