Considerado como uno de los últimos dinosaurios del cine argentino, el veterano realizador Emilio Vieyra estrenará este jueves Cargo de conciencia, un thriller que se mete con el tema de la corrupción de la clase política y que es la película número 33 de una dilatada carrera como productor y director. Con títulos en su haber que superaron el millón de espectadores en su explotación local (como Quiero llenarme de ti o Los irrompibles), Vieyra, que transitó prácticamente todos los géneros, incluido el terror, dirigió también obras de inocultable oportunismo, como la saga de los policiales Comandos azules, que realizó en 1979 y 1980, durante la última dictadura militar. Con 84 años, Vieyra se define sin pudores como un “fabricante” de películas: “No me considero un artista sino un artesano del cine. Soy un fabricante de películas al que le interesa hacer un producto que la gente consuma. A mí lo que me interesa es el cine que entretiene”, afirma. Realizador de comedias como Villa Cariño está que arde (1968) o de los primeros films de Sandro, Vieyra dice que Cargo de conciencia “es una historia de ficción, pero tiene mucho de lo que nos rodea”. Protagonizada por Rodolfo Ranni, Rubén Stella, Alicia Zanca y Pepe Soriano, la nueva película de Vieyra se opone a la despenalización del consumo de drogas. “Al comienzo de la película está el suicidio de un senador, sospechado de enriquecimiento ilícito pero que, con una hija adicta, se opone a la despenalización del consumo de drogas. Ahí comienza la trama policial de la película, en la cual un periodista y una inspectora policial deberán ir atando cabos para resolver el misterio”, explicó Vieyra.