Se trata de uno de los complejos culturales más bellos del mundo. Sus dos salas, la grande y la recién inaugurada de cámara, están entre los mejores auditorios imaginables. Y, como suele suceder en la Argentina, primero apareció el lugar, después un proyecto, que finalmente no se llevó a cabo, después alguna otra idea, también descartada o, simplemente, dejada en el olvido, y, finalmente, ahora, ya sin bombos ni platilos, la Usina del Arte empieza a tener una programación continuada, interesante y digna del lugar en el que se lleva a cabo.

Situada en La Boca, en la esquina de Caffarena y Pedro de Mendoza, la vieja usina de la Italo (la compañía Italo Argentina de Electricidad), reciclada magníficamente como centro artístico (un poco a la manera de lo que en un barrio bastante marginal de París realizaron con las antiguas cocherías en el 104 –ese es el nombre–) lleva adelante, desde hace unos meses, un exitoso ciclo de música de cámara, los domingos a la mañana, por el que han pasado muchos de los mejores intérpretes argentinos del momento, y recibió, hace una semana, al extraordinario Franco Battiato, en una coproducción con el gobierno italiano. Y, entre hoy y el domingo, albergará una serie de conciertos notables, incluyendo la actuación del violinista Uto Ughi –otra coproducción con Italia–, un homenaje a Gerardo Gandini a cargo de dos destacadas pianistas argentinas, Haydée Schvartz y Susana Kasakoff, la fantástica cantante Soledad de la Rosa, interpretando a Vivaldi junto a un grupo de instrumentos originales (clave y cuerdas de tripa para violines y violas) y tres shows de jazz a cargo de tres tríos: el de Pipi Piazzolla, el de Paula Shocrón y el de Mariano Loiácono.

El fin de semana musical comenzará hoy a las 17, inaugurando oficialmente la sala de cámara con las presentaciones de Kasakoff y Schvartz, una artista que estrenó y grabó música de Gandini (el compositor siempre elogió su versión de “Eusebius”, registrada para el sello estadounidense Mode) y fue una de las protagonistas de su Liederkreis, una ópera sobre Schumann. En este concierto tocará, precisamente, “Eusebius” y, también, “Viernes Santo y lluvioso”, mientras que Kasakoff hará 7 Preludios. A las 18, el guitarrista Javier Bravo interpretará un programa de obras argentinas, integrado por Monólogos, de Jorge Tsilicas, “Transición” y “Reciclaje”, de Fernando Rovetta, y cuatro piezas de Alberto Ginastera y, en dúo con Silvana Saldaña, hará la Danza Española Nº 6, de Enrique Granados, Tonadilla, de Joaquín Rodrigo, y una suite de la ópera Carmen, de Georges Bizet. Y a las 19 se presentará el Ensamble Anima Sonora, junto a Soledad de la Rosa, haciendo la Sinfonía para cuerdas, RV 85, Laudate Pueri Dominum, RV 600, para soprano, dos violines, viola y bajo continuo, “La Follia”, Sonata para dos violines y bajo continuo, Op.1 Nº 12, y arias de las óperas Il Farnace, Giustino y Judita Triunphans.

Ughi, que fue un asiduo visitante de Buenos Aires para los abonos del Mozarteum Argentino, actuó por última vez en esta ciudad hace diez años, como solista junto a la Filarmónica de Buenos Aires y regresa ahora junto al pianista Marco Grisanti. Hoy a las 20.30 y mañana a las 19, en el Auditorio, interpretará la Ciaccona en Sol Menor, de Tomaso Vitali, la Sonata No. 9, Op. 47 “Kreutzer”, de Ludwig van Beethoven, Introduzione e Rondò Capriccioso en La Menor, Op. 28, de Camille Saint-Saëns y cuatro Piezas Románticas, de Antonin Dvorak.

La programación de mañana, por su parte, comenzará a las 16 con la excelente cantante Daniela Tabernig, que actuará junto al pianista Carlos Koffman. A las 17 actuará Claudio Barile, solista de flauta de la Filarmónica de Buenos Aires. Una hora más tarde el violinista Pablo Saraví, concertino de la Filarmónica, se presentará junto a la pianista Alicia Belleville. El domingo, a las 11.30, y en el Auditorio continuará el ciclo habitual que tiene lugar en esa sala con el Opus Trío. Y, a partir de las 15, estarán los tríos del baterista Pipi Piazzolla, con Lucio Balduini en guitarra eléctrica y Damián Fogel en saxo, de la pianista Paula Shocrón, con Juan Manuel Bayón en contrabajo y Bruno Varela en batería, y del trompetista Mariano Loiácono con Hernán Merlo en contrabajo y Ramiro Penovi en guitarra.