CINE › RELATOS SALVAJES COMPETIRA POR EL OSCAR AL MEJOR FILM EXTRANJERO
La película de Damián Szifron está en el grupo con la polaca Ida, la rusa Leviatán, la estonia Mandariniid y la mauritana Timbutkú. La intriga se develará en la noche del 22 de febrero, cuando se anuncien los Oscar 2015 en el Dolby Theatre de Los Angeles.
› Por Horacio Bernades
Por una cuestión de orden alfabético fue la última de la lista, y entre el título en inglés y la foto que se eligió como identificación, que no es de las más icónicas de la película, llevó algunos milisegundos caer en la cuenta de que Relatos salvajes (Wild Tales, en inglés) será nomás una de las cinco competidoras al Oscar 2015 al Mejor Film Extranjero. “A esa altura estaba tan mareado por los nervios que me llevó un poco más darme cuenta”, confiesa Matías Mosteirin, productor ejecutivo de la película de Damián Szifron, en comunicación telefónica con Página/12. “Obviamente teníamos ilusiones de que la nominaran y no descartábamos la posibilidad. Pero anoche nos fuimos a dormir sin tener la certeza, así que fue una gran emoción verla aparecer entre las cinco. En cuanto a la foto, creo que tiene que ver con que la imagen de Erica Rivas y Diego Gentile, abrazados en la ceremonia de casamiento, es una que le gusta particularmente a la gente de Sony”, continuó Mosteirin. Las películas con las cuales deberá competir Relatos salvajes de aquí al 22 de febrero son la polaca Ida, la rusa Leviatán (que viene de ganar el Globo de Oro), la estonia Mandariniid (Tangerines) y la mauritana Timbutkú. La intriga se develará en la noche del 22 de febrero, cuando se anuncien los Oscar 2015 en el Dolby Theatre de Los Angeles.
Como ya había sucedido con los Globos de Oro, va a haber otros nombres argentinos en la 87ª entrega de los premios de la Academia, ya que el realizador y guionista Armando Bo (nieto) y su primo, Nicolás Giacobone, están nominados a Mejor Guión Original por su participación en el guión de Birdman, de Alejandro González Iñárritu. En esa terna, Bo y Giacobone deberán vérselas con Richard Linklater, por el guión de Boyhood; E. Max Frye y Dan Futterman, por el de Foxcatcher; Wes Anderson y Hugo Guiness, por el de El Gran Hotel Budapest y Dan Gilroy por el de Primicia mortal (Nightcrawler). Todas ellas, menos la de González Iñárritu (que se anuncia para el 5 de febrero), ya se estrenaron en la Argentina. Birdman y El Gran Hotel Budapest encabezan las nominaciones, con nueve cada una e incluyendo las categorías principales. Les siguen, con ocho cada una, Francotirador (American Sniper), de Clint Eastwood (estreno local previsto para la semana próxima), y El código Enigma (The Imitation Game, se estrena el 5 de febrero).
Boyhood, otra de las candidatas más fuertes, llegó a seis nominaciones, y La teoría del todo (The Theory of Everything, también se estrena el 5 de febrero) se anota con cinco. Mientras que Birdman, Boy-
hood, El código Enigma y Teoría del todo estaban en los cálculos previos, no sucedía lo mismo con la nueva de Clint Eastwood ni con El Gran Hotel Budapest, que no sólo no es la clase de film mainstream que suele gustar a los miembros de la Academia sino que, además, se estrenó a comienzos de año, lo cual suele conspirar contra las candidaturas. La que no parece contar con demasiadas posibilidades es Selma, que gira alrededor de la lucha por la igualdad de voto emprendida por Martin Luther King a mediados de los ’60, y que está entre las diez que compiten por Mejor Película (anunciada también para el 5 de febrero en la Argentina).
Que el súper espectáculo musical En el bosque (Into the Woods, con estreno en suspenso) haya aportado sólo una candidatura “fuerte”, la de la record woman Meryl Streep (decimonovena nominación, esta vez como Actriz de Reparto), tal vez esté indicando una huida del Hollywood más tipificado por parte de la Academia. Habrá que ver si esa tendencia se mantiene en próximas entregas. Sin contar Boyhood, la indie de la temporada es Whiplash: música y obsesión, que también se estrena la semana próxima y se anotó con cinco nominaciones, incluyendo Mejor Película y Mejor Actor de Reparto (J.K. Simmons, que está extraordinario, ganó la terna en la entrega de los Globos de Oro). Aquí, dos digresiones: 1) Robert Duvall, que también compite en este mismo rubro por su papel en El juez y que viene de cumplir 84 años, es el nominado más veterano de la historia (la nominada más veterana fue Emmanuelle Riva, por Amour y con 85). 2) Esta vez sí los Globos funcionaron como “antesala” del Oscar, en el sentido de que hubo continuidades entre sus nominaciones y la de los Oscar. Con la única excepción del film de Eastwood, las tendencias generales no divergen mucho este año.
