Lunes, 16 de abril de 2012 | Hoy
CINE › LOS SALVAJES Y THE INTERNATIONAL SIGN FOR CHOKING
Por la Competencia se vio la ópera prima de Alejandro Fadel, que mixtura realismo y misticismo. La estadounidense The International..., de Zach Weintraub, transcurre en la Argentina.
Por Diego Brodersen
Un largometraje argentino y otro que lo es a medias fueron las novedades de la Competencia Internacional del Bafici durante este fin de semana. Por un lado The International Sign for Choking, segundo largometraje del norteamericano Zach Weintraub, que transcurre por completo en la Argentina y cuyo particular título no es explicitado ni explicado en momento alguno de la película. Por el otro, la ópera prima de Alejandro Fadel, film rodado en zonas rurales mendocinas, que mixtura en partes iguales el realismo puro y duro y un componente de misticismo pocas veces visto en el cine argentino.
Fadel, uno de los directores del film colectivo El amor (primera parte) allá por 2005, es también el autor del guión de Los salvajes, cuyos primeros minutos parecen anticipar una clásica historia de criminales en fuga. Por supuesto, algo de ello hay: luego del escape de una institución correccional que incluye tiros y algún que otro muerto –plasmado en pantalla con nervio y sentido del suspenso–, cinco jóvenes planean atravesar un vasto territorio de montes para llegar a un lugar seguro donde esconderse de la ley. Son adolescentes marginales, los salvajes del título, que a poco de iniciado el recorrido se topan con un gaucho a quien eliminan sin miramientos, como si se tratara del regreso de la indiada desde alguna novela del siglo XIX.
No es difícil adivinar que el tema central de la película es precisamente el regreso a un estado primitivo, casi animal, transformación potenciada por el contacto con la naturaleza. Con resonancias de El señor de las moscas en los primeros tramos, el grupo comienza rápidamente a mostrar sus fisuras, las peleas y celos internos (uno de los integrantes del grupo es además una chica), la predominancia de un necesario líder, evitando una posible presencia policial para concentrarse en la dinámica del quinteto. Pero, poco a poco, Los salvajes comienza a mutar su tono, deteniéndose en detalles aparentemente triviales, anecdóticos, que en última instancia terminarán conformando el núcleo central de interés del relato, radicalizando la forma del film hasta límites insospechados.
Al tiempo que los sobrevivientes se acercan a una existencia más primitiva, una fuerte capa de espiritualidad comienza a permear la historia, como si anduviera sobrevolando un ánima escapada de alguna película de Carlos Reygadas o de Terrence Mallick. Es a partir de allí que el film de Fadel comienza a mostrar una morosidad innecesaria, que se hace notar en el extenso metraje de más de dos horas. Los salvajes es una criatura osada, diferente de lo que el cine argentino suele ofrecer, ayudada por una poderosa fotografía de Julián Apezteguía y un reparto de actores sin experiencia previa que aporta una notable entrega en sus papeles. Al mismo tiempo, se trata de una propuesta cuyos aires de auto-importancia terminan ahogando en parte sus virtudes.
Película infinitamente más pequeña y con un bienvenido foco de frescura, The International... encuentra a su protagonista Josh de regreso en Buenos Aires, enfrentado a un proyecto de documental que lo tiene a mal traer. Josh es norteamericano y habla perfecto español, a diferencia de su nueva compañera de pensión Anna, recién llegada de los EE.UU. De esa relación y de otras que comenzarán a establecerse habla la nueva película del realizador de Bummer Summer, estrenada el año pasado en nuestro país. Como una versión mumblecore de una película de Eric Rohmer, Weintraub se detiene en los detalles de una serie de relaciones interpersonales que nunca dejan de rozar la superficie de los sentimientos.
Sin atisbos de exotismo, The International Sign... podría haber sido rodada en cualquier otro lugar del mundo, excepción hecha de los localismos del español argentino. Lejos de encarnar un problema, esta característica le permite al film ganar universalidad, más allá de sus planos de bares porteños y sus imágenes de los palmares de Colón, Entre Ríos. Con bastante humor del tipo asordinado y la elección acertada de un tono sin estridencias, se trata sin dudas del largometraje más amable ofrecido hasta ahora por la Competencia. Como en la vida real, a veces en el cine la amabilidad también se agradece.
* Los salvajes se exhibe mañana a las 21.45 en Hoyts 10 y el miércoles 18 a las 19.15 en Hoyts 11. Q The International Sign for Choking se exhibe hoy a las 12.45 en Hoyts 8 y el miércoles 18 a las 16.30 en Teatro 25 de mayo.
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