Veinte años no es nada, se dice. Pero cuarenta, más que el doble de nada, es una enormidad, sobre todo si se trata de la trayectoria de una orquesta de cámara argentina. 2007 será, para la Camerata Bariloche, un año de proyectos que incluyen giras, conciertos y varias ediciones discográficas, entre ellas una dedicada a música del siglo XX y otra a composiciones de Astor Piazzolla. Y los festejos del cumpleaños comenzarán hoy a las 21, cuando la orquesta se presente junto al pianista Horacio Lavandera en Figueroa Alcorta y La Pampa, en el escenario central del ciclo Verano ’07, organizado por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

Con una serie de conciertos realizada en el Teatro Colón y con participaciones en los abonos de las principales sociedades privadas de conciertos de Buenos Aires, la Camerata Bariloche se ha convertido en una de las orquestas más activas de la Argentina. Podría pensarse que, desde ese grupo fuertemente asociado a la música barroca, se recicló y se puso a tono con las características del mercado actual. En ese proceso de transformación, mucho tiene que ver su director de producción. Pedro Pablo García Caffi, recordado como uno de los integrantes del Cuarteto Zupay, fue también director del Teatro Argentino de La Plata y de la Filarmónica de Buenos Aires. Si se piensa que organizó para esa orquesta dos giras a Europa y que programó temporadas que tuvieron como solistas a Yo Yo Ma o Evgeny Kissin, resulta inevitable no percibir algo de su sello en el presente de la Camerata, que incluirá en este año, además de actuaciones en todo el país y un concierto de aniversario en Bariloche, presentaciones en Brasil, México, Perú, Colombia, Ecuador, Estados Unidos, España y varias ciudades de Europa central.

“La Camerata es un grupo en el que se notan las ganas de tocar. No es solamente un grupo de profesionales sino un grupo de personas que se entusiasman con la música. ¿Qué más puede pedirse si cuando se cita a la orquesta para las 2, para salir de gira, a la 1 ya están todos esperando y con ganas de empezar?”, dice García Caffi, que recuerda también, con una especial carga de afecto, sus primeros contactos con la orquesta: “Hay algo de destino común, porque Zupay y la Camerata nacieron el mismo año. Recuerdo haber estado en Bariloche, invitado con mi grupo por el Camping Musical, y haber compartido allí ese espacio con la Camerata. Y durante muchos años yo salía de mis trabajos nocturnos con Zupay, y me escapaba para ir a escucharlos a los Teatros de San Telmo. Yo iba a los conciertos de la Filarmónica y, antes, a los de la Orquesta de Radio del Estado, en la Facultad de Derecho, pero no había muchas otras posibilidades de escuchar en Buenos Aires la música que hacía la Camerata.”

En 2007, la Camerata Bariloche tocará, entre marzo y septiembre, en las 23 capitales provinciales, editará los CD Memorial 40, con su historia sonora, Concerto per Archi, con obras de Dmitri Shostakovich, Nino Rota, Leos Janacek y Paul Hindemith, y Colección Piazzolla. “Cuando tuve la oportunidad de trabajar con esta orquesta, me puse a pensar qué deberíamos hacer para que toda esa historia magnífica que la Camerata generó tuviera una continuidad adaptada al mundo actual”, explica García Caffi. “Este es un proyecto de cuatro años que tiene que ver con rescatar todo lo que la Camerata hizo de bueno y, también, con agregarle otras cosas. Una de ellas es darle la posibilidad de trabajar otros repertorios y de ampliarse hasta el orgánico de una pequeña orquesta sinfónica, con vientos además de las cuerdas, como para poder tocar composiciones del período clásico, incluyendo las sinfonías de Mozart y Haydn. Por una parte hay cuestiones que tienen que ver con lo laboral. Esta orquesta vive de hacer música y, obviamente, cuantas más cosas estén en su ámbito de interés, más posibilidades de tocar tendrá. Por otra, desde el primer ciclo anual de conciertos que se hizo, en el Teatro Cervantes –el ciclo que luego se realizaría en el Colón– quedó claro que la orquesta debía poder ofrecer una variedad de obras mayor que la que permite una orquesta de cuerdas, y dar toda la cabida posible a los grandes autores del siglo XX.”