Mar 06.03.2012
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CINE › SEMANA DE CINE CHINO EN EL INCAA KM 0 GAUMONT

Al encuentro del gigante asiático

Siete films inéditos en la Argentina integran la muestra, organizada por la Embajada de China y el Incaa y que cuenta con aportes de dos de los directores más reconocidos en el circuito de festivales internacionales: Zhang Yimou y Chen Kaige.

› Por Oscar Ranzani

Si se tiene en cuenta que el año pasado se produjeron 791 largometrajes en China, puede asegurarse que “el gigante asiático” es un término que también puede aplicarse al cine de esa geografía. Pero casi nada es lo que llega a la Argentina de películas asiáticas en general o de China en particular. De modo que la Semana de Cine Chino que se desarrollará entre este jueves y el miércoles 14 de marzo en el Espacio Incaa Km 0 Gaumont (Rivadavia 1635) permitirá conectar al público argentino con una filmografía prácticamente desconocida. Organizada por la Embajada de China y el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), la muestra incluye siete largometrajes de ficción de directores contemporáneos que son muy populares en su país, entre ellos dos de los más reconocidos internacionalmente, como Zhang Yimou y Chen Kaige. Así lo señaló el consejero cultural de la Embajada de China, Han Mengtang, durante la presentación del ciclo en la sede diplomática. En representación del Incaa estuvo el gerente de Asuntos Internacionales del Instituto, Bernardo Bergeret.

“Es un proyecto que hace varios meses conversamos con las autoridades del Incaa”, detalló Mengtang, y luego agregó que la raíz tuvo que ver con que este año es el 40º aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países. “Coincidimos en que era muy oportuno poder organizar la Semana de Cine Chino para incorporarnos al festejo del 40º aniversario”, relató el consejero cultural. Mengtang explicó que, a través de las siete películas que se exhibirán, el público argentino “podrá conocer un poco más sobre la cultura, la vida, el arte y otros aspectos” de China. La expectativa del diplomático es que “en base a ese mayor conocimiento entre ambos pueblos vamos a profundizar más las relaciones entre China y Argentina, con beneficios mutuos”.

Bergeret, en tanto, afirmó que para el Incaa “es muy importante poder hacer este acercamiento una vez más con China, teniendo en cuenta el potencial cultural y artístico de un país milenario, con una cultura tan poderosa y tan arraigada”. El funcionario argentino agregó que es también “una gran oportunidad poder presentar una cinematografía que cada vez está más alejada del público nuestro”. Bergeret se refirió a las dificultades que tienen las cinematografías alternativas de poder acceder a las salas y, en ese sentido, consideró que “es un honor para las autoridades del Incaa poder abrir las puertas del Espacio Incaa Km 0, el legendario Gaumont, para presentar estas películas en la Argentina”. También anunció que próximamente habrá una Semana de Cine Argentino en China, a la que definió como “uno de los próximos pasos que se van a dar”.

Uno de los films que se verá en el Gaumont es Confucio, que recrea, en clave de ficción, la vida de quien fue conocido como “el Gran Maestro Sagrado de Dacheng”. Confucio dejó tras su muerte un sistema de ideas y acciones que fueron respetadas y asimiladas por las generaciones que llegaron posteriormente, situación que terminó por consolidarlo como una fuente esencial de inspiración de la nación china. Dirigida por Xiao Lu Xue, Paraíso en el mar se trata de una ficción que refiere a la historia de un hombre que es padre de un niño autista y que cuando le diagnostican una enfermedad terminal decide poner toda su energía en enseñarle a su hijo a valerse por sí mismo.

El huérfano de la familia Zhao, de Chen Kaige (recordado realizador de Adiós mi concubina), está basada en una obra china clásica publicada por primera vez durante la dinastía Yuan (1271-1368) y que, mucho tiempo después, fue adaptada por el filósofo francés Voltaire bajo el título El huérfano de la China. La trama tiene como protagonista a un médico que salva al único miembro de una familia masacrada. Cuando el chico crece, decide vengar las muertes de sus familiares con ayuda de ese doctor. Más contemporánea en su trama es Bajo el árbol del espino, ficción de Zhang Yimou, el director de Esposas y concubinas y La casa de las dagas voladoras. Se trata de una historia de amor que sucede a finales de la Revolución Cultural China: una joven es enviada al campo para ser reeducada bajo los programas de Mao, ya que su madre es considerada capitalista. Cuando llega al lugar, conoce a un geólogo con quien vivirá un amor oculto.

En 1976, Tangshan sufrió un tremendo terremoto. El film Gran terremoto Tangshan, de Xiaogang Feng, recrea ese doloroso suceso a través de la ficción y hace hincapié en la decisión drástica que deberá tomar una madre de dos mellizos que terminará por modificar radicalmente la vida de su familia. Amor eterno, dirigida por Zhang Yibai, es otra historia de amor y, a la vez, de desamor entre Yang Zheng y Wen Hui y que sucede en Beijing, Shanghai y Francia a lo largo de doce años en los que se producen diversos encuentros y separaciones entre los protagonistas. Piano de acero, de Zhang Meng, transcurre durante el período de reformas económicas en China, cuando algunas corporaciones se fusionaron con otras o tuvieron que cambiar de rubro. La película se centra en la historia de Chen Guilin, un operario de la industria siderúrgica que es despedido. A ese problema se le suma su inminente divorcio, pero al drama que le toca vivir decide transformarlo en energía positiva. Entonces, para que su hija pueda desarrollar el talento musical que tiene y pasar una mejor vida decide construir un piano con desechos de acero y con la colaboración de amigos y ex compañeros de trabajo.

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