A pesar de que se había difundido que la salud de Keith Richards no sufría mayores inconvenientes, ayer se reveló que el guitarrista de 62 años estuvo a punto de morir por un coágulo en el cerebro generado por el golpe al caerse de un cocotero. Los medios neocelandeses afirmaron que el veterano músico había tenido que ser sometido a una intervención quirúrgica. Según el New Zealand Herald, el rockero, que sufrió el accidente cuando estaba de vacaciones en Fiji, se estuvo recuperando de la operación para eliminarle el coágulo en Nueva Zelanda. De acuerdo con la fuente, el estado de Richards era mucho más grave de lo que se informó en su momento, cuando se dijo que había sufrido una conmoción cerebral leve al caerse de una palmera el 27 de abril, mientras descansaba en un centro turístico junto a amigos y familiares. Richards fue ingresado en el hospital Ascott de Auckland y dado de alta el 2 de mayo. A pesar del susto, se confirmó que los Stones continuarán con su gira.