Ella lo presenta como “un experimento”. El es un poco más explícito: “El punto de partida era pensar el descenso a los infiernos del siglo XX. A lo que los totalitarismos matan”. Ella es Claudia Billourou, regista, escenógrafa, vestuarista y artista instaladora que vive un poco en Alemania y otro poco en la Argentina y que sorprendió con sus puestas en el Teatro Argentino de La Plata de las óperas Lucia di Lammermoor, de Gaetano Donizetti, y Ainadamar, de Osvaldo Golijov. El, Gustavo Basso, es uno de los máximos especialistas en acústica de este país, asesoró en el tema a varios grandes teatros, entre ellos el Colón, y además es violinista de la Orquesta Estable del Argentino. Y ambos, junto a la guionista Teresa Basile, son los creadores de Intermedio, una “ópera-performance” con variaciones sobre el Orfeo ed Euridice de Christoph Willibald Gluck, una instalación sonora y textos de Roberto Juarroz y Heiner Müller, que se estrenó ayer en el Tacec (el centro de experimentación de ese teatro) y que se pondrá nuevamente en escena hoy y este domingo a las 21.

“Surgió de una idea que tuvimos en el verano”, cuenta Billourou. “La fuimos desarrollando como una especie de performance, con escenas no necesariamente ligadas de manera lineal. Es como si fueran pequeños recortes de distintas situaciones alrededor de los desastres provocados por el ser humano. Y es allí donde aparecen dos personajes, el de Penélope, que espera, y el de Orfeo, que busca.” Para la composición y el diseño de sonido, música y acústica, Basso trabajó junto a Tata Laxague, con la asesoría de Martín Liut. Y en la obra intervienen el Coro del Consejo Profesional de Ciencias Económicas que dirige Guillermo Masi y cuenta como asistente de dirección a Marcos González. El espacio, vestuario y objetos escénicos son responsabilidad de Segundo Arregui, Paula Panfili, Betina Perrone, Agustina Martínez, María Verónica Nieto y Ana Kiefer. El video y las filmaciones son de Arturo Blas y Leandro Jasa, y las luces de Alfredo Núñez. Participan los contrabajistas Juan Elías y Matías Oliver, y Carolina Carrizo está a cargo del clave. Actúan el contratenor Flavio Oliver (que deslumbró en la versión de la ópera Giulio Cesare in Egitto, de Händel, presentada por el Argentino el año pasado), la soprano Sonia Stelman, Cuyén Biraben, Nora Lafón, Victoria Hertz, Fabio Prado, Leandro Hilario Torres, Federico Aimetta, Liliana Ogando, Arturo Blas y Gustavo Martínez. En la preparación tomó parte, además, la escuela de oficios teatrales creada por el teatro y dirigida, precisamente, por Billourou.

Para su guionista, Teresa Basile, “Intermedio recupera el descenso a los infiernos de Orfeo en su búsqueda de Eurídice (en la ópera de Gluck) para reinstalarlo en los variados avernos que han atravesado el siglo XX desde las diversas políticas estatales de exterminio. En el vaivén entre el mito y la historia, nadie ha sido ajeno a este infierno que ha golpeado en todas las puertas y ha hablado en todas las lenguas. Sin embargo, por momentos, la presencia de algunas imágenes despiertan asociaciones de nuestra memoria y nos reenvían a contextos particulares. La experiencia del exilio, la imposibilidad del regreso, el amor en tiempos violentos, la temblorosa autoridad de los textos de la cultura, la búsqueda de lo perdido que Orfeo emprende (y que resulta, como toda exploración cabal, una búsqueda de sí mismo), junto con las posibilidades y abismos del arte, son algunos de los temas que asoman en esta obra”.

Basso, por su parte, comenta que “como en los trabajos de Buenos Aires Sonora, de Martín Liut, se integran sonidos y músicas en un continuo significativo más allá de lo meramente descriptivo. Hay sonidos de la propia ciudad de La Plata, fragmentos de Bartók, Ligeti o Grisey, pero están tomados más como material que como cita, y todo ha sido tratado de la misma manera. La forma, por otra parte, es una especie de ida y vuelta desde y hacia ese lenguaje sonoro, con un momento central en donde se escuchan arias del Orfeo ed Euridice de Gluck”. Billourou completa: “La búsqueda de Orfeo podría ser, en rigor, más que la de Eurídice, la de sí mismo. Este Intermedio son variaciones escénicas y sonoras sobre ese tema”.