Jue 05.06.2008
espectaculos

CINE › LA CUESTIóN HUMANA, DE NICOLAS KLOTZ Y ELISABETH PERCEVAL, PROTAGONIZADA POR MATHIEU AMALRIC

Cuando el nazismo es el ejército neoliberal

La primera película que se estrena en Argentina de estos notables realizadores franceses propone una tesis perturbadora: que la economía liberal recuperó para su causa los eufemismos de lenguaje con que la burocracia nazi sistematizó el genocidio.

› Por Luciano Monteagudo

“La reducción, por parte de Europa, de los seres humanos a cifras, a flujos, a cuotas, a un problema que requiere una solución técnica, no puede más que anunciar una época sombría. ¿Hasta tal punto la realidad y la historia han sido excluidas de la vida pública, de nuestros valores, de nuestro presente? ¿Nos habremos convertido en un pueblo indiferente, cuyo único vínculo con el mundo es la industria de la información? Ese filtro casi genético del mundo, que reorganiza y redefine permanentemente lo ‘real’ según los mercados financieros, configura e irradia nuevos sistemas de pensamiento e impulsos que interrogan en profundidad el cine moderno.”

Con estas palabras, los cineastas Nicolas Klotz y Elisabeth Perceval presentaban en el último Bafici un foco dedicado a su propia obra, que ellos han llamado “Trilogía de los tiempos modernos” pero que bien podría denominarse también “Trilogía de la exclusión”: Paria (2000), La Blessure (2005) y La Question humaine (2007). Si en las dos primeras, que están entre el cine más político y más inteligente que haya dado Francia en muchos años, el director Klotz y la guionista Perceval posaban su mirada siempre austera, descarnada en las víctimas del racismo y la marginación social, en La cuestión humana, en cambio, inspirados en una novela de François Emmanuel, proponen el perfecto contracampo: la radiografía de los victimarios, del ejército de tecnócratas y mercenarios al servicio de las corporaciones transnacionales contemporáneas.

Psicoanalizar la economía liberal, desenmascarar sus poderosos engranajes, revelar los subtextos que esconde el eufemismo del lenguaje capitalista: ése es el programa de la película de Klotz y Perceval. Que puedan llevarlo a cabo a través de una forma múltiple y compleja es lo que hace de su película una obra de una riqueza infrecuente: La cuestión humana es, al mismo tiempo, un thriller político y un film de espionaje, una exploración del lenguaje de los cuerpos y un relato en la frontera del fantástico, que trasciende la simple descripción de la realidad para adentrarse en una verdad más profunda, la de la conciencia.

Simon (Mathieu Amalric, el gran actor francés de la nueva generación, multipresente en el cine comercial y también en el más radical) trabaja como psicólogo en el Departamento de Recursos Humanos de un complejo petroquímico multinacional. Uno de sus superiores (Jean-Pierre Kalfon) le confía una misión secreta: investigar a un dirigente de la empresa (el legendario Michael Lonsdale). La dirección tiene sospechas de la salud mental de este hombre que se encierra durante horas en su automóvil para escuchar música clásica.

Pero hay dos hombres en Simon. El cuadro eficiente, experto en la selección de personal y también en la de su eliminación, capaz de aplicar con frialdad las soluciones más racionales y también las más drásticas. Simultáneamente, en Simon anida también un seductor exacerbado por el deseo, que de noche, cuando se desprende de la rigidez de su uniforme corporativo, libera su cuerpo en danzas histéricas y se abandona a los fantasmas de su inconsciente.

¿Qué fractura se esconde detrás del Dr. Jekyll y el Mr. Hyde que conviven en este pequeño soldado? ¿Qué trauma acosa al veterano directivo de la empresa sumido en el cinismo, la soledad y el aislamiento? ¿Qué oscuro secreto guardan los archivos de la corporación, presente en el paisaje industrial europeo desde los tiempos de la Segunda Guerra Mundial? Ya en La Mémoire courte (1979), los argentinos Eduardo De Gregorio y Edgardo Cozarinsky habían logrado identificar el espectro de la historia en la ideología contemporánea. Ahora La cuestión humana profundiza ese camino olvidado para proponer una tesis perturbadora: el liberalismo actual es hijo, genético y genealógico, del nazismo.

El film de Klotz y Perceval va atravesando las distintas capas de sentido que nutren a su protagonista hasta descubrir de qué manera el siempre joven, disciplinado ejército de la economía liberal –con sus trajes negros como los uniformes de la SS– recuperó para su causa los eufemismos de lenguaje con que la burocracia nazi sistematizó el genocidio: planificación, depuración, reubicación, mercancía, traslado... Por más que sean hoy de uso cotidiano, no son palabras inocentes las que descubre, como una revelación, La cuestión humana.

8-LA CUESTION HUMANA

(La Question humaine, Francia/2007).

Dirección: Nicolas Klotz.

Guión: Nicolas Klotz y Elisabeth Perceval, basado en la novela homónima de François Emmanuel.

Fotografía: Josée Deshaies.

Música: Syd Matters.

Intérpretes: Mathieu Amalric, Michael Lonsdale, Edith Scob, Jean-Pierre Kalfon y Lou Castel.

Estreno únicamente en Arteplex Centro, Arteplex Belgrano y Dúplex Caballito.

(Versión para móviles / versión de escritorio)

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS rss
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux