Unas 63 mil personas homenajearon ayer a la fallecida princesa Diana de Gales, en un concierto en el estadio de Wembley de Londres, en medio de un incremento de las medidas de seguridad, un día después de que el alerta terrorista en Gran Bretaña fuera profundizado. El concierto fue organizado por los hijos de Diana, los príncipes Guillermo y Enrique, para marcar los diez años de su muerte, ocurrida el 31 de agosto de 1997 en un accidente automovilístico en París. El espectáculo, transmitido en directo por televisión a una audiencia de 500 millones de personas en 140 países, tuvo lugar el día en que Diana hubiera cumplido 46 años.

Las medidas de seguridad fueron reforzadas luego de tres atentados frustrados en Londres y Glasgow (Escocia), entre viernes y sábado. En total, 450 oficiales de la policía fueron desplegados y los asistentes fueron sometidos a estrictos controles de seguridad. El príncipe Enrique subió al escenario, junto a su hermano Guillermo, y saludó a los espectadores con un “Buenas tardes, Wembley”, con lo que inauguró el recital, en una jornada de sol tras varios días de lluvia. “Este evento evoca todo lo que nuestra madre amaba en la vida: la música, la danza, las organizaciones caritativas, su familia y sus amigos”, dijo el príncipe Guillermo, de 25 años. Sir Elton John, aclamado por los asistentes, abrió el recital con la balada “Your Song”. El artista británico tenía previsto retomar al cierre del espectáculo la versión dedicada especialmente a la princesa de “Candle in the Wind”, que entonó durante sus exequias. Los primeros 22.500 billetes para el concierto, puestos a la venta en diciembre, se agotaron en 20 minutos. Entre los espectadores se encontraban las princesas Eugenia y Beatriz, hijas del príncipe Andrés; Kate Middleton, ex novia del príncipe Guillermo; y Chelsy Davy, la novia del príncipe Enrique. Una veintena de artistas aportaron su grano de arena al homenaje a Diana, que incluyó también a los actores Sienna Miller y Dennis Hopper como maestros de ceremonia, así como testimonios sobre la vida de la princesa y sus acciones caritativas. “Debemos mantener viva su herencia”, dijo el ex presidente de Estados Unidos Bill Clinton, en un mensaje de video. Después de Elton John fue el turno de Duran Duran, banda de la que Diana era aficionada, y de los cantantes británicos James Morrison y Lily Allen, la rapera Fergie y el rapero estadounidense Pharrell Williams. El programa del concierto contemplaba además las actuaciones de Statu Quo, Rod Stewart y Tom Jones, entre otros.