Compadres en el aguante a Vélez Sarsfield con camisetas del club de Liniers, pibes de guitarra al hombro, antiguos compañeros de banda y familia, en orden de curiosidad, acompañaron ayer los restos de Adrián Otero, el ex cantante de Memphis la Blusera, fallecido el martes en un accidente automovilístico, en su sepelio en el Panteón de Sadaic en el Cementerio de la Chacarita, donde fue cremado.

La procesión comenzó de mañana en la Legislatura porteña, donde el insigne vocalista del blues local de las últimas tres décadas fue velado, y continuó en un cortejo encabezado por su hijo Julián, de 22 años. Los músicos Emilio Villanueva, Lucas Sedler, Germán Wiedemer y Daniel Beiserman, compañeros de Memphis, participaron desde temprano del acto en el Salón Dorado del palacio legislativo porteño, donde se instaló una capilla ardiente en su memoria. También estuvieron sus colegas Juanse y Mavi Díaz (directora de coros en Jinete del Blues, el disco en el que trabajaba Otero) y personalidades de su entorno.

Algunos allegados al cantante mencionaron que cuando Otero emprendió su fatal viaje hacia el Valle de Punilla, en Córdoba, para radicarse en una propiedad adquirida recientemente, dijo: “Chau Buenos Aires, no te voy a ver más”. Otro dato anecdótico es que Jinete del Blues, que tenía edición programada para el 1º de julio, lo tenía en tapa, sentado sobre las nubes. El disco incluye covers de rock argentino (Manal, Billy Bond, Pappo) y una versión renovada de “La flor más bella”, inmortal canción de La Blusera.

El martes 12, alrededor de las 14.30, el artista perdió el control del automóvil que manejaba por la ruta Rosario-Córdoba, a la altura de la localidad de Ballesteros, a 173 kilómetros de esa última provincia. El vehículo volcó, dio vueltas y saltó el cantero central. Otero murió en el acto.