“Lisboa y Buenos Aires unidas por la música, la poesía, el cine y el oporto.” La invitación del Festival de Fado, que desde hoy y hasta el domingo se desarrollará en la Usina del Arte (Cafferata 1, en el barrio de La Boca), abre la puerta a un programa que reúne la figura de la fadista Ana Moura y nuevos intérpretes del género, un ciclo de cine, una exposición, conferencias y una “degustación de oporto con música en vivo”. Organizado por el Ministerio de Cultura porteño y la Embajada de Portugal y llevado adelante por una producción privada que ya ha hecho este evento en escenarios de Madrid y de Río de Janeiro, tendrá actividades gratuitas y otras con entrada paga, como el concierto principal, que se realizará el domingo a las 20. La encargada de este cierre será Ana Moura, una artista de fado de importante proyección en la actualidad, que actúa por primera vez en la Argentina.

“El fado es todo lo que acontece cuando se ríe o se llora, cuando se olvida o recuerda, cuando se odia o se adora.” La definición de Frederico Carmo, productor del Festival de Fado Madrid, Río de Janeiro y Buenos Aires, da cuenta del arraigo profundo de esta música de raíz del Portugal. Carmo apunta que este Festival de Fado nació en 2011 en Madrid, “al darnos cuenta de que le hacía falta al fado una muestra representativa e integral del género”. “El suceso del festival demostró que habíamos empezado algo que tenía que crecer”, sigue contando. “Brasil, por cuestiones históricas, fue nuestro segundo destino. Buenos Aires surge por una cuestión de querer aproximar y dar a conocer este género y estrechar relaciones con el tango, tal como lo venimos haciendo con el flamenco que, junto al fado, son tres Patrimonios de la Humanidad.”

Las actividades del festival comienzan hoy a las 17 con una masterclass de guitarra portuguesa a cargo de Angelo Freire, quien más tarde, a las 20, dará un concierto. A las 19, en tanto, se inaugurará la exposición A historia do fado. Mañana a las 14 se proyectará la película Fados, de Carlos Saura; a las 17.30 tendrá lugar una conferencia sobre la historia del género, a cargo de Rui Vieira Nery, y a las 20 el concierto “Casa de fados”, de Carolina y Miguel Capucho, cuya entrada incluye una degustación de oporto. El domingo a las 16 se proyectará la película The art of Amália, de Bruno de Almeida. A las 17.30, la figura y el legado de Amália Rodrigues seguirán siendo analizados en la conferencia de David Ferreira “Amália, portuguesa y universal”. A las 20, por último, el concierto de cierre presentará a Ana Moura, una cantante que toma la tradición del fado pero que también incorpora influencias del jazz y del soul y que ya ha cosechado bendiciones particulares: las de Rolling Stones, por ejemplo, quienes la invitaron a cantar en un concierto que dieron en Lisboa y luego la incluyeron en The Stones Project (allí Moura lleva al fado “No expectations”, junto a Keith Richards, Ronnie Wood y Charlie Watts).

“Queremos que el público porteño pueda conocer mejor este género y que a lo largo de los tres días del festival puedan vivir la experiencia del fado: ir a ver, escuchar y disfrutar”, define Carmo el objetivo del concierto. “Sabemos que el fado se consume en la Argentina. Además de los conciertos tenemos otras actividades, todas gratuitas: conferencias, cine, masterclass, exposición, para que el público se acerque y tenga un contacto mayor y más integral con el fado, sus historias, sus protagonistas.” En territorio tanguero como el porteño, el fado encuentra puntos de contacto que tienen que ver con la historia y el origen de estos géneros. “El fado y el tango son géneros que identifican culturalmente sus países, son hermanados por la Unesco, cantan ambos sentimientos, tienen en común la nostalgia”, define el productor estos puntos de encuentro. “Sin ir más lejos, en Carlos Gardel, el contacto con el fado fue fuerte, incluso ha llegado a cantarlo, así como Amália Rodrigues ha cantado tangos. Esta proximidad ha sido importante y hay que rescatarla.”