Tras más de medio siglo de ser ignorado por la cultura popular anglosajona, Johnny al fin va a Hollywood. O quizás Hallywood: Quentin Tarantino le pidió a la estrella del rock francés Johnny Hallyday, de 66 años, que aparezca en una película, posiblemente en 2010. El legendario cantante francés, alguna vez descripto por el USA Today como “la mayor estrella de la que nunca oíste hablar”, está considerando también una oferta de los hermanos Joel y Ethan Coen. “Quentin Tarantino está escribiendo un guión para mí, pero todavía no he leído nada”, le dijo Hallyday al periódico Le Parisien. “También voy a encontrarme con los hermanos Coen, que se contactaron con mi agente.”

Se dice que el director de Perros de la calle y Pulp Fiction quedó impactado por la performance de Hallyday como un gangster veterano en Venganza, el thriller del director chino Johnnie To que se exhibió en el Festival de Cannes de mayo pasado. Tarantino, quien estaba en el festival presentando su nueva película Bastardos sin gloria, cenó con el artista francés, y allí llegaron a un principio de acuerdo para hacer una película juntos. Aparecer en un film de Hollywood puede ser la consagración final para Hallyday, quien se convirtió en un héroe nacional francés gracias a su relectura de todo estilo de la música pop inglesa y estadounidense desde 1958. Ha aparecido en treinta películas de su país, usualmente como estrella pop o gangster. Nunca hizo una película en su “tierra espiritual”, Estados Unidos, su ocasional lugar de residencia. “Johnny”, como se lo conoce universalmente en el mundo francófono, está completando su gira de despedida por Francia, titulada Tour 66 en referencia a su edad y a la carretera transcontinental que forma parte de la leyenda rockera norteamericana. Entre los conciertos pasa mucho tiempo en Los Angeles, donde sus dos hijas vietnamitas adoptadas, Jade y Joy (de cinco y dos años), van a la escuela y al jardín de infantes, respectivamente.

Según reveló a comienzos de este año, cuando está en Estados Unidos, Hallyday disfruta conducir una Harley-Davidson a través del desierto californiano, y quedarse de incógnito en pequeños moteles ruteros. Hasta ahora ha habido escaso riesgo de que lo reconozcan: después de 51 años en el negocio, 900 canciones grabadas, cien giras, cuatro esposas, dos hijos, dos nietos, dos hijas adoptadas, dos intentos de suicidio y treinta películas, la popularidad de Johnny está casi exclusivamente restringida al mundo de habla francesa.

En un aspecto ciertamente inusual para un hombre de cine estadounidense, Quentin Tarantino es un profundo conocedor del cine extranjero. Y de acuerdo con la revista Paris Match, el director y productor admira a Hallyday como actor desde mucho antes de verlo en Venganza. Tarantino es fan del mítico director francés Jean-Luc Godard y aparentemente descubrió a Johnny en Detective, película que Godard realizó en 1984. En una entrevista con Paris Match, Hallyday dijo: “Tengo dos o tres propuestas cinematográficas que me interesan, incluyendo una en la que Tarantino es el escritor. Nos encontramos en Cannes, después de la proyección de Venganza: me dijo que había amado el film, y que quería que trabajáramos juntos”. La gira final de Hallyday viene marcada por temores relacionados con su salud. El verano pasado fue operado por un cáncer de colon. En un accidente en el que resbaló en la cubierta de un yate en St. Tropez, en julio, se dislocó la cadera y debió subir al escenario atiborrado de analgésicos. En la entrevista de Le Parisien admitió que finalmente tuvo que afrontar el tema de su propia mortalidad. “Me dijeron que tras la operación de cáncer tuvieron dificultades para despertarme... eso me dio escalofríos en la columna. Mis hijas son muy chicas. He tenido una buena vida, pero quiero verlas crecer. Ellas necesitan un papá.”

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.