A los Globo de Oro suele llamárselos “la antesala del Oscar”, pero sus ternas incluyen desde hace años apartados especiales para series y películas emitidas en televisión. Para colmo, la mención el último año de House of Cards borró cualquier atisbo de catalogación fácil. Esto porque, se sabe, la serie creada por David Fincher y protagonizada por Kevin Spacey y Robin Wright fue concebida para la plataforma online Netflix, con todas las particularidades de consumo que la ventana de exhibición 2.0 conlleva. Además, sus ceremonias encontraron, sobre todo desde la conducción de Ricky Gervais en 2010, el equilibrio perfecto entre glamour, timing, frescura, e incluso ciertos atisbos de acidez e incorrección política. Teléfono, entonces, para la Academia, que desde años batalla contra la caída de audiencia de su ceremonia. “Tenemos una modalidad que nos permite adelantarnos, incluso recortar si hay alguien que dice una mala palabra, algo extremadamente fuera de tono o inusual, pero también tenemos una tradición a favor de la libertad de expresión, nunca hemos tenido grandes problemas y nos gusta que se mantenga así”, explicaba en estas páginas, un año atrás, el productor ejecutivo del evento, Barry Adelman.

La 72a entrega de los Golden Globe, a realizarse esta noche en el hotel Beverly Hilton, tendrá un total de 25 ternas, catorce para cine y las once restantes para series. Quizá la popularidad de las segundas justifiquen, por un lado, el visto bueno del público a la ceremonia, traducido en siete años consecutivos de crecimiento de las cifras de rating, y, por el otro, la elección de dos actrices reputadas en el rubro como Amy Poehler (Parks and Recreation) y Tina Fey (creadora, productora y protagonista de la recordada 30 Rock) para compartir la conducción, tal como sucedió en 2014. ¿Y los criterios de premiación? Siempre discutibles, generalmente salomónicos y muchas veces impresentables. Pero los galardones otorgados por la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood (APEH) son, como todos, mucho menos un barómetro cualitativo de la industria que una representación de la imagen que ella aspira a construir puertas afuera. Aquellos que esperen ver efectivamente un reconocimiento a “lo mejor” del mundo audiovisual cosecha ’14, mejor abstenerse. Para el resto, la cita será esta noche a las 22 (una hora antes, la previa) por TNT.

De pájaros y crecimientos

Ya se ha dicho aquí y en muchos lados que Boyhood esculpe y modela como ninguna esa materia prima del cine que es el tiempo. Casualidad o no, Birdman también tiene al paso de los años como uno de sus ejes. En el apartado cinematográfico se vivirá un enfrentamiento entre estos dos films que, sin embargo, estarán mano a mano sólo en las ternas de Dirección y Guión. Esto porque los Globos dividen a sus contendientes entre “drama” y “comedia o musical” para Mejor película y actores principales. ¿Qué tienen en común los dos últimos géneros para cobijarlos bajo el mismo paraguas? ¿Y dónde iría una de acción o un thriller? Difícil saberlo, pero así se plantean las cosas.

Centrado en un actor que supo tener su época de gloria interpretando al superhéroe del título y ahora intenta volver a los primeros planos adaptando un texto de Raymond Carver en Broadway, y coescrito por los argentinos Nicolás Giacobone y Armando Bo, el opus cinco de Alejandro González Iñárritu, a estrenarse aquí el 12 de febrero, tiene siete nominaciones, entre ellas a Mejor película - Comedia o musical, donde se las verá con El Gran Hotel Budapest, En el bosque (25/2), St. Vincent (29/1) y Pride (sin distribución asegurada en la Argentina). Boyhood, por su parte, cosechó, al igual que El código Enigma, menciones en cinco ternas, también con la de Mejor película en la subcategoría Drama como la más importante. Las contrincantes del film de Richard Linklater serán la recientemente lanzada Foxcatcher, Selma, La teoría del todo y la mencionada El código Enigma, estas tres últimas con estreno pautado para el 5 de febrero.

