El cineasta argentino Flavio Florencio es también un promotor de películas africanas y trabajó mucho tiempo como programador en el Festival de Cine de Zanzíbar (una pequeña isla ubicada en el Océano Pacífico, que es muy significativa en la historia de la región ya que fue un centro donde se vendían los esclavos). Florencio reparte su año entre México, donde es el director del Festival Africala, y el continente más pobre del mundo. Como es un verdadero conocedor del cine de aquel lado del mundo, fue convocado por la Embajada de Sudáfrica en la Argentina para ser el curador del Panorama de Cine Sudafricano Contemporáneo, que se desarrollará entre hoy y el miércoles 17 en el Gaumont Espacio Incaa Km 0 (Rivadavia 1635) y en la Sala Julio Cortázar del Paso La Plaza (Corrientes 1660), con entrada gratuita.

“La muestra intenta brindar un panorama contemporáneo a través de 17 películas que pertenecen a los últimos años y que en su mayoría estuvieron en festivales como, por ejemplo, la Berlinale”, comenta Florencio a Página/12. “Como es un panorama de cine contemporáneo, el criterio de programación fue muy amplio. Hay comedias, películas de autor, cortometrajes experimentales y otros que fueron parte de concursos donde ganaron premios. Y en cuanto a las ficciones, elegí de todo un poco: hay películas que estuvieron en grandes festivales y hay otras que fueron más arriesgadas, que tal vez por sus temáticas no tuvieron tanta difusión”, agrega el curador. La muestra cinematográfica que forma parte de una actividad mayor denominada “Festival de Sudáfrica 2010: celebramos con Argentina su Bicentenario”, un evento que incluye diversas actividades culturales, deportivas y políticas, organizado por la Embajada de Sudáfrica en la Argentina, y que se extenderá hasta el 4 de diciembre.

Themba: A Boy Called Hope, dirigida por Stepahnie Sycholt, es el largometraje de ficción que inaugura la muestra hoy a las 19 en el Gaumont. “Es la película del momento en Sudáfrica y toca el tema del VIH. Vale recordar que el 10 por ciento de la población sudafricana está contagiada por este virus”, cuenta Florencio. Otra de las ficciones es Triomf, de Michael Raeburn, una película que el curador define como “muy provocadora, porque habla del último día del apartheid y sobre cómo se vivió desde el sector de los blancos. Es muy fuerte y ha tenido mucha repercusión”.

Entre las principales novedades de la muestra de cine sudafricano contemporáneo, hay un nombre clave de la filmografía de este país: el documentalista François Verster, quien visitará Buenos Aires para presentar cuatro de sus producciones. “Uno de los documentales es The Mother’s House, que filmó durante cuatro años siguiendo la vida de una niña”, anticipa Florencio sobre este film, que refleja cómo en la familia de esta pequeña van incrementándose los problemas de violencia y droga. Otro documental que presentará Verster es A Lion’s Tail, que refleja la historia de la canción más famosa de Africa, y que estuvo nominado al Emmy. When the War Is Over, en tanto, aborda las secuelas de la lucha sudafricana contra el apartheid. Y el cuarto documental de este cineasta sudafricano es Sea Point Days, en el que muestra una franja de terreno en la ciudad más meridional del Africa, que divide el centro urbano del mar y que fue un punto clave durante el apartheid, mientras que en la actualidad es un lugar habitado por personas de diferentes clases sociales, razas y religiones. “Es muy interesante porque cualquier persona que vaya en la actualidad a Sudáfrica va a ver viejos emblemas del apartheid, que eran lugares de blancos, y ahora se puede observar esta mezcla de razas y religiones. De hecho, antes, en la zona costera de Ciudad del Cabo, las playas estaban cerradas para los negros. Ahora hicieron pasillos entre las casas para que todo el mundo tenga acceso a las playas. Y se puede ver esta mezcla de gente. Esta película habla sobre un lugar que era un emblema del apartheid, que ahora está lleno de gente de distintos niveles sociales y diferentes religiones. Entonces, menciona un poco el pasado, el presente y el futuro del país”, comenta Florencio.

La ficción Jakhalsdans, de Darrel Roodt –director nominado el Oscar por Yesterday–, retrata la típica historia de una familia blanca. The 16th Man, de Clifford Bestall, es un documental sobre el rugby en Sudáfrica, que durante mucho tiempo fue un deporte sólo para los blancos. Hasta que en 1994, con la asunción de Nelson Mandela y la necesidad de la unidad racial, todo comenzó a cambiar, y también este juego. De hecho, Sudáfrica organizó la Copa Mundial de Rugby en 1995. Florencio destaca que toca el mismo tema que Invictus (dirigida por Clint Eastwood y protagonizada por Morgan Freeman) “pero desde una órbita que no es la hollywoodense”. Jerusalema, de Ralph Ziman, es la típica película de gangsters pero con la novedad de que fue hecha en Sudáfrica. Otra de las películas más vistas en Sudáfrica y que ahora ofrece la muestra es White Wedding, de Jann Turner, una comedia sobre el amor, la amistad y sobre las dificultades que hay que atravesar en la vida para encontrar la felicidad. Filmado en Ciudad del Cabo, el largometraje Long Street, de Revel Fox, presenta la historia de la relación complicada entre una adicta recuperada y su madre. La muestra también incluye cortometrajes, dos de los cuales participaron en el Festival de Berlín: Father Christmas Doesn’t Come Here, de Bhekumuzi Sgweje Sibiya, y The Abyss Boys, dirigido por Jan-Hendrik Beetge. También podrá verse el corto de animación Agenda, de Diek Grobler, realizado con la técnica stop motion.

* La programación completa, horarios y sedes de proyección pueden consultarse en www.sudafrica.org.ar