Con espíritu y el sentir conectado a Tierra del Fuego, donde nació, la cantora Casiana Torres se proyecta con su música a todo el país. A lo largo de los años, entendió que podía abrazar con su voz los ritmos de todas las regiones del país y a los autores esenciales, como Atahualpa Yupanqui, Carlos Difulvio, Félix Dardo Palorma y hasta faros rioplatenses como Alfredo Zitarrosa. “Cuando empecé a cantar profesionalmente, no sabía bien qué repertorio tenía que abordar y estaba buscando mi identidad, pero después eso se convirtió en una libertad total, porque mi madre es chaqueña y mi padre de Buenos Aires. Camino mi país y siento que puedo ser de cualquier lado en el momento que abordo una obra con amor y respeto”, dice Torres. Su nuevo disco se llama Al corazón de la Tierra y es una dedicatoria al canto popular. “Tierra del Fuego es un corazón latiendo que tiene mucho para dar. Me proyecto desde ahí aunque vivo en Buenos Aires hace veinte años. Tengo muchos pueblos adentro mío”, dice. La presentación será hoy a las 21 en Hasta Trilce (Maza 177).

El disco está atravesado por tres ejes: la potente interpretación vocal de la fueguina, el trabajo guitarrístico (a cargo del mendocino Martín Castro, quien produjo y dirigió el disco), y la cuidada y original elección del repertorio. La cantora va desde Zitarrosa (con la milonga “El violín de Becho”) hasta Linares Cardozo (con el chamamé “Peoncito de estancia”). Un tono reflexivo y profundo predomina en todo el disco. “Quise hacer un aporte también desde lo ideológico a la música popular. La política siempre está en mí y creo que este disco habla de los patrones y los derechos del hombre y la mujer que trabajan. Traté de relevar cosas que no se miran tanto y poniendo belleza y profundidad. Traté de adentrarme con pasión en lo rítmico y develar el paisaje y el compromiso con el hombre y la mujer de ésa región”, completa.