El canto tantas veces esperanzado finalmente se hará realidad: miles de fans de América latina volverán a ver a Soda Stereo en vivo, diez años después de su separación. El trío se presentará en la cancha de River en octubre, en dos conciertos aún sin fecha confirmada debido a que está en estudio el calendario futbolístico, y luego hará una gira por varios países de América latina, donde brindará al menos otros diez conciertos. Aún falta la confirmación oficial, que llegará este domingo, aunque fuentes cercanísimas a la banda y a la productora que organizará los conciertos le aseguraron a Página/12 que el regreso es un hecho. También se prevé que más adelante Gustavo Cerati, Zeta Bosio y Charly Alberti –que ayer, como era de esperar, no contestaban los llamados a sus celulares– ofrecerán una conferencia de prensa para anunciar en persona el regreso de la banda que llevó al rock argentino hasta todos los confines de América latina. Consultado por este diario, Fernando Travi, manager de Cerati, casi confirmó la noticia pese a haber respondido con una evasiva: “Cuando sea, va a haber un comunicado oficial”, que transmitió a través de sus encargados de prensa desde Rosario, donde Cerati tocaba anoche. Hace tres meses, consultado por el Suplemento NO, la respuesta desde el bunker del cantante había comenzado con una carcajada y seguido con el pedido de que le compraran entradas para que no se perdiera su propio reencuentro.

En el entorno de la ahora reunida banda se planeaba entregar la noticia durante el fin de semana, pero ayer un cable de la agencia Télam que aseguraba el regreso del trío desencadenó el frenesí en las redacciones de todos los medios de América latina. Que sí, que no, que ni... No era para menos: Soda Stereo fue, sin dudas, la banda más importante de Sudamérica, tanto por sus innegables logros artísticos como por las barreras que derribó en circuitos rockeros a veces inexistentes. Desde México para abajo, la banda es objeto de veneración y su estatus de mito incluso se acrecentó durante los diez años de ausencia.

Las fuentes consultadas por este diario dijeron que el cable estaba “plagado de inexactitudes”, pero que acertaba en lo más importante: el regreso del trío está en marcha. Entre los errores apuntados estaban las supuestas fechas para los conciertos, que el despacho anunciaba para diciembre. Pero lo que dentro del núcleo de la banda causó cierto malestar fue que se dijera –erróneamente– que Cerati, Bosio y Alberti ya se habían juntado a ensayar. Según las fuentes de Télam, esos supuestos ensayos habían tenido “una energía increíble, con una química formidable” entre los tres músicos. Pero, dicen desde adentro, nada de eso sucedió todavía. Tal vez la confusión haya venido porque hace unos días se vio salir a los tres músicos de un estudio fotográfico del barrio de Villa Urquiza, donde se realizaron tomas que supuestamente servirían para promocionar el lanzamiento de un dvd –el Unplugged que la banda grabó para MTV en 1996–, pero que en realidad serán las que acompañarán al anuncio oficial del próximo domingo.

La vuelta de Soda Stereo se manejó con una reserva y un sigilo dignos de los agentes secretos durante la Guerra Fría. Y para muestra alcanza con decir que los contratos están firmados desde hace un año, según averiguó de fuentes inobjetables Página/12. Entre otras cosas, no se sabe qué músicos acompañarán a Soda, aunque podría especularse que el tecladista Tweety González, que tocó con la banda y coprodujo Siempre es hoy con Cerati, debería ser de la partida. ¿Y Richard Coleman, miembro original de Soda, tantas veces invitado del trío y hasta este sábado (cuando Cerati cierre su gira solista en el Yatch Club de Asunción del Paraguay) miembro del grupo del cantante? Cada uno de los que participaron del operativo debió firmar varios acuerdos de confidencialidad, para que la noticia no se filtrara antes de tiempo. Pero, evidentemente, alguien tuvo un lapsus que terminó de confirmarle a Télam lo que ya circulaba como rumor.

Lo que llama la atención es el empeño que los propios músicos pusieron en negar un regreso para el que sólo faltaban detalles. En diciembre de 2006, Cerati, que había ganado la encuesta del NO con el notable Ahí vamos, abría una puerta, pero enseguida volvía a cerrarla: “Nos hemos acercado con Zeta y Charly; nos hemos visto varias veces. No es que estuviéramos peleados, pero me siento más tranquilo con respecto a eso, con menos resentimientos. (...) Si existe algún tipo de encuentro, ocurrirá porque tiene que ocurrir, pero está lejísimo todavía. (...) Artísticamente, me interesa mucho más donde estoy parado en este momento y hacia dónde apunto que resucitar cosas o pensar en si sería posible. Pero tampoco puedo descartarlo. No sé adónde pueden llevarnos las vueltas de la vida”.

En marzo, el rumor del regreso creció, y Bosio, que estaba trabajando en su programa de televisión (Personal Rock Road) y como invitado de Catupecu Machu, se plantó ante el suplemento: “Muchas veces he tenido que desmentir esto, y la verdad es que ya es muy desgastante salir a decir que no. No tuvimos ningún tipo de reunión en estos días, ni nos hemos puesto de acuerdo en nada”. Alberti estaba terminando el debut de su banda Mole (que toca esta noche en La Trastienda), y también se desentendió, aunque se mostró predispuesto al reencuentro: “Son más rumores, no ha cambiado nada. En este momento no pienso en otra cosa más que en Mole. Si estuviera confirmado, no estaría haciendo un disco. Ni siquiera soy solista, tengo una banda. Yo fui el primero de los tres que se reconcilió con la idea de que alguna vez pudiese pasar algo. (...) Si alguna vez la situación llegase a darse, yo lo haría. Fue un buen momento de mi vida, crecí junto con Gustavo y Zeta, y logramos algo muy importante. (...) El tiempo ha limpiado las asperezas, quizá me encuentre mañana con ellos y surja la idea. Pero hoy no”.

Pero hoy sí. Quedará pendiente preguntarles a los tres por qué tanto misterio si ya estaba todo acordado. Pero miles de fans a los que no les preocupan esas minucias, ante la perspectiva de volver a emocionarse con “La ciudad de la furia” y “De música ligera”, son quienes ahora exclaman el caballito de batalla de los shows de despedida, en un estadio que ahora servirá para el reencuentro: “Gracias... ¡totales!”.