Miércoles, 25 de marzo de 2009 | Hoy
CINE › AHORA LA INDUSTRIA DEL CINE INDIO SE ALIMENTA DE OCCIDENTE
Kylie Minogue –a quien le acaban de pagar cien mil libras por día para participar del film Blue– y Sylvester Stallone son sólo algunas de las figuras que están trabajando para el gigante indio. Por otra parte, Slumdog Millionaire empieza a ser un boom de exportación.
Por Andrew Buncombe *
Desde Delhi
A ella le significó una atractiva ganancia de cien mil libras por día, pero los productores de Blue, una película de Bollywood aún en producción, obviamente pensaron que valía cada centavo. Kylie Minogue, la vecinita convertida en chanteuse internacional, es sólo la más reciente en un número creciente de estrellas occidentales que han sido atraídas a Bollywood con la promesa de un abultado cheque, exposición a un nuevo público grande y entusiasta, y una pizca de excitación de la mayor industria cinematográfica mundial.
“La experiencia ha sido intensa –dijo ella durante una reciente conferencia de prensa en Mumbai, donde pasó ocho días filmando dos escenas de canciones–. He hecho muchas cosas antes, particularmente videos musicales, pero en Bollywood, con tantas personas en el estudio y el ritmo al que trabajan... fue una experiencia totalmente nueva. El hecho de que me hayan invitado a venir y ser parte de una película de Bollywood seguramente debe estar diciendo algo acerca de los sentimientos en la industria.”
El enganche de la cantante australiana con la estrella india Akshay Kumar en lo que seguramente será la película de Bollywood más cara hasta la fecha (aunque todavía una ganga según los estándares de Hollywood, con 20 millones de libras esterlinas) es sólo un ejemplo de la creciente fertilización cruzada entre Oriente y Occidente. Sylvester Stallone, la leyenda mascullante de Rocky y Rambo, y Brandon Routh, la pulcra estrella de Superman regresa, han filmado hace poco partes para otra película de Bollywood próxima a estrenarse, Kambakht Ishq, en la cual también aparece la otrora chica Bond Denise Richards. Mientras tanto, Barbara Mori, la actriz mexicano-uruguaya que crece rápidamente, aparecerá en otro film de Bollywood, Kites.
“Kylie no sólo es una fabulosa cantante, performer, actriz e icono mundial. Un hombre como yo haría cualquier cosa por tener la oportunidad de trabajar con alguien así –le dijo Kumar a The Independent el domingo pasado–. Necesitábamos una canción que le volara la cabeza a la gente, porque ésta no es la típica película de Bollywood, donde hay una canción para cada ocasión. Así que ésta debía llevar a nuestra película a otro nivel.” Y agregó: “Cualquier actor de cualquier país siempre puede aportar algo nuevo, especialmente si hay cultura o talento involucrados. En mi caso, siempre hay una razón por la que elijo semejantes estrellas internacionales para ciertos proyectos. No necesitamos simplemente un rostro famoso; necesitamos una conexión. Lo bueno es que ahora el mundo se ha vuelto muy abierto a la aventura (el éxito de Quién quiere ser millonario es prueba suficiente). Pero ahora que el cine indio alimenta al resto del mundo, no se trata sólo de indios ‘hechos en casa’ entretenidos o amados”.
Y no es enteramente tráfico de una sola mano. En un ejemplo de cómo el talento indio de a poco hace sentir su presencia en Hollywood, el mundo del cine está inundado por el chisme de que Freida Pinto, la heroína de la película ganadora del Oscar Quién quiere ser millonario, será la nueva chica Bond en la próxima película protagonizada por Daniel Craig. Aparentemente, Pinto –quien también estará involucrada en el próximo proyecto de Woody Allen– fue invitada a ser parte de una prueba de cámara en busca de la próxima de la larga hilera de mujeres glamorosas de 007.
Por supuesto, fue el éxito de la historia de mendigos a millonarios de Danny Boyle, que se llevó ocho Oscar, la que atrajo la atención sobre el potencial del talento indio que podía pasar a Occidente. También forzó a la gente a cuestionarse por qué, incluso ahora, la mayoría de las estrellas de Bollywood –inimaginablemente famosas en la India– no lograron tener impacto en Occidente. El veterano actor Anil Kapoor, una de las estrellas de Quién quiere ser millonario, sugirió que un factor podía ser un elemento de racismo entre el público occidental.
“Creo que los productores de Bollywood están empezando a pensar globalmente y quieren llegar a un público más amplio que sólo la India –dijo el analista de la industria cinematográfica india Taran Adarsh–. ¿Y qué mejor modo de hacer eso que tener una estrella internacional? Eso puede atraer gente de Europa o de Estados Unidos.”
* De The Independent. Especial para Página/12.
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