Lo que fue: un grupo de rock horizontal, de seis cabezas que crean por igual y lo plasman en Asomándose, el disco debut. Lo que es: lo mismo, más viajes, recitales, crecimientos y la despedida en concreto de tal disco (esta noche en Niceto). Lo que será: tal background con el plus de un segundo trabajo que presumen igual de volado pero más “sintético” que el antecesor. “Hay continuidades porque seguimos siendo las mismas cabezas las que componemos. Y sobre todo seguimos sintiendo que Sambara es un espacio para desarrollar las expresiones artísticas de los seis, en donde fusionamos todas las ideas en pos de un disfrute de conjunto”, afirma Federico Shujman, cabeza cantante del sexteto, como para no perder el filo plano del imán que los llevó a conquistar a su público. “Lo importante, entonces, es seguir en este sendero de crecimiento”, desarrolla el cantor.

Y resiste el archivo, claro. Pese a la inercia de “banda nueva” y lo complejo de serlo en el mundo de hoy, Sambara lleva casi dos años de conciertos que fueron del Ciudad Emergente al Cosquín Rock o del Lollapalooza argentino a su tercer arribo al boliche de Niceto Vega al 5500, con una impronta que licua guiños al viejo y querido rock progresivo con sonidos que a veces pueden ser del funk, otros del soul, del rock criollo y hasta del pop. “La banda fusiona influencias muy diversas”, reafirma Schujman. “Tenemos un punto de encuentro en la obra de Spinetta, en los mejores momentos de Charly García, lo que sería el rock clásico argentino. Pero también cada uno creció escuchando música, como en mi caso el tango que siempre cantó mi viejo y que es una influencia grande para mí. O la relación de Juli (Julián Malosetti, hijo de Javier) con el jazz. En general, Sambara es una banda que se nutre mucho del rock de los ’70 pero que fusiona esa influencia con sonoridades modernas. No hay límites a la hora de componer y por lo tanto en las canciones aparecen distintos géneros, épocas y referencias. En resumen, creo que con Sambara logramos hacer llegar nuestra música a mucha gente que estaba esperando que aparezcan bandas nuevas con esta impronta que busca una identidad, porque si creemos que hay fórmulas para componer éxitos, estamos perdidos... El rol del arte y del artista es otro”, finaliza.