En Dirección, todo pinta para un duelo Linklater vs. Iñárritu, con los otros mirando y, llegado el momento, aplaudiendo al vencedor. Los espectadores de lujo serán Wes Anderson (El Gran Hotel Budapest), David Fincher (Perdida) y Ava Duvernay (Selma). Lo mismo ocurrirá con el premio al Mejor guión, con la salvedad de que el mexicano batallará en grupo, ya que el texto fue escrito junto a Nicolás Giacobone, Alexander Dinelaris Jr. y Armando Bo. El improbable batacazo podría estar a cargo de Wes Anderson por esa ñoñada llamada El Gran..., seguido desde atrás por Graham Moore (El código...) y Gillian Flynn (Perdida). Por el lado interpretativo, vale destacar la presencia por partida doble de Julianne Moore, integrante del apartado Mejor actriz protagónica Drama por Siempre Alice y en Comedia o musical por Polvo de estrellas. En el primero tendrá enfrente a otras figuras como Jennifer Aniston (Cake) y Reese Witherspoon (Vida salvaje), y las ascendentes Felicity Jones (La teoría del todo) y Rosamund Pike (Perdida), y en el segundo a Amy Adams (Big Eyes), Emily Blunt (En el bosque), Helen Mirren (Un viaje de diez metros) y Quvenzhané Wallis (Annie).

Por el lado de los hombres protagonistas en Drama, Steve Carell corre con el caballo del comisario, ya que su John du Pont de Foxcatcher tiene todo aquello que suele gustar en los votantes: transformación física, oscuridad y una pátina trágica. El quinteto se completa con Benedict “Sherlock” Cumberbatch (El código...), Jake Gyllenhaal (genial en Primicia mortal) y los desconocidos David Oyelowo (Selma) y Eddie Redmayne (La teoría...). En Comedia, en cambio, la cosa parece más pareja, con Michael Keaton (Birdman) sacándoles una nariz de ventaja a Ralph Fiennes (El Gran...), Bill Murray (St. Vincent), Joaquin Phoenix (Vicio propio) y Christoph Waltz (Big Eyes). ¿El rubro reparto? Una auténtica selección: Robert Duvall (El juez), Ethan Hawke (Boyhood), Edward Norton (Birdman), Mark Ruffalo (Foxcatcher) y J. K. Simmons (Whiplash: Música y obsesión).

Los secretos del poder

House of Cards y Game of Thrones narran largos, larguísimos peregrinajes de protagonistas cuyas metas en común son menos el dominio y el control que el sentirse por encima de todos para emborracharse con el elixir de la autoridad. Ya sin

Breaking Bad al aire, son las amplias favoritas en el rubro Serie dramática, muy por delante de The Affair, Downton Abbey y The Good Wife. Algo parecido ocurre con Kevin Spacey, a quien la ausencia de Bryan Cartston lo ubica como amo y señor de la terna de Mejor actor. Terna que valida por enésima vez que la televisión norteamericana está atravesando su edad de oro, ya que se completa con nombres de la talla de Clive Owen (The Knick), Liev Schrieber (Ray Donovan), James Spader (The Blacklist) y Dominic West (The Affair). Girls, por su parte, intentará repetir su performance de 2013 alzándose con el Globo a Mejor comedia o Musical. Pero no la tendrá fácil contra las reputadas Orange Is the New Black y Silicon Valley, además de Jane the Virgin y Transparent. La que también irá por un nuevo Globo es Robin Wright (House of Cards), pero para eso deberá imponerse a Claire Danes (Homeland), Viola Davis (How to Get Away with Murder), Julianna Margulies (The Good Wife) y Ruth Wilson (The Affair). Entre las miniseries o telefilms, Fargo, The Missing, el hitazo de True Detective, The Normal Heart y Olive Kitteridge prometen sacarse los ojos.