Como cada abril desde hace tres años, el tango será la norma en el Espacio Cultural Nuestros Hijos cuando la Orquesta Nacional de Música Argentina Juan de Dios Filiberto, dirigida por Atilio Stampone y Oscar D’Elia, active esta noche su ensamble de instrumentos con olor a Riachuelo y adoquín, en el sitio ganado a la muerte de Avenida del Libertador al 8400. La tercera edición del festival de tango en el ECuNHi proseguirá hoy con una peña de cantores (llamada patio de tango) en la que todos los cultores del género, profesionales o aficionados, podrán subirse a cantar al amparo de las Guitarras Saavedrinas, en una especie de tango para todos. “También habrá milongas, clases de baile, exposiciones, muestras y proyecciones, además de los conciertos en los que se presentarán exponentes de nuestra música ciudadana”, completa Lucrecia Merico, programadora del evento desde la primera hora: abril del 2009.

Apadrinado por dos expertos en la materia (Susana Rinaldi y José Colángelo), el festitango del ECuNHi continuará mañana con una jornada enteramente dedicada a la mujer. En el marco de los 36 años de lucha de las Madres y los cinco años de creación del espacio, se presentarán la cantante Gabriela Rey –acompañada por Colángelo–, la orquesta de señoritas Las del Abasto, Susana Rinaldi y la cantautora Claudia Levy, que prevé un set intimista, “femenino, irónico y tierno”, con un solo acompañante: su piano. “Este festival es en sí mismo como un canto: en ese espacio donde hubo muerte y silencio, ahora hay música”, destaca Levy.

El día de cierre –este domingo– estará dedicado a los festivales independientes que se de-sarrollan año a año en la Ciudad de Buenos Aires. Una interacción vital de la cual formarán parte, a través de sus representantes, los festivales de La Boca, de Barracas, el Tango Queer y El Tango Vuelve al Barrio. “Es para mí un verdadero honor haber sido elegido como padrino de este festival, que se realiza en un lugar donde antes había muerte y hoy vida, donde antes había horror, hoy hay cultura, y donde antes había dolor, hoy hay música”, expresó el maestro José “Pepe” Colángelo, su padrino varón.