Sábado, 31 de marzo de 2007 | Hoy
MUSICA › ANDRES CALAMARO, “PERSONALIDAD DEL AÑO”
En un encuentro con varias figuras del rock local, antesala del Premio Gardel, Capif premió al Abuelo de la Nada.
Por Karina Micheletto
La industria discográfica local coronó a su último hijo dilecto, y el elegido fue... Andrés Calamaro, ganador del Gardel de Oro el año pasado y nominado a otros diez premios más para esta edición de los premios. La entrega de la distinción de “Personalidad del Año”, elegida por la Cámara Argentina de Productores de Fonogramas y Videogramas (Capif), tuvo su ceremonia el jueves en forma de fiesta con entrada, plato principal y postre, cruces musicales entre rockeros y no rockeros (Fito Páez, Vicentico, Ratones Paranoicos, Miranda! y Soledad ensayaron temas del homenajeado), algo de la fauna artística y la totalidad de la industria, cuadros medios e intermedios incluidos.
Calamaro no lució del todo convencido de estar en ese momento y en ese lugar cuando hizo su entrada, a marcha más que rápida, de la mano de Julieta Cardinali, sin detenerse en la alfombra roja que con tanto esmero había dispuesto la organización. Con el correr de la noche, sin embargo, le fueron dando ganas de acompañar a sus amigos en el escenario para hacer sus propios temas, más o menos ensayados. Y de ir fundiéndose en abrazos con las celebrities que iban llegando: acompañándolo en la mesa principal, Fito Páez, Vicentico, Juanse y Cachorro López. En la mesa contigua, una suerte de segunda línea: su hermano Javier, su manager, Olga Castreno, el guitarrista de la Bersuit, Oscar Righi; Juanjo Domínguez, entre otros.
Otras celebridades criollas aportaron a la fiesta el glamour posible: Integrantes de Arbol, Los Pericos, Luciano Pereyra, Migue García, David Bolzoni, Javier Malosetti, Airbag, Kapanga, Kevin Johansen, Gillespi, Mariano Otero, Manuel Wirzt. Un golpe de suerte llegó para los organizadores cuando hicieron su entrada, en mitad de la fiesta, Viggo Mortensen y la española Ariadna Gil, en plena gira de promoción de la película Alatriste, que terminaron intercambiando mails y teléfonos con el homenajeado. Todo fue dispuesto en el palermitano Espacio Darwin, desprovisto de la coquetería del aristocrático Tattersall, donde el año pasado se entregó la misma distinción a Gustavo Santaolalla, pero con todos los chiches que corresponden al vecindario.
Pero, ¿por qué Calamaro recibía este premio que antes les tocó a Santaolalla, Diego Torres y León Gieco? El primero en enumerar los motivos fue Guillermo Castellani, presidente de la cámara: “Fue decisión unánime por su presente exitoso, por su futuro increíble, por la cantidad de discos vendidos, por las diez nominaciones a los premios Gardel de este año”, explicó. Más tarde, cuando el homenajeado subió a recibir el premio, su agradecimiento fue una suerte de racconto por las múltiples derivaciones de su regreso: entre los laderos a los que agradeció figuraban Javier Limón y Paco de Lucía, Juanjo Domínguez (con quien grabó el tanguero Tinta roja), la Bersuit (la banda con la que regresó a los escenarios), Litto Nebbia (el hombre detrás de El palacio de las flores), Afo Verde (responsable del disco homenaje Calamaro Querido), el Indio Solari (que grabó una versión de “El salmón”) y Cachorro López, que será el productor del próximo disco de Calamaro.
La fiesta tuvo música y presentador, Bebe Contempomi, que una y otra vez anunciaba entusiasmado el derrochero musical que se venía, y que sonó más a zapada de amigos que a la producción dirigida por Afo Verde anunciada. El primero en subir al escenario fue Vicentico, que mostró una versión abolerada de “La parte de adelante” y recordó que el éxito masivo de los Cadillacs llegó con el disco Yo te avisé, producido por Calamaro en 1987. Le siguió Soledad Pastorutti, presentada como “una amiga de Andrés”, con la ranchera “Salud, dinero y amor”. Fito Páez mostró una extraña versión de “Flaca” al piano, que dio paso a “Crímenes perfectos”, a dúo con Calamaro. Miranda! hizo lo que en el balance sonó mejor, con búsqueda retro y algo parecido a lucecitas de arbolito de Navidad enroscadas en sus muñecas: “Otro amor en Avellaneda”, del disco Hotel Calamaro. También hubo tiempo para que Los Ratones Paranoicos, acompañados por Fito en el piano, hicieran su versión de “Para siempre” y cerraran junto a Calamaro con “El tren de las 16”, en único homenaje con otro destinatario –Pappo– de la noche. El próximo 17 de abril la industria volverá a reunirse para entregar sus premios Gardel, esta vez en el escenario ampliado del Luna Park. Seguramente habrá un nuevo homenaje a Calamaro, el intérprete que acumula más nominaciones en todos los rubros.
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