La ciudad de San Juan será sede desde este viernes de la tercera edición del Festival Internacional Unasur Cine, pensado como un ámbito propicio para la reunión y el intercambio de las cinematografías de los países que integran la Unión de Naciones Suramericanas: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela. Hasta el 19 de septiembre podrán verse más de doscientas películas de todo el continente en esta muestra regional organizada por el gobierno de la provincia de San Juan y con dirección general de la cineasta Paula de Luque y producción general de Mariana León Echevarría. El acto de

inauguración se realizará por la noche en la Plaza Seca del Centro Cívico de la ciudad cuyana y estará presidido por el gobernador José Luis Gioja y autoridades provinciales y nacionales. La película elegida para la gala es El ardor, tercer largometraje de Pablo Fendrik, protagonizado por Gael García Bernal y Alice Braga, que se estrenó la semana pasada en Buenos Aires.

“Los objetivos se mantienen y se profundizan”, comenta De Luque en diálogo con Página/12, al tiempo que señala que el lema de esta tercera edición del festival es “Integrando la diversidad”. “Y esto no es una frase vacía, sino que es una especie de mandamiento que nos hace trabajar en esa línea. El primer año nacimos con todas las precauciones del caso y realmente fue un festival que explotó de cantidad de público. El año pasado fue mayor y este año será mayor aún”, confía la directora de la muestra. “Sentimos que estamos consolidando el proyecto. Es un festival que agrupa a las cinematografías de los países del sur, y creo que ese espacio estaba faltando. Faltaba un lugar de encuentro”, reconoce De Luque, mientras informa que recibieron aproximadamente 1200 películas de todo el continente e hicieron una selección de 220.

El panorama internacional contará con films que participaron en los festivales de cine más importantes del mundo: Cannes, Berlín, Rotterdam, Venecia, Sundance, Locarno y San Sebastián, entre otros. “Cuando seleccionamos la programación no la pensamos para poner una perla de cada festival clase A, pero cuando la terminamos nos dimos cuenta de que casi todas las películas ecuatorianas, bolivianas, argentinas, chilenas, etcétera, habían circulado por los festivales más importantes del mundo”, explica De Luque.

En la competencia internacional de ficción hay cuatro largometrajes argentinos, tres de los cuales aún no fueron estrenados comercialmente: El cerrajero, de Natalia Smirnoff (anunciado para el 25 de septiembre en Buenos Aires); Refugiado, de Diego Lerman (que participó en la Quincena de los Realizadores del último Festival de Cannes), y La Salada, de Juan Martín Hsu, que formó parte de la Competencia Internacional del último Bafici. El otro film nacional es El rostro, de Gustavo Fontán, ganador del premio al Mejor Director de la Selección Oficial argentina del 16º Bafici. Estas películas nacionales competirán con otras de Ecuador, Paraguay, Brasil, Uruguay, Venezuela, Colombia y Bolivia. También se ha programado una competencia internacional de documentales, entre los que se destacan los argentinos –ya estrenados en Buenos Aires– Buscando el huemul, de Juan Diego Kantor, y Carta a un padre, de Edgardo Cozarinsky. La programación incluye también las competencias Industria (películas en proceso y desarrollo de proyectos) y Cine del Sur, sección por la que circularán los principales largometrajes argentinos del último año.

Unasurcito será la sección dedicada al público infantil y contará con una franja especial presentada por la señal infantil Pakapaka. En la gala especial dedicada a Oliver Stone se presentará el documental Mi amigo Hugo, que el director de Pelotón realizó como homenaje al recordado ex presidente venezolano Hugo Chávez. Se programó también el Foco Chileno, debido a que el país trasandino es uno de los sudamericanos más destacados de los últimos años en materia de producción cinematográfica. Unasur Cine 2014 homenajeará al prestigioso escritor Gabriel García Márquez (fallecido este año), exhibiendo dos películas basadas en su obra: El coronel no tiene quien le escriba, del mexicano Arturo Ripstein, y De amor y de otros demonios, de la costarricense Hilda Hidalgo. Tampoco faltará un homenaje al gran Alfredo Alcón, con una selección de tres largometrajes representativos del recordado actor argentino: El Santo de la Espada y El Pibe Cabeza, de Leopoldo Torre Nilsson, y Pubis angelical, de Raúl de la Torre.

La propia mirada se trata de una actividad auspiciada por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), que tiene como objetivo la realización de cortometrajes de ficción protagonizados por vecinas y vecinos. Durante el festival se presentarán seis cortometrajes de producción colectiva. “La propia mirada consiste en filmar los barrios emergentes, pero no desde la perspectiva de la clase media, sino desde la de los propios habitantes de los barrios”, comenta De Luque, quien recuerda que se brindó un curso de capacitación a cargo de directores reconocidos en cada uno de los barrios (cuatro del Gran Buenos Aires y dos de San Juan). “Se les puso una cámara en la mano y se les facilitó la posproducción para que pudieran trabajar como cualquier cineasta profesional. Ellos escribieron sus historias que no son historias de pobres y marginalidad, sino que son historias propias. Por eso se llama La propia mirada”, explica De Luque. Y expone su posición al respecto: “Creemos fuertemente que la integración se hace, en primer lugar, por medio de la cultura y que la inclusión social también”.

La gran apuesta de este año es Unasur Cine TV. “Lanzaremos una gran red latinoamericana de contenidos audiovisuales para televisión en colaboración con los países de América latina y con el Ministerio de Planificación”, anticipa De Luque. La idea es que se sumen organismos gubernamentales y no gubernamentales para conformar esta amplia plataforma que no es un canal de televisión. “En principio, estamos conversando con el Bacua, con Telesur y con diferentes países para que sea una red de visibilidad de todo lo que hay”, sostiene De Luque sobre este proyecto que buscará proveer de contenidos audiovisuales a diferentes canales de América latina, incluyendo la Argentina, y realizados por jóvenes de entre 20 y 30 años, aunque “también entra gente más grande y más joven, pero el eje está puesto en cómo mira la juventud a América latina”, señala la directora de Unasur Cine.

Como el festival es muy requerido por los países que integran la Unasur se está evaluando la posibilidad de que, además de desarrollarse en San Juan, se realice luego una muestra itinerante. “Hacer un festival por año en cada país sería muy complicado desde el punto de vista logístico y económico”, reconoce la directora de la muestra sanjuanina. Por eso, la idea que se está evaluando es que siga teniendo su epicentro en la ciudad cuyana y que luego haya una especie de gira por América latina. “Esto es llevar el cine latinoamericano a países de la región. Y este año haremos una cumbre interprogramática de los festivales más importantes de América latina: vienen de La Habana, Cartagena de Indias, Guadalajara y de Chile, entre otros”, concluye De Luque.