CINE › EMPIEZA HOY LA 27ª EDICION DEL FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE DE MAR DEL PLATA
Unos 300 largometrajes (además de los cortos) animarán esta muestra que se extenderá hasta el domingo 25. Habrá tres competencias, secciones paralelas y homenajes a Caloi, Hugo del Carril e Ibáñez Menta. Y un tributo a Leonardo Favio: un premio llevará su nombre.
› Por Horacio Bernades
Desde Mar del Plata
Con prometedoras secciones competitivas, paralelas para todos los gustos, amplio despliegue del cine argentino y todo un mundo cinematográfico para visitar o descubrir a lo largo y a lo ancho de la grilla, la 27ª edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata –que se inicia hoy y se extenderá hasta el domingo 25 de noviembre– muestra un evento de perfil hasta ahora bamboleante en plena consolidación, como más seguro de lo que quiere. Por lo que la programación deja ver, podría aventurarse que lo que Mar del Plata quiere este año es un cine de calidad, pero ya no de qualité (una cosa es caricatura de la otra), un cine de grandes autores en plena vigencia (y no, como en anteriores ocasiones, de prestigiosos nombres de museo), un cine que honre el pasado, pero que no atrase con respecto al presente. Que más de una película extranjera y hasta una que otra corriente cinematográfica en pleno elijan este rincón del mundo para tener su presentación internacional, o poco menos, lleva a pensar que tal vez el evento que por quinto año consecutivo dirige José Martínez Suárez (acompañado, dato vital, del mismo equipo de programadores) se esté haciendo merecedor, finalmente, de la condición de Festival Internacional de Cine Clase A que la Fiapf le asigna.
En términos organizativos, la novedad es que el Ente Tripartito que en 2011 se constituyó para sostener el Ficmdp –conformado por la Nación, la provincia de Buenos Aires y la Intendencia de la ciudad de Mar del Plata– duró sólo un año. El Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales vuelve a hacerse cargo del evento en forma casi exclusiva, en representación de la Presidencia de la Nación y con apoyo de la intendencia marplatense y una larga lista de empresas privadas, entre las cuales cabe mencionar a Telefe y el laboratorio Cinecolor. Otra novedad es que en forma simultánea al festival, los días viernes 23 y sábado 24 de noviembre sesionará, en Mar del Plata, el II Encuentro de Comunicación Audiovisual. Allí, representantes del sector debatirán el presente comunicacional, a la luz de la sanción y aplicación efectiva de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, así como el avance hacia una Televisión Digital Abierta, que el gobierno nacional impulsa resueltamente (ver aparte).
Como lo viene haciendo desde hace más de un lustro, la 27ª edición del Ficdmp presentará tres competencias oficiales: una internacional, una argentina y una latinoamericana. Lo cual está muy bien, porque dibuja los tres círculos de pertenencia que al festival le cabe asumir. También está muy bien que en la Competencia Internacional haya películas de los orígenes más diversos, dándoles tanto lugar a las cinematografías centrales (Estados Unidos, Francia, España, Alemania, Reino Unido) como a las periféricas (Kazajistán, Rumania, Islandia, Turquía). El cine rumano presenta dos. Una de ellas es Dupa dealuri, la última de Cristian Mungiu, realizador de la recordada 4 meses, 3 semanas, 2 días. La otra va a tener su estreno internacional en Mar del Plata. Se trata de Domestic, de Adrian Sitaru, cuyas películas previas pudieron verse en el Bafici.
La función de apertura –hoy a las 22, en el Teatro Auditórium– estará a cargo de El muerto y ser feliz, que también es parte de la Competencia Internacional. Se trata de una road movie cochambrosa que su realizador, el madrileño Javier Rebollo, filmó íntegramente en la Argentina, con José Sacristán como asesino decadente. Que su productor sea Jia Zhangke, cabeza visible de la renovación del cine chino durante la última década, mueve a prestarle atención a Memories Look at Me, ópera prima de la realizadora Song Fang, mientras que los antecedentes del indie neoyorquino Sean Baker llevan a abrirle crédito a Starlet. Los nombres del veterano Volker Schlöndorff y el islandés Baltasar Kormákur (realizador de Invierno caliente) se imponen por sí solos, con La mer à l’aube y The Deep, respectivamente.
Más allá de que la película de Rebollo cuenta con coproducción local, las dos netamente argentinas de Competencia Internacional son De martes a martes, ópera prima de Gustavo Triviño, con Alejandro Awada como testigo de una violación, y El Impenetrable, donde el italoargentino Daniele Incalcaterra (Tierra de Avellaneda) incursiona en el documental en primera persona. También, según sugiere el catálogo, en lo que podría denominarse “documental kafkiano”, dado lo quiméricamente inaccesible que parecería ser el interior del Chaco paraguayo.
Los antecedentes indican como puntos altos de la Competencia Argentina a Fango, nuevo opus de José Celestino Campusano –cuya Vil romance fue la gran revelación de la edición 2008 de este mismo festival–, Calles de la memoria, donde Carmen Guarini toma como disparador las placas recordatorias de los asesinados durante la dictadura; Me perdí hace una semana, de Iván Fund (correalizador de Los labios y realizador en solitario de Hoy no tuve miedo), y Boxing Club, donde Víctor Cruz (realizador de la muy interesante El perseguidor) se asoma al mundo del boxeo amateur. Pero se anticipan sorpresas. Teniendo en cuenta un par de prometedores cortos previos, una de ellas podría ser Abril en Nueva York, debut en la realización de Martín Piroyansky, posiblemente el actor más icónico del cine argentino más reciente.
