Van a contramano y lo saben. En tiempos en los que los cines están cómodamente apoltronados en la rentabilidad de los productos marcados a fuego por el marketing multitarget de Hollywood, un par de emprendimientos harán de la cartelera porteña un lugar más habitable para los espectadores deseosos de experimentar diversidad y riqueza de lenguajes. Se trata de la reapertura del Teatro SHA (Sarmiento 2255) y del legendario ex Savoy de la calle Cabildo, dos espacios emblemáticos del cine arte hasta ahora caídos en desuso. El calendario terminará de unir aquello que la sumatoria de voluntades comenzaron a gestionar por separado hace casi un año, cuando los proyectores vuelvan a encenderse con poco más de un mes de diferencia. En el primer caso, lo harán mañana mismo después de casi dos décadas. Para el segundo habrá que esperar hasta el 4 de abril, fecha en la que las autoridades de la cadena Multiplex anuncian la reapertura del flamante Arte Multiplex. “Queremos que las películas tengan el espacio y el tiempo que se merecen para que puedan encontrar su público”, coinciden los promotores. A continuación, entonces, los detalles de las iniciativas.

Siempre fue un negocio de riesgo, pero a comienzos de los noventa, con el desembarco de los multicines, la exhibición de films europeos comenzó a tornarse casi en un suicidio comercial. Fue así que varias salas especializadas comenzaron a languidecer. En el caso particular de las dos del Teatro SHA, dependiente de la Sociedad Hebraica Argentina, el panorama se oscureció aún más por el temor generalizado de la comunidad judía luego de los atentados a la Embajada de Israel y la AMIA. “Fue un momento definitivo. Se vivieron tiempos de muchísima incertidumbre”, recuerda Marcela Casinelli, actual presidenta de la Fundación Cinemateca Argentina, entidad encargada de la programación desde 1974, momento a partir del cual se convirtió en una de las referencias más importantes de la exhibición alternativa. Vale recordar que por allí pasaron, en 1988, Pedro Almodóvar, Antonio Banderas y Carmen Maura para presentar una retrospectiva del realizador manchego.

Tuvieron que transcurrir 16 años desde su clausura para que el complejo reabriera. En abril de 2011, refacción mediante, un concierto de Lito Vitale y Juan Carlos Baglietto marcó un nuevo comienzo. “A partir de ahí, la gente de la Hebraica nos dijo que fuéramos analizando la posibilidad de volver con las proyecciones. Estuvimos conversando todo el año pasado para pensar de qué forma podíamos compartir el espacio con las obras de teatro y potenciarnos mutuamente. Si bien las salas quedaron muy bien, hay que volver a ponerlas en circulación”, asegura la ejecutiva. Con ese objetivo en mente, equiparon las salas con proyectores digitales y “en un futuro bastante cercano” pegarán el salto a la tecnología DCP imperante en la exhibición mundial. Se prevé la alternancia entre retrospectivas y estrenos nacionales y de cine arte, aplicando una metodología similar a la de los complejos especializados de Francia, meca en lo que a espacios alternativos se refiere. Esto es: varias películas en pocos horarios a lo largo de varias semanas. “Tendremos un estreno fuerte en el horario central, aunque también iremos viendo cada semana cómo es la recepción del público”, aclara. La principal novedad para el debut será el lanzamiento de Germania, de Maxiliano Schonfeld (ver recuadro).

Norberto Feldman ya sabe de recuperaciones de complejos cinematográficos. Al fin y al cabo, la cadena Multiplex que regentea se hizo cargo del Monumental y el Electric, los dos únicos espacios que aún sobreviven a los embates de las iglesias en la calle Lavalle. En mayo de 2012, no bien se anunció la clausura del Arteplex Belgrano, ubicado en Cabildo al 2800, puso manos a la obra. “El propietario, como es su derecho, pretendía que la propiedad le diera un retribución razonable, así que tuvimos que hacerle comprender que nosotros también arriesgábamos un capital muy importante y teníamos que lograr un equilibrio que nos permita afrontar los gastos naturales de un cine y obtener una razonable recuperación de nuestras inversiones”, afirma este veterano de mil batallas a lo largo de más de medio siglo en la industria. Las negociaciones no fueron nada fáciles: “Hubo decenas de charlas y marchas y contramarchas. Estuvimos prácticamente seis meses negociando, pero el tiempo, la perseverancia y el tener los pies sobre la tierra para saber hasta dónde nos daban los números y era factible hacer la inversión, hizo que las dos partes nos pusiéramos de acuerdo”.

Fue así que a partir del primer día del año recibieron las llaves del ex Savoy para convertirlo, a partir del 4 de abril, en el Arte Multiplex. “Uno de nuestros complejos es vecino, así que conocemos muy bien la zona y su público. Entendemos que hay posibilidades para continuar con el tipo de cine que se proyectaba ahí, pero dotando a las salas de todo el confort y la tecnología”, asegura Feldman. “El complejo tiene cinco salas y ya sabemos que tres estarán digitalizadas. También habrá una sala 3D para proyectar el material en ese formato que habitualmente aquí no llega, y manejamos la posibilidad de dedicar una sala exclusivamente al cine francés e italiano. Por otro lado, con las empresas que traen este tipo de películas ya estamos en un diálogo franco y permanente para que exista la cantidad suficiente de material”, complementa Viviana Feldman, hija de Norberto y parte de la misma cadena. La última afirmación echa luz sobre el rol central de otro de los sectores de la cadena cinematográfica. Si se tiene en cuenta que de aquí a abril se sumarán siete salas dedicadas al cine arte, las distribuidoras también estarán de parabienes. Más aún cuando el Arte Multiplex adoptará un criterio de programación “a la francesa” similar al del SHA. “Creemos que es beneficioso tanto para nosotros como para esas empresas, ya que podremos darles cabida a diez títulos en lugar de cinco. No tenemos dudas de que aquel que quiera ver una película irá hasta el cine, y si no lo hace esta semana, lo hará la otra. Eso lo tienen que entender los distribuidores. Lo importante es que los estrenos tengan difusión y el tiempo de permanencia que permita el boca en boca”, concluye el empresario.