CINE › COMIENZA HOY EL FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE LGBTIQ SOBRE DIVERSIDAD SEXUAL
Desde hoy hasta el próximo domingo, cinco sedes porteñas serán sede de la muestra Asterisco, producida conjuntamente por la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y el Incaa. Se verán 130 películas de 30 países.
› Por Oscar Ranzani
El Festival Internacional de Cine Lgbtiq sobre diversidad sexual, que se llevará a cabo desde hoy y hasta el próximo domingo, será el más completo que se haya desarrollado hasta el momento en la Argentina. El Festival Asterisco (el nombre busca evitar las marcas de género para incluir todas las identidades) está producido por la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación junto con el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), y cuenta con un gran apoyo de otras dependencias gubernamentales como los ministerios de De-sarrollo Social y de Cultura de la Nación. “Es el primer festival de cine sobre diversidad sexual que se hace con apoyo del poder público”, valora la directora artística de Asterisco, la cineasta Albertina Carri, quien comanda un elenco de lujo que se completa con los programadores Fernando Martín Peña y Diego Trerotola. “Hasta ahora siempre hubo emprendimientos privados, y que esto sea una iniciativa del Estado le da un marco y una importancia muy interesante”, admite la directora de Los rubios. Y destaca como muy relevante que sea la Secretaría de Derechos Humanos la que otorga el marco para poder concretarlo: “Pensar los derechos humanos en términos de diversidad es un gran avance”, considera Carri, quien fue convocada por el subsecretario de Promoción de Derechos Humanos, Carlos Pisoni.
Carri señala que uno de los aspectos a destacar de esta iniciativa es que permite dar a conocer “los derechos conquistados, porque gran parte de la comunidad internacional no está al tanto de los avances en nuestro país”. Otro de los objetivos de Asterisco es celebrar las leyes conseguidas, como la de matrimonio igualitario y la de género. A su vez, la muestra es un espacio propicio para pensar “qué significa la cultura Lgbtiq”, analiza Carri. Asterisco se llevará a cabo en cinco sedes: Espacio Incaa Km 0 Gaumont (Rivadavia 1635), Auditorio Leonardo Favio de la Biblioteca del Congreso de la Nación (Alsina 1835), la Enerc (Moreno 1199), BAMA Cine Arte (Diagonal Norte 1150) y el Malba (Figueroa Alcorta 3415). En algunos casos la entrada es gratuita y, en otros, a precios populares.
El Festival Asterisco se compone de 130 películas de 30 países y tendrá 120 estrenos latinoamericanos, 20 estrenos de films nacionales y otros 40 internacionales, que estarán distribuidos en las diferentes secciones. En principio hay una sección competitiva de largos y una de cortos. “Una de las primeras cosas que planteamos con los programadores fue que la competencia no fuera restrictiva sólo a documental, sólo a ficción ni sólo a animación. Compiten todos en la misma sección, tanto en la de largos como en la de cortos”, explica Carri. Esto es así porque la directora y su equipo creen que “eso es el cine”. “No nos parece que haya que subdividir. Creemos que son géneros dentro de sí mismos”, explica Carri.
Uno de los films en competencia de largos proviene de Australia: 52 martes (52 Tuesdays), de Sophie Hyde. El comentario de Mauro Cabral para el catálogo del festival indica que “James y Billie viven en la misma casa. James le pide a Billie que se mude por un año. James necesita tiempo y espacio: está a punto de emprender un proceso de masculinización que ha de incluir cirugía, testosterona y distancia. A lo largo de ese año, Billie y James se verán una vez por semana, un rato, los martes a la tarde (y a veces ni siquiera eso). James es la mamá de Billie. Billie todavía está en el secundario”. Del Reino Unido se presentará el documental La edad del consentimiento (Age of Consent) que, según Fernando Martín Peña, “empieza por describir, de manera alegremente explícita, el funcionamiento de un leather bar londinense exclusivamente masculino llamado The Hoist (literalmente “El montacargas”)”. A través de la narración de la historia de este lugar legendario, Peña entiende que el film también relata “el lento proceso de despenalización de la homosexualidad en Gran Bretaña”.
