Un giro de timón en el buró de Los Redondos, época post Oktubre, lo sentó en la batería de un grupo destinado a ser –y hacer la– historia del rock argentino entre fines del siglo XX y el breve alba del XXI. Fueron catorce años, siete discos, canchas llenas y un devenir imposible de soslayar, claro. “Obviamente mi pasado tiene que ver con Los Redondos”, refrenda Walter Sidotti, necesaria e inevitablemente. Tanto como un presente que, en línea de tiempo larga, llegaría hasta el mismísimo día de los muertos de 2001, cuando se fragmentó definitivamente el buró y la diáspora inmediata lo tuvo como protagonista. En un primer momento lo intentó con La Favorita, su banda paralela, y con la del Mono Burgos, en el destino elegido por muchos en esos tiempos de crisis: España. Luego pasó por los Heroicos Sobrevivientes y por algún intento más hasta que le dio por reflotar un viejo y querido proyecto rocker: The Comando Pickless. “Cuando digo que mi pasado tiene que ver con los Redondos, también digo lo mismo sobre Comando, porque yo llegué a Los Redondos con lo que tenía de los Comando y ahora llego a Comando con todos los años que toqué con Los Redondos”, retoma, resume y asume Sidotti, bajo la pretensión de poner en palabras lo que sucederá en música cuando la banda presente su flamante disco homónimo, hoy, a las 23.30, en Niceto Lado B (Humboldt 1358).

The Comando Pickless, entonces, quinteto integrado por el mismo Sidotti en batería más Oscar Kamienomosky en guitarras, Gabriel Gómez en bajo, Jorge Cabrera en voz y Federico García Vior en teclados. Su médula estética va por el lado del sonido austero, desprejuiciado y visceral. “Somos una banda nueva, pero tenemos una historia de varios años atrás. Con Osky (Kamienomosky) y Gabi (Gómez) nos conocemos desde principios de los ochenta, cuando nos unían las nuevas tendencias de fines de la década anterior, como la movida new wave, el punk y todas esas cosas, y tocábamos juntos haciéndonos llamar Comando. Después, con la llegada de Federico y Jorge, terminamos de darle forma a la banda y a las canciones del actual Comando Pickless”, cuenta el baterista, cuyo pasado pre Redondos no sólo lo vincula a sus compañeros de hoy, sino también al grupo los Argentinos –que casualmente compartía con Willy Crook, que hacía “hits” como “Hablando en japonés” y que teloneaba a Patricio Rey en épocas del Stud Free Pub– y a la quintaesencia del punk argentino de la época.

“Con todas esas influencias y toda esta historia, el disco es variado, y se refleja fielmente lo que nos gusta tocar, desde temas enérgicos como ‘Tiempo de cambio’ a un reggae pesado como ‘La luna’, con letra de un poema de Baudelaire, o hasta una canzoneta italiana. Hay total libertad en la elección de música”, releva Sidotti, sobre el material a mostrar en público. “Es cierto que el disco tiene un sonido crudo, poco procesado... no sé, alguien nos dijo: ‘Suenan como una banda de los ochenta’ y en realidad nos alimentamos de todo lo que pasaba antes de los ochenta, el rock&roll y el blues, la música progresiva, la new wave, el reggae y demás. Somos todo eso”, sintetiza, o trata de sintetizar, este baterista de mil batallas y un solo triunfo: el rock&roll.