Compositor, pianista, también arreglador y productor, Horacio Gómez pone en juego todos estos saberes –probablemente en ese orden– en el disco que ahora está presentando, Cinematographique, y que grabó en viaje, en medio de giras por Europa y con una veintena de músicos que se iban sumando en las distintas paradas. El viaje, entonces, y también las grandes ciudades, son el marco sonoro que da ritmo a este trabajo, hecho de climas y de ambientes, ni totalmente cantando ni totalmente instrumental, ni completamente acústico ni completamente electrónico, que va recorriendo el tango, la milonga y la canción, y que también incluye fragmentos de conversaciones. Lo presenta mañana a las 21 en Café Vinilo (Gorriti 3780), junto a una banda especialmente armada para la ocasión, con arreglos también reescritos para el encuentro y con invitados que se irán sumando y que no pueden ser del todo revelados.

“Un paseo hacia el interior de una gran urbe, un viaje musical con clima de tango electrónico y atravesado por estados de ánimo que invitan a la imaginación” es la propuesta que define el músico de origen mendocino sobre el trabajo que editó con su propio sello, Horaciones. El “collage electrónico” que Gómez propone cambia llevado al vivo, con una puesta que permite sumar también algunos elementos teatrales. Gómez compartió escenarios y grabaciones con artistas disímiles, respondiendo a un amplio abanico de intereses, de Chango Farías Gómez y Luis Salinas a Los Enanitos Verdes, Coti Sorokin o Pimpinela, pasando por la dirección musical de la banda de Julieta Venegas. Llevó adelante también un quinteto y un trío propios y compuso mucha música para cine, teatro y televisión. Ahora, va por su propio collage.