Vie 22.05.2015
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MUSICA › PATXI ANDION, UN REFERENTE DE LA CANCION SOCIAL, DE REGRESO EN EL PAIS

“Lo mío con Argentina es irremediable”

El cantautor estuvo diez años alejado del escenario; hoy presenta en el Auditorio Sha el material de su disco Cuatro días de mayo.

› Por Karina Micheletto

Cuatro días de mayo se llama el disco que acaba de editar en España Patxi Andión, y que ahora trae a la Argentina, en una visita que en su caso es por completo infrecuente. “Tardé 43 años en volver”, sintetiza el cantautor lo que ocurrió, recordando el concierto que dio aquí en 1970, la prohibición posterior que le impuso la dictadura y el rumbo que tomó luego su vida, cuando dejó de cantar en público. Canciones como “La Jacinta”, “Canto”, “Compañera” y “La niñez”, sin embargo, han quedado bien presentes entre muchos, tal vez como parte de cierta banda de sonido entre eso que se conoce como “canción social”. Hoy a las 21.30 el español “por circunstancia” y vasco por adopción y determinación, se presentará en el Teatro Sha (Sarmiento 2225). Con esta actuación, Andión inaugurará un festival que lleva el nombre de este teatro y que se completa con la selección de murgueros uruguayos Los Mareados (el sábado 30) y el pianista gaditano Chano Domínguez junto al guitarrista flamenco Niño Josele, el 12 de junio próximo. Cuatro días de mayo, advierte Andión, es el primer disco en vivo de su carrera. “Es que yo siempre me negué a hacer un disco en vivo, me parecía que era, como decimos nosotros, dar gato por liebre”, dice en diálogo con Página/12.

–¿En qué sentido?

–En el sentido de dar una polaroid en vez de dar un largometraje. Finalmente me convencieron con eso de: tú serás responsable de que no haya en tu carrera un disco en vivo, y tal. Aprovechamos unos conciertos que dimos en Portugal, en un teatro de ópera de Oporto, una sala sinfónica fantástica de 1800 butacas, y un teatro también fantástico, diseñado por el arquitecto holandés Rem Koolhaas, la Casa da Música.

–¿Y qué le parece ahora que lo escucha editado, que es una polaroid?

–En realidad sigue siendo una polaroid, pero la verdad es que el disco suena excepcionalmente bien. Y doy mi palabra de honor de que está en vivo, sin más truco que el de escuchar a los músicos excepcionales que me acompañan.

–¿Por qué no mantuvo una continuidad en sus viajes a la Argentina?

–Entre Argentina y yo, lo nuestro es irremediable. Nosotros los vascos hemos viajado por todo el mundo, eso es así históricamente, somos marinos. Pero el único donde verdaderamente ha habido una emigración vasca en continuidad es la Argentina, junto a Chile y Uruguay, en menor medida. Este fue el primer país al que yo salí para tocar afuera, en 1970. Y después, tardé 43 años en volver. Cuando quise volver, me prohibió la dictadura. Luego yo dejé de tocar en público, por unos diez años, aunque nunca dejé de escribir y componer. Las cosas se torcieron por una razón u otra, hasta que volví aquí en 2013. Y ahora sumo este otro regreso. Vengo en volandas, como decimos nosotros.

–¿Y por qué dejó de tocar en público?

–Fue entre el ’88 y el ’98, por esos años volví a dedicarme únicamente a la universidad, donde ya trabajaba desde el ’85. Y dejé porque el desarrollo personal y profesional me había llevado a un sitio que yo no había planeado. No me sentía cómodo en ese lugar, haciendo lo que estaba haciendo, proyectando la imagen que estaba proyectando. No me interesaba, yo no era esa persona. Como siempre he tenido un aspecto más rupturista que de transición, entendí que la manera de hacerlo era parar, repensar, trabajar, volver al conservatorio a investigar, a recomponer algunas cosas. Pero sin saber si iba a volver a grabar, a tocar en directo. No tenía idea. Durante esos años compuse música de películas, hice otras cosas, hasta que hubo un momento en que volví a sentir la necesidad de cantar frente a otros. Y aquí estoy.

–Usted es también sociólogo y periodista. ¿En qué se emparentan estos oficios con el de cantautor o en qué se nutren mutuamente?

–En verdad no me considero periodista; soy titulado en periodismo, me licencié en la facultad, pero nunca ejercí la profesión. Y como sé que es una profesión muy compleja, difícil de mantener y de ejercer, nunca me he considerado periodista. Sociólogo sí, porque por mi trabajo en la universidad y por otros trabajos he ejercido como tal. Como casi todas las cosas que se amontonan sobre las otras, influyen. Influyen las lecturas obligadas que tengo que hacer, por ejemplo para proponer textos a mis alumnos. Todo eso, algo influye en mi carrera de cantautor. Sin dudas me han ido proporcionando pistas para saber dónde meter el dedo en la llaga.

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