México estará representado por Quebranto que, según consigna Diego Trerotola, “es la historia de una artista trans y de su madre, y está representada con una lucidez estética que puede enlazar el testimonio directo con la teatralidad, e ir del realismo a la estilización, proponiendo esa amalgama de pobreza y glamour muy propias del cine mexicano”. La película argentina en sección competitiva es Tacos altos en el barro, dirigida por Rolando Pardo: “Las protagonistas son Wanda, Paola Killy, Paloma, Daiana y Zaira, todas ellas pertenecientes a los pueblos originarios, todas ellas travestis que viven dentro de sus comunidades en el interior de la provincia de Salta”, explica Carri. De Estados Unidos podrá verse Test, de Chris Mason Johnson, que aborda la historia del surgimiento del test para detectar el VIH en la sangre, cuando la comunidad gay era discriminada como si tuviera la culpa de haber generado la enfermedad. Además, el largometraje se detiene en noticias históricas, como cuando se supo que Rock Hudson tenía sida, y también navega en las miradas estigmatizadoras de algunos diarios estadounidenses.
Otro film estadounidense programado en Asterisco es La balada fílmica de Mamadada (The film ballad of Mamadada): “Las directoras Lily Benson y Cassandra Guan convocaron a más de sesenta artistas para contar la vida y obra de la baronesa Elsa von Freytag Loringhoven, artista performática, modelo, poeta y miembro del movimiento dadaísta neoyorquino, amiga de Man Ray y de Duchamp”, cuenta Carri. La producción alemana Dos madres (Two Mothers), de Anne Zohra Berrached, enfoca en la relación entre dos mujeres que desean tener un hijo para hablar de un problema muy serio: en Alemania, la salud pública no cubre el tratamiento para parejas lesbianas, ni siquiera aunque estén casadas legalmente.
En cuanto a las diferencias en el abordaje de la diversidad sexual de acuerdo con el país de origen de cada película, Carri subraya: “No puedo dar cuenta exactamente de eso por país, pero sí podría decir que claramente en los países donde la homosexualidad está penada con la ley, incluso hasta con la pena de muerte en algunos, sólo surgen relatos de resistencia y de contrainformación. Son documentales de denuncia que por supuesto no vieron la luz en su país de origen, o que si la vieron fue a costo de la vida misma”. También Carri visualizó que hay lugares como Estados Unidos o Canadá, donde “surgen muchos y diversos tipos de relatos”, y que hay otras zonas “donde los relatos son más opacos o más dramáticos, porque recién ahora se está pudiendo contar libremente la elección sexual o la elección de género”.
¿A qué público apunta el Festival Asterisco? “Es una pregunta difícil de contestar, porque no me queda muy claro a qué apuntan los festivales de cine –sostiene Carri–. En principio apunta a un público cinéfilo. Es, sin duda, un festival de cine cuyo primer objetivo es que se vea cine, pero también apunta a un público más masivo al que le permita descubrir nuevas formas de narración. Es un festival de autor, además de ser una muestra sobre diversidad. El tipo de programación es bastante radical”, reconoce la directora artística.
Con sólo ver los números abultados de películas sobre diversidad sexual, vale preguntarse si hay mayor producción audiovisual que hace unos años o si antes existía, pero no estaban los espacios para difundirla. “Los espacios para difundir cine están restringidos desde hace mucho tiempo. Cada vez más, los festivales se están convirtiendo en una forma de industria y en exhibidores de un tipo de cine. Cada vez hay más producciones, pero porque cada vez hay más producción de cine en general. Igual, eso no tiene un correlato en la calidad necesariamente, pero sí en la experimentación; así que es un camino, una forma de aprendizaje”, entiende Carri. Otro interrogante es si hay mayor receptividad que hace unos años. “Hay mayor receptividad desde el momento en que no sólo se votaron las leyes sino que se discutieron esas leyes. Esos debates que, en realidad, se venían dando en muchos sectores considerados minoritarios, sobre todo con la ley de matrimonio igualitario, salieron a las calles. Y ése fue un cambio muy grande de paradigma. También hubo pensamientos en contra, pero esa discusión, ese poder decir, liberó muchas zonas en ciertos relatos. En ese sentido, el público es más receptivo. No sólo es más receptivo: creo que también hay una necesidad de conocer y de saber un poco más”, opina Carri.
