Desde Salta

Resucitada sin Gustavo Cordera y su tracción como frontman, Bersuit Vergarabat vive desde 2011 como una banda en estado de permanente resistencia. Así pasaron tres discos: La revuelta, El baile interior y el flamante La nube rosa, estrenado hace apenas cuatro días. Es miércoles, y los músicos están sentados en modo conferencia de prensa en una de las salas del Centro de Convenciones de la ciudad de Salta. Antes de calzarse los pijamas para saltar al tablado de la tradicional edición veraniega del Personal Fest –ya pasó por Corrientes y Córdoba, quedan Mendoza y Buenos Aires, siempre con entrada gratuita–, los músicos explican cómo repercute en el repertorio del grupo el contexto sociopolítico actual. “Hubo un retroceso al viejo neoliberalismo de la década del 90, entonces muchas de las canciones que hicimos en esa época se resignifican y suenan actuales: es como si ‘Se Viene’, ‘Como Nada Puedo Hacer’ o ‘Sr. Cobranza’ hubieran sido hechas esta mañana. Muchos pensábamos que esto no iba a suceder nunca más, pero está sucediendo. Empezó la resistencia”, suelta el tecladista Juan Subirá, que después se va a encargar de actualizar la letra de “La argentinidad al palo” con el grito: “¡El que compró globos, recibirá globos!”

Unas horas antes, las nubes negras que habían prometido protagonismo en la previa ya emprendían la retirada en forma de triángulo equilátero con punta en el sol. Al costado de la Ruta Nacional 51, los matambres a la parrilla formaban su propia nube de humo sobre la hilera de público sub-20 que todavía esperaba su momento. La expectativa era ver también a Eruca Sativa, una de las bandas que más crecieron en convocatoria en el último tiempo, hecho confirmado por su debut en el Luna Park el año pasado. El trío cordobés privilegió la energía por sobre la sorpresa –típico en eventos de este tipo–, con la imagen de las dos integrantes femeninas amamantando a sus hijos antes de salir a escena como dato destacado. El público –unas 30 mil personas en el lugar más 40 mil vía streaming, según la organización– devolvió todas las letras con devoción, desde “Fuera o más allá” hasta “Magoo”, principio y cierre, respectivamente.

Como número de clausura, después del crédito local tecnopop Tu Hermana, más los youtubers Ignacio Buiatti (dj) y Magnus Mefisto (hip hop), Bersuit llegaba envalentonado con su nuevo trabajo. Pero, ¿qué es La nube rosa? “En principio, es una canción de (el guitarrista) Tito Verenzuela, que habla de un estado de ánimo ideal en el que todo fluye y se alinean los planetas”, explica el cantante Germán Sbarbati. “Este disco es muy bersuitero, el mejor que hicimos desde La argentinidad al palo”, arriesga el cantante. Producido por el bajista Pepe Céspedes, es también el primero sin el histórico guitarrista Oscar Righi. “Se fue encariñando con otros proyectos. Es doloroso perder a un compañero de ruta de tantos años, pero entendemos que cada uno es libre de elegir su destino. Nosotros, igual, vamos a seguir.”

De las trece nuevas entregas, sólo dos fueron presentadas en Salta (“Cárcel, hospital o muerte”, con Verenzuela al frente, y “Que hable de vos”, que ya tiene videoclip), para abrirles paso a los clásicos entre cantitos populares del estilo “El que no salta es un inglés”. El arranque había llegado con el cover iniciático de “El tiempo no para” y la canción para banda sonora “Perro amor explota”. En un típico caldo bersuitero, los temas de baile como “La bolsa” y “El viejo de arriba” –casi siempre con Suárez prevaleciendo sobre Sbarbati en el frente– compartieron espacio con manifestaciones sensibles de la talla de “Vuelos” –dedicada a las Abuelas de Plaza de Mayo– y “Un pacto”, ya para la despedida. “Mirá el cielo, se despejó”, comentó uno a la salida, pisando la ruta mansa.