Sin un fenómeno como el que generó El secreto de sus ojos en 2009, la cantidad de espectadores que vieron películas argentinas en 2010 se redujo un 32,44 por ciento respecto del año anterior: mientras que en 2009 presenciaron films nacionales 5.265.334 espectadores, las butacas cubiertas para la producción local en 2010 fueron 3.557.045. Al dato de la falta de un megaéxito de taquilla, como el largometraje de Juan José Campanella, hay que sumarle el creciente problema de la exhibición en Argentina, donde los tanques extranjeros arrasan lisa y llanamente en los complejos multipantalla dejando poco espacio para la producción local. Si se miden los datos de recaudación de las películas argentinas, hubo un 19,15 por ciento menos que en 2009: en aquel año ingresaron 70.397.013 pesos y en 2010 se redujo a 56.916.016 pesos. Estas estadísticas surgen del Anuario de la Industria de Cine 2010 elaborado por el equipo de la gerencia de fiscalización del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa). Se trata de un interesante trabajo que permite trazar un panorama de lo sucedido durante 2010 en cuanto a exhibición, producción y distribución en la industria cinematográfica.

Siguiendo con la exhibición, la película argentina más taquillera fue Igualita a mí, comedia dirigida por Diego Kaplan, que protagonizaron Adrián Suar y Florencia Bertotti: sumó 855.854 espectadores. Esto significa que en 2010 ningún film nacional alcanzó el millón de espectadores, a diferencia de los contundentes 2,5 millones de personas que vieron El secreto de sus ojos en 2009. Segundo se ubicó Carancho: el sexto largometraje de Pablo Trapero que fue precandidato al Oscar a la Mejor Película Extranjera superó el medio millón, con 616.052 espectadores, una cifra que demuestra la creciente aceptación de uno de los máximos exponentes del llamado Nuevo Cine Argentino. Y luego le siguieron Dos hermanos, de Daniel Burman (471.482), Gaturro (412.987) y El hombre de al lado, de la dupla Mariano Cohn-Gastón Duprat, que tuvo una muy buena performance a través del boca a boca: 137.959 espectadores.

Si se tienen en cuenta las cuarentas películas más vistas, entre nacionales y extranjeras, Igualita a mí es la única argentina que se incluye en el top ten, más precisamente en el octavo lugar, y novena entre las producciones nacionales y extranjeras de mayor recaudación, con 14 millones de pesos. Se trata de una cifra importante pero muy alejada de los 59,6 millones que recaudó Toy Story 3, el film de animación de la factoría Disney-Pixar que fue el más visto de 2010 en Argentina, al sumar 3.064.634 espectadores. La segunda posición la ocupó Avatar, la producción más ambiciosa de James Cameron, que fue vista por 2.612.532 espectadores en Argentina y que recaudó en todo el país 49,4 millones de pesos. En tercera posición –muy cerquita– quedó otro film de animación: Shrek para siempre. El dibujo del ogro verde sumó 49,2 millones de pesos y 2.500.734 espectadores.

Un dato contundente del Anuario Incaa 2010 es lo sucedido con el fenómeno 3D. Los complejos fueron sumando cada vez más pantallas para este formato y las estadísticas indican que hubo 23 estrenos en 2010 en relación con los diez de 2009. Y que 6.406.141 espectadores vieron films 3D en 2010, lo que demuestra un crecimiento notorio respecto del 1.282.974 personas que se pusieron los anteojos para la tridimensionalidad en 2009. ¿Qué decir, entonces, de la recaudación?: En 2009 las películas en 3D dejaron una ganancia en boleterías de 29,5 millones de pesos, mientras que en 2010 la cifra trepó a 161,7 millones. El film en 3D con mayor convocatoria en Argentina fue Avatar, que sumó 1.149.696 espectadores.

Un dato muy importante es que en 2010 se estrenaron 138 películas argentinas, cifra que demuestra que la industria nacional está en franco crecimiento, más allá de los problemas de la exhibición. Y 77 productoras estrenaron películas el año pasado. La que más largometrajes estrenó fue Aleph Media, con tres, seguida por Patagonik Film Group y Matanza Cine, con dos películas cada una de ellas. Y Patagonik fue la que más público convocó: alcanzó un promedio de 429.757 espectadores por estreno.