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Jueves, 11 de octubre de 2007

MUSICA › ISABEL DE SEBASTIAN Y BOB TELSON

Todas las conexiones de un viaje Nueva York-Buenos Aires

La ex cantante de Metrópoli y el autor de la música de Bagdad Café llevaron su condición de pareja más allá de la vida cotidiana: hoy presentarán en La Trastienda Trip, el CD que grabaron juntos.

 Por Roque Casciero

Si la escena fuera de una película romántica, tendría que haber sido filmada en blanco y negro: ella, una joven cantante de pop rock venida de un país lejano; él, un compositor y pianista con cierto renombre; el lugar, Nueva York. El, Bob Telson, la esperó esa noche a ella, Isabel de Sebastián, parado al lado de su Ford Farlaine blanco y verde, modelo 55, tapándose de la lluvia con una sombrilla china de papel. Y luego la llevó a escuchar a Philip Glass, a comer en un restaurante mexicano donde un trío tipo Los Panchos cantaba entre las mesas, y finalmente a ver a una amiga bailar la danza del vientre mientras tocaba una orquesta árabe. Telson bien podría ponerle música a una secuencia así. No por nada fue quien hizo la banda sonora de la recordada Bagdad Café y, más cerca en el tiempo, La vida según Muriel. Y De Sebastián tendría la voz cantante, como en sus tiempos en Metrópoli y Las Bay Biscuits. Pero no es una película, sino la forma real en la que empezó el matrimonio entre los dos músicos. Una pareja que, además de dos hijos, ahora tiene un disco en conjunto en su haber. Trip, que presentarán esta noche en La Trastienda, reúne composiciones de Telson para diferentes proyectos, en bellas versiones que recuperan la voz de De Sebastián, alejada del canto durante unos años.

–¿Por qué tardaron tanto tiempo en hacer un disco juntos?

Isabel de Sebastián: –¡Por falta de imaginación! Literalmente, no se nos ocurrió. Mientras vivimos en Nueva York canté tangos y Bob, como para apoyar mi proyecto, aprendió a tocar tango, pero lo del disco no se nos había ocurrido. Además, me quedé muda un par de años escuchando a las cantantes que trabajan con Bob. Jevetta Steele, la cantante original de “Calling you” (la canción principal de Bagdad Café), sigue cantando en las obras de Bob. Y frente a semejante talento vocal, tanto de Jevetta como de toda la tradición gospel de Estados Unidos, me quedé escuchando durante muchos años: era sumamente innecesario que cantara yo. Pero cuando nos radicamos en Buenos Aires Bob empezó a pensar en que sería bueno tocar acá, ya que ahora es nuestra ciudad. Y un amigo nuestro, Richard Schindel, que es un músico de culto norteamericano que vive acá, nos dijo: “Bueno, pero tienen que hacerlo juntos”. Creo que si Richard no nos hubiera comentado eso, no se nos habría ocurrido. A esa altura ya habíamos hecho terapia de pareja; cuando nos encontramos con el analista y le dijimos que estábamos haciendo un disco, él nos dijo: “¿Cómo no se me ocurrió a mí?”

Bob Telson: –Isabel cantó rock en la Argentina, tango en Nueva York, y ahora que vuelve a su ciudad natal, canta mis canciones en inglés.

De Sebastián: –Lo de allá era una necesidad de hacer algo propio e identificarme con algo distinto: en Nueva York no se necesitaba mi voz cantando en inglés. Y acá me pasa lo mismo, canto en inglés para rescatar lo que me falta de los catorce años que viví allá. Además, es nuestra conexión con la historia musical de Bob.

Telson: –Isabel canta muy bien mis canciones y entiende perfectamente mis intenciones al componer. En el disco hicimos una elección de canciones más cercanas a los standards, que pueden cantarse más fácilmente. Hice muchas canciones con elementos de gospel y de salsa, para la cual hay que sentirse cómodo en cierta tradición, entonces dejamos eso de lado.

–Ustedes se instalaron en la Argentina cuando todo el mundo estaba yéndose. ¿Por qué tomaron esa decisión?

De Sebastián: –Por cuestiones familiares, necesité estar cerca en ese momento. Bob me dijo: “Un año, solamente un año”. Pero a los pocos meses nos dimos cuenta de que estábamos mucho más contentos criando hijos en la Argentina que en Estados Unidos.

Telson: –Aquí hay una vida mucho más agradable que en Manha-ttan. Obviamente que me gustaron mucho los años que viví allí y aproveché mucho toda la música del mundo que escuché ahí, la gente y demás, pero ahora prefiero vivir aquí. En Manhattan hay gente de todo el mundo y nadie se tiene confianza. Es más seguro que antes, pero tampoco es fácil vivir.

–Pero al trabajar en música para películas y de obras musicales, ¿no sintió que se corría del lugar central?

Telson: –Nueva York tampoco es el centro. Siempre había pensado en vivir algún día en Los Angeles, que es el centro de los compositores para películas, pero tengo amigos que están ahí y me dicen que la ciudad no es fácil para nada. No me gusta la vida de autopistas y estrellas. De todos modos, desde que estoy aquí pude hacer varias cosas for export.

–De Sebastián, usted cantó tangos con un registro diferente al que usaba en Metrópoli, la banda que compartía con Ulises Butrón. Pero ahora también usa otro estilo para interpretar las canciones de su esposo.

De Sebastián: –Tiene que ver con que el tango quise interpretarlo de manera más propia, entonces me salía rockeado, más arrabalero y patotero. Pero cuando cantaba tangos no me acordaba tanto de mi época de rock. Tuve una pequeña amnesia, como ahora la tengo con respecto al tango, aunque inconscientemente esas cosas se junten. Las canciones de Bob tienen una necesidad estilística totalmente distinta, por su rango súper amplio, entonces tuve que encontrar qué parte de mí tiene que ver con la canción. El disco y el concierto no se trata tanto de mí cantando y de Bob tocando, sino de las canciones. Lo que más me seduce de las canciones de Bob es que tienen una enorme riqueza musical, pero aparecen simples, amigables al oído de la gente.

–Con la obra que tiene Telson, ¿por qué el disco sólo tiene diez canciones?

Telson: –Es un buen menú. Con tantas influencias, si hubiera más quizá dejaría mareada a la gente. Un trip (viaje) no debe ser demasiado largo si va a tener tantos paisajes. Mi estilo es la gran curiosidad por las músicas del mundo. Empecé de joven en la música clásica y todavía me gusta Bach más que nada, pero también en mis viajes musicales toqué con los mejores de salsa, como Tito Puente y Machito, con los mejores del gospel, como los Five Blind Boyds of Alabama, los mejores de la música clásica moderna, como Philip Glass, trabajé con Caetano Veloso y Gal Costa en música brasileña... Y todo por la curiosidad: soy como un perro que va donde huele algo interesante.

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De Sebastián y Telson vivieron 14 años en Manhattan, hasta que decidieron radicarse en Buenos Aires.
Imagen: Guadalupe lombardo
 
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