El dibujante y escritor rosarino Roberto Fontanarrosa es el autor de los diseños y el guión que le dan vida a una versión animada del Martín Fierro, el célebre poema de José Hernández que los especialistas Norman Ruiz y Liliana Romero están filmando en Buenos Aires y que se estrenará probablemente el año próximo.
Ruiz y Romero, autores del largo de animación El color de los sentidos –basado en la obra de los pintores argentinos Antonio Berni, Benito Quinquela Martín, Raquel Forner y Cándido López–, fueron elegidos por el propio Fontanarrosa para llevar adelante este nuevo proyecto que tiene como figura central al gaucho Martín Fierro.
Sin título confirmado todavía, esta nueva aproximación cinematográfica al universo telúrico del personaje de José Hernández se propone lograr una experiencia inédita en el ámbito del cine de animación argentino, ya que además de darles vida a los dibujos de Fontanarrosa, los directores le agregarán una técnica que ellos definen como innovadora y que ya aplicaron en trabajos anteriores. Con un guión de Fontanarrosa y Horacio Grimberg, música de Mauro Lazzaro y producción de Pablo Rovito, esta película confirma el interés que la figura de Martín Fierro está despertando entre los cineastas locales, como lo demuestra Martín Fierro, el ave solitaria, que el tucumano Gerardo Vallejo filmó este año con Juan Palomino en el papel principal.
La película, que tendrá mucha acción y podría estrenarse a fines de 2006 o principios de 2007, estará construida en base a los diseños y dibujos originales realizados por el escritor y dibujante rosarino, que los directores y un equipo de realizadores y artistas plásticos están animando sobre fondos creados por ellos.
Ruiz y Romero son los autores del largometraje de animación El color de los sentidos, que tiene a la obra de Antonio Berni, Benito Quinquela Martín, Raquel Forner y Cándido López como fuente de inspiración, y cuyo estreno está previsto para abril del año próximo. Sorprendidos por la novedosa técnica de animación mixta que los directores pusieron en práctica para darles vida a los cuadros de esos famosos artistas plásticos argentinos, los productores de la película los pusieron en contacto con Fontanarrosa, que vio sus trabajos y los eligió para llevar adelante este proyecto.
“Queremos dar un vuelco en el cine argentino de animación, con un trabajo que no es comercial pero sí artístico”, dijo Ruiz, que es quien dirige los aspectos cinematográficos del film, mientras Romero conduce un equipo de artistas que pinta los fondos y hace las animaciones.
“Y también queremos dejar constancia de que el cine de animación puede estar unido a las artes plásticas de una manera artesanal”, agregó el animador. Fontanarrosa, que se adentró en el universo gauchesco a partir de su desopilante y ya célebre Inodoro Pereyra (cuyas andanzas fueron reunidas en más de una veintena de libros), es, además de dibujante, un notable narrador de lo cotidiano. Además de crear al compañero del perro Mendieta, el artista rosarino, del que todavía se recuerda su celebradísima intervención en el Congreso de la Lengua, cuando dedicó su exposición a las así llamadas “malas palabras”, también publicó títulos como El área 18, El mundo ha vivido equivocado, El sexo de Fontanarrosa, El segundo sexo de Fontanarrosa, Fontanarrosa y los médicos, Fontanarrosa y la política y Fontanarrosa contra la cultura.
Otras publicaciones de su cepa se titularon Fontanarrosa continuará, El fútbol es sagrado, Fontanarrosa de penal, Fontanarrosa es Mundial, Los clásicos según Fontanarrosa, Semblanzas deportivas, Sperman y el clásico Boggie, el aceitoso.