Viernes, 13 de septiembre de 2013 | Hoy
CINE › HOY COMIENZA EN SAN JUAN LA SEGUNDA EDICION DEL FESTIVAL UNASUR CINE
Bajo la misma consigna de su primera edición, “Integrando la diversidad”, el festival pasó de 60 a 148 films, repartidos en varias secciones. “El año pasado arrancamos con cautela y terminó superando las expectativas”, dice su directora, Paula de Luque.
Por Ezequiel Boetti
Desde San Juan
El objetivo primario era “integrar la diversidad”, tal como rezaba –y sigue haciéndolo– su lema. Esto es: tomar al norte no como meta cinematográfica sino como rumbo para un viaje plagado de escalas intermedias que permitieran desapolillar una mirada demasiado acostumbrada a un circuito de exhibición cada día más concentrado geográficamente en Capital, y temáticamente en las desventuras del superhéroe de turno. Doce meses después, la búsqueda pasa por afianzar el camino ya desmalezado a fuerza de un evento cuatro veces más grande que mantenga la esencia integradora como base, tal como asegura su directora e ideóloga junto a la productora Mariana León Echevarría, Paula de Luque. Así, la ciudad de San Juan será nuevamente sede del Festival Unasur Cine, cuya segunda edición se desarrollará desde hoy y hasta el próximo viernes con la nada despreciable oferta de 148 films, entre cortos, medios y largos, provenientes en su mayoría de los países miembro de la entidad regional.
“El año pasado planteamos el festival con toda la cautela del caso y terminó superando nuestras expectativas en términos nacionales e internacionales. Teniendo en cuenta esa repercusión, el objetivo es seguir creciendo, mirándonos y mostrándonos para convertir a Unasur Cine en algo cada vez mejor”, afirma De Luque a Página/12. En esa línea de crecimiento se entiende no sólo el aumento del caudal de películas (el año pasado fueron 60), sino también el agregado de nuevas secciones (Cine en Construcción, para proyectos en vías de desarrollo; Unasurcito, con películas infantiles), premios no oficiales y actividades paralelas. “Cine al sur, que el año pasado era una muestra de producciones argentinas del último año, sube a Competencia dividida en documentales y ficciones con un premio del público. También invitamos a veinte programadores de festivales de América latina, Europa y Estados Unidos para que nuestro cine, si bien tiene una marca regional, sea visto en el todo el mundo”, explica la realizadora de El vestido y Juan y Eva, quien destaca el flamante espacio bautizado “La propia mirada”. Coordinado por Florencia Kirchner, se trata de una iniciativa “a través de la cual los habitantes de seis barrios llamados vulnerables idearon, actuaron y filmaron sus propias historias”, según define, y cuyo resultado final se verá el domingo a la noche.
Como en todos los festivales, el foco de atención mayoritario recaerá sobre las competencias. Atención que aquí deberán dividirse en seis, ya que esa es la cantidad de apartados oficiales que tendrá el evento cuyano: a las dos de “Cine al sur” se le sumarán la de documentales, una de cortos, otra de películas europeas con temática latinoamericana y, last but not least, la clásica de largometrajes de ficción, en la que la Argentina encabezará la nómina de contendientes con cuatro candidatas. La primera de ellas es la inminente Wakolda (se estrenará el próximo jueves), opus tres de Lucía Puenzo, que imagina la vida de Josef Mengele en la Patagonia. Misma región a la que volvió Carlos Sorín después de su excursión por el género en El gato, y desaparece para filmar la historia de un hombre en pleno proceso de recomposición del vínculo con su hija en Días de pesca, la segunda producción nacional. El cuarteto se completa con Por un tiempo, más que atendible ópera prima de Gustavo Garzón acerca de un treintañero que debe hacerse cargo de una hija de doce años a la que desconocía, y Puerta de Hierro, el exilio de Perón, en la que Víctor Laplace y Dieguillo Fernández focalizan en el período europeo de la vida del General.
No es casual que la cinematografía chilena, en plena expansión en términos de cantidad y calidad desde hace unos años, sea la segunda con mayor presencia en esta sección con tres películas. Desde el otro lado la cordillera llegará No, el reconocidísimo film de Pablo Larraín, apertura del último Bafici, sobre el plebiscito de 1988 para definir o no la continuidad de Augusto Pinochet en el poder. Por el festival porteño también pasó la historia de un cuarentón en crisis que narra Soy mucho mejor que vos, suerte de derivación de la ópera prima del Che Sandoval, Te creís la más linda (pero erís la más puta). La tercera es Stefan vs. Kramer, comedia acerca de un popular personaje de la televisión local que viene precedida de un record histórico de más de dos millones de entradas cortadas en aquel país.
El último escalón del podio está compartido por Perú, Uruguay y Brasil, con dos films de cada uno. Del primero llega Chicama, tercer trabajo de Omar Forero, que cuenta el difícil recorrido de un profesor recientemente graduado para encontrar un trabajo, y Cuchillos en el cielo, en la que Alberto Durant sigue a una ex presa recientemente liberada mientras busca recomponer el vínculo con su hija. Por otra parte, las dos producciones que cruzarán el Río de la Plata serán Tanta agua y Anina. Ganadora de un premio en la sección Cine en Construcción de San Sebastián 2012 y dirigida a cuatro manos por Leticia Jorge y Ana Guevara, la primera trata sobre las vacaciones de un hombre divorciado y distanciado de sus hijos, a quienes lleva de vacaciones. La otra, que compitió en el último festival porteño, es una producción de animación cuya protagonista es la nena del título, quien empieza a reflexionar sobre su vida en el tiempo libre generado por una sanción escolar. O palhaço, de Selton Mello, y Hoje, de Tata Amaral, vendrán desde Brasil. La Selección oficial se completa con la colombiana El cartel de los sapos, de Carlos Moreno; la ecuatoriana En el nombre de la hija, de Tania Hermida; la boliviana Insurgentes, del reconocido Jorge Sanjinés; y el sorprendente thriller paraguayo 7 Cajas, nominado al Goya a Mejor película de habla hispana.
La cinematografía nacional también pica en punta en la competencia de documentales. Aquí estarán la notable La chica del sur, en la que José Luis García narra su regreso a Corea después de un viaje que marcó su juventud; La toma, de Sandra Gugliotta, acerca de un conflicto escolar en el colegio secundario Nicolás Avellaneda del barrio de Palermo; La forma exacta de las islas, aproximación de Edgardo Dieleke y Daniel Casabé al conflicto de Malvinas a través de los ojos de dos sobrevivientes; la coreográfica Los posibles, de Santiago Mitre y Juan Onofri Barbato, y esa suerte de perfil audiovisual del gran mago René Lavand ejecutado por Néstor Frenkel en El gran simulador.
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