A Charles Foster Kane le dio Vértigo, y cayó. La mejor película de la historia del cine ya no es la mejor. Ahora, la mejor es otra. Para destrabar el trabalenguas: Vértigo, de Alfred Hitchcock, acaba de destronar a El ciudadano en la condición de Mejor Película en la Historia del Cine, tras medio siglo durante el cual el film canónico de Orson Welles reinó incólume. Todo eso, de acuerdo con la última votación convocada por la revista británica Sight & Sound que, por tradición, prestigio y relevancia es tomada, en el mundo del cine, como “la” referencia en ese terreno. La más antigua publicación especializada en circulación (fue fundada en 1932), Sight & Sound, renueva su canon cada diez años, desde 1952 hasta la fecha, convocando tanto a críticos cinematográficos como a programadores, académicos, directores y hasta distribuidores cinematográficos de todo el mundo (la votación de los directores se publica aparte, como se verá más adelante). Desde 1962, El ciudadano se mantuvo primera, a lo largo de cinco encuestas. El número de septiembre de la revista británica, en kioscos desde hace unos días (por un capricho temporal, S & S se publica siempre “con un mes de adelanto”), anuncia la novedad. Ahora, y durante al menos diez años más, la nueva reina es Vértigo.

La encuesta de Sight & Sound se vuelve cada vez más representativa. No sólo porque el número de votantes creció en progresión geométrica (140 en la anterior, 846 este año), sino porque la convocatoria se ha ampliado notoriamente, tanto en términos de género (esta vez participaron muchas más críticas mujeres que todas las anteriores, aunque el porcentaje sobre el total sigue siendo bajo: un 20 por ciento) como de universalidad. Hasta ahora, la mayor parte de votantes era europea o estadounidense, mientras que este año es posible encontrar apellidos de todos los orígenes, con el consiguiente aumento de representación latinoamericana y, específicamente, argentina. Diez años atrás los nombres de Manuel Antín, Claudio España y Fernando Martín Peña eran como islotes a la deriva en un mar mayormente franco-anglosajón. En esta ocasión, el conteo nacional se eleva a casi una veintena, incluyendo directores de festivales (Sergio Wolf y Marcelo Panozzo, ex director y actual del Bafici, respectivamente), programadores (Marcelo Alderete, del Festival de Mar del Plata; Eloísa Solaas, ex del Bafici; Roger Koza, del Ficunam y Hamburgo) y críticos. En este último rubro, no puede dejar de mencionarse que Página/12 es el medio más representado, gracias a la participación de Luciano Monteagudo, Mariano Kairuz (del suplemento Radar) y el autor de esta nota. Por otra parte, la invitación de este año es la primera en reconocer el crecimiento del periodismo electrónico, incluyendo buena cantidad de críticos digitales.

En cuanto a los resultados y más allá del significativo derrocamiento de la que posiblemente sea la película más famosa de la historia del cine, el listado de las diez mejores (ver recuadro) no arroja mayores sorpresas. La invitación de los editores aclaraba que no necesariamente había que elegir las diez más “respetables” y ni siquiera las diez que se consideraran “mejores”, sino que el término “las más grandes” quedaba abierto a la interpretación o subjetividad del votante. Sin embargo, las diez elegidas son diez consagradas. Indiscutibles, si se quiere. Lo cual podría llevar a caracterizar el resultado como académico. Más allá de los méritos de las diez elegidas (son indiscutibles, ya se dijo), sólo Vértigo y el western Más corazón que odio, de John Ford (7º puesto), zafan, en parte, de la dictadura del prestigio, en tanto ambas representan formatos masivos y populares. La opción por lo aceptado se expresa también en la casi total ausencia de films contemporáneos: la más reciente es 2001, Odisea del espacio, que dentro de poco cumplirá medio siglo de vida. En este punto, cabe notar un retroceso: diez años atrás el cuarto puesto lo ocupaban El Padrino 1 y 2, relegadas, en esta ocasión, a los puestos 21 y 31 del ranking. Mejor les fue a Sin aliento (13º puesto), Apocalypse Now! (14ª), Al azar Baltasar (16º), Persona (17º) y El espejo, de Andrei Tarkovsky, cuya aparición en el puesto 19 puede considerarse una de las revelaciones.

Una encuesta paralela es la de los directores. Votaron en esta ocasión más de trescientos, desde los inevitables Scorsese, Woody Allen o Coppola hasta Tarantino, los hermanos Dardenne, el turco Nuri Bilge Ceylan, Guy Maddin, Michael Mann, Guillermo del Toro o Terence Davies. En contra de cualquier presuposición de celos y envidias, los cineastas se muestran más proclives que los críticos a incluir entre los diez mejores a colegas vivos. Coppola aparece por duplicado (Apocalypse Now! en el puesto 6, El Padrino 1 en el séptimo), precedido por Scorsese, con Taxi Driver en el quinto lugar de la lista. La mencionada El espejo escala aquí al noveno puesto y la mitad de la lista de los realizadores coincide con la de los críticos. Una historia en Tokio encabeza el ranking y 2001 aparece en el segundo puesto, El ciudadano en el tercero y 8 y medio en el cuarto, quedando relegada Vértigo al séptimo casillero. Desde ya que hay mucha más tela para cortar, desde cuántas realizadoras aparecen en sendas listas y en qué posiciones, cuántos films de la periferia (a no hacerse demasiadas esperanzas con el cine argentino), cuántos “raros”, modernos, imprevistos, pulps o más o menos experimentales. Cualquiera puede hacerlo, sin necesidad de suscripciones, pagos o claves, con sólo ingresar a http://www.bfi.org.uk/news/50-greatest-films-all-time.