En una de las obras, Jaromir Hladik, un escritor judío prisionero de los nazis, acaba su obra, Los enemigos, frente al pelotón de fusilamiento. Ha pedido a Dios tiempo para terminar y éste se lo ha concedido: las balas se detienen en el aire hasta que Hladik concluye. En la otra, en un país llamado Mutancio, las medianías de lo cotidiano se compensan con manipulaciones genéticas, en ocasiones simplemente como juego, a las que rara vez corona el éxito. Son dos óperas, la primera compuesta por el ecuatoriano Mesías Maiguascha, llamada, como el texto de Hladik, Los enemigos y basada en El milagro secreto, de Jorge Luis Borges, y la segunda, La vida en Mutancio, escrita por Eduardo Kusnir a partir de un encargo de la Secretaría de Cultura de la Presidencia de la Nación.

La composición de Maiguascha, que trabaja sobre el mismo tema que la ópera que Martín Matalón había estrenado en 1991, en el CETC, se presentará hoy y mañana, a las 19, en la Sala Carlos Guastavino del Centro Nacional de la Música y Danza, con dirección de Santiago Santero, puesta en escena de Ximena Belgrano Rawson y videos de Tamás Waliczky. Los mismos días y horarios, pero en el Centro Cultural Haroldo Conti (Av. del Libertador 8151), sube a escena la obra de Kusnir, dirigida musicalmente por Marcelo Delgado y con puesta de Raúl Marego. El ciclo de Opera Contemporánea, coordinado por el compositor Juan Ortiz de Zárate, es el segundo organizado por la Secretaría de Cultura de la Nación e incluirá dos títulos más, Nomis Ravilob, de los bolivianos Juan Pablo Piñeiro Pinelo y Cergio Prudencio, inspirada en un texto de Simón Bolívar, con funciones los días 7, 8 y 9 de octubre, en la Sala Guastavino, y La casa sin sosiego, de Gerardo Gandini, con texto de Griselda Gambaro, que se había estrenado en 1992 en el Teatro San Martín y que ahora se presentará el 19, 20 y 21 de octubre, en el Centro Cultural Haroldo Conti, con Delgado como director y Pablo Maritano como régisseur.