En la Competencia Latinoamericana hay varios títulos fuertes, empezando sin duda por Post Tenebras Lux, de Carlos Reygadas (ganadora de la Palma de Oro al mejor director en Cannes) y siguiendo por la revulsiva Después de Lucía, del mexicano Michel Franco; la paraguaya 7 cajas (ganadora del Premio del Jurado Joven en San Sebastián), las elogiadas El limpiador y Era uma vez eu, Verônica y el magnífico film colombiano La sirga. De las cuatro argentinas en esa sección, tres son documentales. Y las tres prometen: El ojo del tiburón, de Alejo Hoijman (Unidad 25); La música callada, de Fernando Boto (sobre dos monjes locales que practican una forma primitiva del cristianismo), y La forma exacta de las islas, de Daniel Casabé y Edgardo Dieleke, sobre el presente de Malvinas (lo cual es toda una curiosidad). La restante es Puerta de Hierro, el exilio de Perón, donde Víctor Laplace vuelve a interpretar uno de sus papeles favoritos.
Por fuera de las competencias, un Panorama de Cine Argentino recoge catorce películas de producción local, otras nueve (algunas de estreno reciente, otras inéditas) conformarán la sección Proyecciones Especiales y habrá también un Panorama Latinoamericano de diecinueve títulos. Por otra parte, pululan los homenajes a figuras relevantes del cine argentino. Habrá uno a Caloi (con proyección de la reciente Anima Buenos Aires, que él coprodujo), uno a Hugo del Carril (su obra maestra absoluta Más allá del olvido), una retro dedicada nada menos que a Narciso Ibáñez Menta (con presencia de su hijo, el no menos legendario Chicho Ibáñez Serrador) y uno, claro, a Leonardo Favio: un premio llevará su nombre. Una retrospectiva de siete títulos (entre ellos las excelentes El vampiro negro y La bestia debe morir) permitirá redescubrir a Román Viñoly Barreto. Quien, por más que filmó toda su obra en la Argentina, era uruguayo.
Teniendo en cuenta que de aquí al domingo 25 se proyectarán en Mar del Plata unos trescientos largometrajes (además de los cortos, que incluyen dos competencias), se advierte que hasta aquí se ha reseñado menos de un tercio de la programación. De los dos tercios restantes, la sección Autores despliega lo nuevo de Alain Resnais, Manoel de Oliveira, Todd Solondz, Michel Gondry, Kim Ki-duk, Raymond Depardon, Xavier Dolan, Miike Takashi, Son Siono, Andrés Di Tella y hasta Jorge Sanjinés. Además de un programa doble, integrado con cortos de Tsai Ming-liang y Hong Sang-soo, y una de las películas que el ultraprolífico Raúl Ruiz dejó para su estreno antes de morir, un año atrás.
Realizador de L’Apollonide –uno de los films más singulares de la Competencia Internacional del año pasado–, del francés Bertrand Bonello se verán todos sus largos y un par de cortos. Su compatriota Sandrine Bonnaire vendrá a presentar algunos de los films que protagonizó (entre ellos la mítica A nos amours, de Maurice Pialat) y los dos que realizó hasta la fecha. Dos paralelas de particular interés, por su carácter sismográfico en relación con el futuro del cine, son Postales del Sur y España Alterada. La primera está dedicada a siete recentísimos films coreanos de ficción (dos de ellos no se estrenaron siquiera allá) y un documental, y para presentarla vendrá el mismísimo Kim Eui Suk, presidente del Kofic, equivalente coreano del Incaa y modelo internacional de política cinematográfica. La adecuadamente titulada España Alterada está integrada por ocho largometrajes y una docena de cortos, todos ellos producidos, durante el último bienio, por fuera del sistema oficial. También viene con presentador de lujo: José Santos Zunzunegui, uno de los más prestigiosos críticos y ensayistas cinematográficos españoles.
Entre las muchas revisiones, habrá una muy completa retrospectiva dedicada a los Estudios Ealing, que produjeron las más famosas comedias británicas de los años ’50 (Los ocho sentenciados, El quinteto de la muerte y siguen las firmas), cuatro legendarios films de terror en copias nuevas (El resplandor, El intermediario del diablo, Cuando cae la oscuridad y Demonios). Además de Terciopelo azul, a propósito de la cual se presentará un libro cuya primera edición internacional será ésta. Por lo demás, habrá pilas de pop, rock, bardo & gore, en secciones como Busco Mi Destino, Hora Cero, Las Venas Abiertas (que no son las de América latina sino las del terror), B.S.O., Sentidos del Humor (incluyendo lo nuevo de los franceses Benoît Délepine y Gustave de Kervern), Dos Punto Cero, La TV Ataca y Skate y Patinetas. No puede dejar de verse, en la sección Revisiones, Vida en sombras, único largo del cineasta catalán Llorenç Llobet-Gràcia, que a fines de los años ’40, en plena España franquista, imaginó a un veinteañero Fernando Fernán-Gómez consumido y revitalizado por su ardiente cinefilia, cuando la crítica francesa todavía ni había inventado esa palabra.
Y eso es todo por ahora.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux