Este año podrá ser recordado, por lo menos por algunos, como aquel en el que se escuchó en Buenos Aires, por primera vez, An Index of Metals, esa maravillosa obra de Fausto Romitelli que se deriva, en gran medida, de un acorde de Pink Floyd. O en el que se estrenó, tardía pero necesariamente, Coro, de Luciano Berio, una de las composiciones esenciales de la segunda mitad del siglo XX. Esos no serán, por otra parte, los únicos atractivos del ciclo de conciertos de música contemporánea del Teatro San Martín, cuya 18ª edición consecutiva comenzará hoy a las 20.30. Y si hiciera falta una prueba bastaría, precisamente, con La libertad total, ópera de Lucas Fagin sobre un libro de Pablo Katchadjian que subirá a escena esta noche en la Sala Casacuberta de ese teatro.

“No es una negación de la tradición de la ópera pero tampoco es una aceptación condescendiente del género”, dice el joven compositor argentino que completó su formación en el Conservatorio de París y a quien le ha encargado obras, entre otras orquestas, el célebre Ensemble Intercontemporain fundado por Pierre Boulez. “Decidí que los dos papeles principales, aquellos que son el eje de la narración, fueran actores y no cantantes”, explica. “Hay otros personajes, extraños, y esa extrañeza aparece en el canto. Necesitaba diferenciar a los protagonistas, y que fueran muy buenos actores. Y además, de esta manera, la cuestión del canto o del habla no obedece a una cuestión externa o puramente formal sino a una necesidad literaria. No sé si es exactamente lo que se espera de algo llamado ópera. Lo que busqué conscientemente es que hubiera un equilibrio entre la música, lo visual y lo literario. Que no hubiera un predominio de lo musical.” Con una nueva función mañana, en el mismo horario, la obra subirá a escena con puesta de Mariano Tenconi Blanco, dirección musical de Mariano Moruja, iluminación de Matías Sendón, escenografía de Mariela Saiegh y coreografía de Carolina Borca. Los intérpretes serán Ricardo González Dorrego, Mercedes García Blesa, Pol González y Damián Ramírez, además de los actores Luciano Riccio y Julián Cabrera.

El ciclo continuará este domingo, a las 19 y en el Hall del Auditorio de la Usina del Arte (Av. Pedro de Mendoza 501), donde se escucharán dos obras de Iannis Xenakis que trabajan el espacio como una de sus variables, Terretektorh, de 1975, y Nomos Gamma, de 1966, con dirección del español Arturo Tamayo, quien ha grabado toda la obra orquestal de este compositor. En estas dos obras no hay escenario y el director se ubica en el centro del espacio, rodeado de músicos y público. El concierto siguiente será el miércoles 5, a las 20, en el Auditorio de la Fundación PROA (Pedro de Mendoza 1929), y estará dedicado a composiciones para clarinete bajo y clarinete contrabajo, solos o con electrónica, de Iris ter Schiphorst, Orm Finnendahl y Bernhard Gander, con la participación como solista del alemán Theo Nabicht. El sábado 8, a las 19 y en la Usina, se presentará el excelente cuarteto de cuerdas alemán Pellegrini, con un programa centrado en la obra de Webern y que incluirá, también, composiciones del renacentista Heinrich Isaac, de Giacinto Scelsi y de Ludwig van Beethoven.

En la Sala Casacuberta, el martes 11 a las 20.30, Nabitch y el cuarteto Pellegrini actuarán juntos, interpretando Clarinet & String Quartet, de Morton Feldman. Y, como preludio, la percusionista francesa Françoise Rivalland hará One4, una de las últimas obras de John Cage. Ella será la protagonista, además, del concierto del día siguiente en la misma sala y horario, donde tocará, entre otras obras, Le corps a corps, de Georges Aperghis. El jueves 13 a las 20.30, con producción del Teatro Colón, se presentará en esa sala la genial Coro, de Berio, escrita para 40 voces, que gira alrededor de un texto de Neruda referido a la Guerra Civil Española y se presentará con la participación solista de la soprano francesa Donatienne Michelle-Dansac, que en el mismo concierto interpretará la Sequenza III, también de Berio. Con dirección del italiano Emilio Pomarico, la obra contará con la participación del Coro Diapasón Sur, que conduce Mariano Moruja, y de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires.

El sábado 15 a las 19, en CheLA (Centro Hipermediático Experimental Latinoamericano, Iguazú 451), se estrenarán obras de los compositores argentinos Luciano Azzigotti, Fernando Manassero, Jorge Diego Vázquez, Pablo Araya, Daniel Halabán, Valentín Pelisch y Santiago Pedernera. Y el martes 18 a las 20.30, en la Casacuberta, llegará la obra de Romitelli, uno de los más importantes y originales autores de su generación, muerto en 2004 a los 41 años. La solista vocal será Donatienne Michelle-Dansac y junto a ella estarán el Ensamble Sonorama y el Nuntempe, con Mauro Zannolli en la coordinación de electrónica, Ariel Gato en el diseño sonoro y Santiago Santero como director musical. El ciclo continuará con el Ensamble de percusión Perceum, que estrenará Timber, de Michael Gordon –uno de los fundadores del grupo Bang on a Can–, en el Centro de Arte Experimental de la Unsam (Sánchez de Bustamante 75), el viernes 21 a las 20.30. Y el sábado 29 a las 17, en la Sala Cascuberta, el cierre estará a cargo de las pianistas Helena Bugallo y Amy Williams, que interpretarán obras de György Kurtág, Igor Stravinsky y Conlon Nancarrow.