Del lote de diez que competirán por el premio más importante –el de Mejor Película–, Selma, El código Enigma y La teoría del todo responden al gusto más clásico de la Academia. Las tres están basadas en hechos reales, la primera es políticamente correcta y las dos últimas son biopics. El código Enigma, sobre el matemático y precursor de la informática, Alan Turing, y su intento de desencriptar el código secreto por el que se comunicaba la flota de submarinos alemana en la Segunda Guerra. La teoría del todo, sobre el físico Stephen Hawking y la love story con su esposa Jane. Que Turing haya sido un homosexual cuya asunción pública fue bloqueada por los prejuicios de la sociedad de su tiempo, y que Stephen Hawking padezca de una enfermedad neurodegenerativa son un plus con los que ambas películas cuentan en términos de la Academia. No por nada los británicos (en el rubro actores, cuanto más inglés mejor) Benedict Cumberbatch y Eddie Redmayne compiten entre sí como Mejor Actor Protagónico. Silla de ruedas mata gay in the closet: Redmayne pica en punta.
Aunque a primera vista no se advierta (Birdman es una comedia; Boyhood, una indie de las que “se parecen a la vida misma”), las dos grandes competidoras (el máximo milagro de El Gran Hotel Budapest son sus nueve nominaciones; difícil que los haya a la hora de la entrega) también responden a una constante académica: la de la espectacular innovación técnica. La película de Richard Linklater es, como se sabe, la primera película “grande” filmada a lo largo de doce años, a razón de una semana por año. La de González Iñárritu recoge el guante del tour de force hitchcockiano de La soga/Festín diabólico: está filmada de modo de parecer un único plano-secuencia, sin corte de cámara. Como en la de Hitchcock, se trata de un truco que ahora la tecnología digital permite disimular mejor, sin necesidad de crear –como en La soga– un “negro forzado” que permita pasar de un plano a otro, mediante el plano detalle de un objeto oscuro.
¿Puede Relatos salvajes, séptima película argentina nominada a Mejor Film Extranjero, seguir el rumbo de La historia oficial y El secreto de sus ojos? Sí, ¿por qué no? Tal vez demasiado negra para el gusto clásico de los académicos, la película de Szifron se luce en términos narrativos, visuales, técnicos y actorales, por lo cual no dejará de llamar la atención. Su negrura, por otra parte, se ve convenientemente contrapesada por el elemento cómico, que permitiría a los votantes hacer la vista gorda ante cuerpos calcinados y vestidos de novia bañados en sangre. Su gran competidora, de acuerdo con los pronósticos, es la polaca Ida, que no sólo tuvo mayor recorrido en festivales y salas de estreno (incluidas las de Estados Unidos) sino, en consecuencia, más cantidad de premios y nominaciones, incluyendo los de varias asociaciones de críticos estadounidenses (los de Nueva York a la cabeza). Ida llega a los Oscar “sonando” más que Wild Tales. Hasta el punto de que sus directores de fotografía, Lukasz Zal y Ryszard Lenczewski, compiten en la terna respectiva. Esa diferencia no es concluyente, pero existe.
La sola nominación representa de por sí un logro para el film de Szifron, gane o no el Oscar. No por nada su estreno de costa a costa en Estados Unidos está previsto para el 20 de febrero, en coincidencia con la entrega. Poco antes va a ser parte de la programación del Sundance Independent Film Festival, y poco después se estrenará también en Inglaterra y Rusia. Además de los Goya a comienzos de febrero, donde, como se sabe, llega con nada menos que nueve nominaciones. “Acaba de estrenarse en Francia, en 220 salas y con record de concurrencia para una película argentina”, acota Matías Mosteirin, aportando la cifra: 14 mil espectadores en su primer día. Más que El secreto de sus ojos, que hasta ahora tenía el record. “En España ya lleva 800 mil tickets vendidos y sigue en cartel, en Alemania y Suiza también arrancó muy bien, en Polonia llevó la nada desdeñable cifra de 200 mil espectadores, está vendida a toda Asia y acá, en la Argentina, los distribuidores tuvieron la gentileza de relanzarla, antes incluso de que se conociera la nominación”, completa el productor ejecutivo. Ahora puede vérsela en más salas y más funciones, exhibiendo oronda su record de tres millones quinientos mil espectadores. Quedan muchos relatos por contar todavía.
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