“¿Es usted el capitán de este barco? Quiero registrar una queja. ¿Sabe quién se escabulló en mi cuarto a las tres de la mañana? Nadie. Esa es mi queja”, rezonga Groucho en Polizones y polizontes (1931), que se verá mañana en el marco del ciclo dedicado a los hermanos Marx y que se lleva a cabo en la Sala Leopoldo Lugones. La muestra continúa el jueves con Plumas de caballo (1932), donde Groucho afirma, casi a la manera de Lilita Carrió: “No sé lo que tienen para decir. De todas formas me es indiferente. Sea lo que sea, me opongo. Su propuesta puede ser buena, pero dejemos algo en claro. Sea lo que sea, me opongo”. El viernes se proyecta uno de los grandes clásicos de los Marx, Sopa de ganso (1933). Y les siguen en los días siguientes otras gemas del humor absurdo, como Una noche en la ópera (1935), Un día en las carreras (1937) y Una noche en Casablanca (1946), donde el conserje Groucho instruye: “De ahora en adelante la prioridad del hotel será la velocidad. Si un cliente pide por un huevo cocinado en tres minutos, le daremos uno hecho en dos. Si pide un huevo hecho en dos minutos, le daremos uno hecho en un minuto. Y si pide un huevo hecho en un minuto, le daremos la gallina y que se encargue del resto”.