MUSICA › MARTINEZ INTERPRETA A FLEURY Y FALU
El guitarrista de Catán empezó con el folklore y después estudió “clásica”. Eso le permite tocar con autoridad esas piezas en las que técnica y entendimiento suelen excluirse.
› Por Diego Fischerman
Empezó de una manera casi subterránea y terminó convirtiéndose en fenómeno. La noticia circulaba boca a boca: en una disquería céntrica, en Callao y Corrientes, se conseguía Estilo pampeano, el disco de Carlos Martínez, un guitarrista capaz de tocar la música de Abel Fleury y, lo que es más importante, “con todas las notas” y sin perder nada del carácter criollo. Los propios empleados del negocio se sorprendían de esa especie de impensado músico de culto, y la cuestión terminó en un proyecto sumamente ambicioso: la grabación, para Acqua, de la obra completa de Fleury y de Eduardo Falú, a quien, invariablemente, Martínez llama “Don Eduardo”.
Ambas integrales ya cuentan con sus primeros volúmenes publicados. Con excelente presentación y una fidelidad notable, en los dos se hace realidad algo que el guitarrista observa: “El músico criollo entiende, pero se le enredan los dedos, y el músico clásico nunca llega a entender realmente este repertorio. Yo nací en Catán, que en ese entonces era campo, y allí aprendí a tocar folklore y a entender estas piezas. Después estudié guitarra clásica, y entonces pude saber lo que me faltaba para poder respetar cada cosa que estos autores habían querido que sonara”. Hoy, Martínez tocará en el ciclo Guitarras del Mundo, la creación de Juan Falú que, desde hace doce años, es una cita obligada para los cultores del instrumento. A las 20, en el Teatro IFT (Boulogne Sur Mer 549) y con entrada gratuita, presentará el material de los dos discos. El guitarrista reconoce, como una parte fundamental de su formación, las lecciones de Luis Gómez y, sobre todo, “lo que me hizo escuchar”. En esa lista de músicas es donde Bach convive con Atahualpa Yupanqui y esa convivencia es, sin duda, lo que define su estilo. No porque crea que debe embellecer ni jerarquizar lo popular con lo clásico sino porque ambas músicas le educaron el oído y la forma de tocar y lo hicieron en sentidos diferentes y complementarios.
Esa suerte de navegación a dos aguas se pone de manifiesto en los premios ganados a lo largo de su carrera, tanto con repertorios clásicos como populares: Moreno Canta tu Gente 1987 (Primer premio), Ramallo 1987 (Primer premio y Mención especial) y Pre Cosquín 1990 y 1991, entre otros. También, en su admiración por Fleury y Falú tanto como por Andrés Segovia, alguien que “ponía la guitarra al servicio de la música”. En 1997 grabó de manera independiente aquel Estilo pampeano que la gente pedía en la disquería y un año después fue invitado por primera vez a Guitarras del Mundo. “En este repertorio –explica–, aun cuando haya partituras, se completa con el oído. Hay cuestiones de fraseo, de vibrato, de matices; las maneras de retardar que tenía Yupanqui o la manera de tocar de Don Eduardo, por ejemplo, que no pueden escribirse. Hay que escuchar para tocar.”
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux