CINE › “VIVIENDO CON MI EX”, DE PEYTON REED
› Por H. B.
Proveniente de la televisión, el director Peyton Reed había hecho una interesante incursión en la comedia romántica un par de años atrás, con Abajo el amor. Allí reponía el mundo de las comedias blancas alla Doris Day tan masivamente que las volvía asfixiantes. Si Viviendo con mi ex también lo es, se trata en tal caso de una asfixia involuntaria, generada por todo aquello que no funciona en esta comedia que le permitió a Vince Vaughn quedarse con Jennifer Aniston. Ese será tal vez el mayor o único logro de esta película. Pero una sola persona puede disfrutar de él: para quien no se llame Vince Vaughn queda poco o nada.
Ya en el comienzo choca la atropellada elipsis que lleva de la escena previa a los títulos a la siguiente, saltando sin mediaciones del primer intento de levante de Gary Grobowski (Vaughn, nunca fino) a Brooke (Aniston, jamás despeinada) a la primera separación de la pareja. Lo que viene es todo para abajo. Brooke está harta de Gary y decide separarse de él, pero para ello deberá esperar a resolver un complicado trámite inmobiliario. El entretiempo es la película misma, hecha de convivencia forzada, chicanas, caras largas, citas de ella con un montón de candidatos, largas sesiones de Playstation por parte de él y finalmente una partida de strip poker con orgía posterior. Orgía a la que Brooke deberá ponerle cara de poker, justamente.
Imposible entender qué afinidades puede tener esta chica tan prolija e impecable, que trabaja como empleada de una galería de arte de Chicago (como su jefa reaparece, más crispada que nunca, la australiana Judy Davis), con este pedazo de bruto, que se pasa el día frente a la tele o en la cancha. Tal vez la pura atracción, se dirá. Pero eso tampoco se ve en cámara, por mucho que ambos se hayan puesto de novios durante el rodaje. Y después están las gratuidades varias que el guión impone, vencido por la imposibilidad de construir una lógica propia. En lugar de una art gallery, daría lo mismo que Brooke trabajara en una biblioteca, un estudio jurídico o una peluquería (establecimiento con el que uno siempre tiende a asociar a Aniston). Gary lo hace en turismo, pero podría ser gomero, tallerista o comerciante, que no cambiaría nada.
Filmada como si fuera televisión, en Viviendo con mi ex todo parece de relleno, no hay masa. En una cena de presentación, todos los miembros de la familia de Brooke se mandan un tema de Yes a capella, haciendo todos los instrumentos con la garganta. El número en sí está bueno y el gag podría funcionar, si no fuera que no viene a cuento de nada que no sea “meter” un gag y ver si así se gana algún espectador más.
No, así no se gana.
4-VIVIENDO CON MI EX
(The Break-Up) EE.UU., 2006.
Dirección: Peyton Reed.
Guión: Jeremy Garelick y James Lavender.
Intérpretes: Vince Vaughn, Jennifer Aniston, Jon Favreau, Vincent D’Onofrio, Judy Davis y Ann-Margret.
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