Además de las dos secciones competitivas (que, en realidad, “son tres, porque el festival tiene un Work in Progress que entrega un premio a la posproducción de imagen de una película”, informa Carri), Asterisco está estructurado a partir de varias secciones paralelas. Una de ellas es Pioneros Queers, compuesta por películas que trazan un panorama sobre las estrategias construidas para inscribir la diferencia. La sección Avenida TransBrasil tiene un título que parodia a la exitosa novela, pero tiene como objetivo reconocer la realidad trans brasileña a través del cine. Exhumaciones, en tanto, busca actualizar y recuperar la memoria de obras fundamentales de Cocteau y Radiguet, Sidney Lumet y Al Pacino, entre otros directores y artistas. La sección La Alegría de Vivir tiene una selección de películas que es “una puerta abierta a esa operación política del posporno”, indica la información suministrada por el festival. Y El Huevo de la Serpiente refiere a films de resistencia y de denuncia.
Habrá muchos invitados extranjeros y actividades especiales. Respecto de las actividades, Carri explica que trataron de armar un cruce entre la cinefilia y la militancia. En ese sentido, las preguntas y respuestas que se van a realizar después de las películas “no las llevaremos adelante los programadores del festival, como se suele hacer en todo festival, sino que convocamos a un activista, un académico o un especialista en determinado tema”. A Carri y a su equipo les pareció “muy interesante ese cruce” y evaluarán su resultado, pero la directora cree que para el público “se puede llegar a armar algo jugoso en estas discusiones entre un cineasta y un militante, hablando del tema de su película”. Carri entiende que ésta “es una forma de cruzar fronteras de ambas partes, y de encontrar otras reflexiones y pensar en las formas de representación tanto desde la militancia como desde la cinefilia”.
Una de las actividades programadas es la mesa “Homolesbotransfobia: la persistencia del odio”. La charla será moderada por Trerotola y contará con la presencia de Graeme Reid (Human Rights Watch, director de LGBT Rights), Maurice Tomilson (AIDS Free World, Jamaica, aparece en The Abominable Crime) y Carlos Alvarez Nazareno (presidente de la agrupación Afro Xango e integrante del colectivo Afros Lgbtd). Otra de las charlas debate programadas es “¿Qué hay de nosotros?”, que propone una exploración a través del recorrido crítico de algunas de las representaciones culturales, sociales, afectivas y políticas en tiempos de la diversidad sexual. Participarán Pablo Akos Gasol (escritor, dramaturgo y director teatral, cursa en el Bachillerato Popular Trans Mocha Celis), Mauro Cabral (codirige Global Action for Trans* Equality) y Blas Radi (activista independiente que trabaja en temas de filosofía y teoría trans en la UBA).
En otro contexto sociopolítico del país, este festival seguramente no hubiera recibido apoyo estatal. Ahora bien: ¿en qué lugar se ubica la Argentina respecto del respeto a la diversidad sexual? Carri tiene su opinión formada: “Tenemos una ley de identidad de género que es única en el mundo. Y eso no vino de un repollo sino que viene de largas luchas de un activismo muy comprometido que hay en la Argentina, que ha luchado mucho y ha defendido esos proyectos y, por supuesto, de una voluntad política estatal”. Al analizar la otra parte en cuestión, es decir, qué pasa a nivel de la sociedad, Carri sostiene que todavía “nos falta un gran recorrido. Por eso me parece que es importante esta muestra, y por eso me interesó mucho cuando Pisoni me llamó para hacer este festival, porque justamente un aporte artístico-cultural como es un festival de cine o una película en sí misma es lo que puede acercar al público más temeroso o a la gente que no sabe o que teme por desconocimiento y por discursos instalados también en los mass media. Todavía hay muchísima gente que dice ‘los travestis’ muy livianamente, cuando si ellas quieren ser llamadas ‘ellas’ no hay discusión posible. Todo eso se puede ir desarticulando y desandando con este tipo de eventos”, concluye la directora artística del Festival Asterisco.
* Para conocer programación completa, horarios y sedes: www.festivalasterisco.gob.ar
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