CINE › MOSTRA DE CINE LATINOAMERICANO DE CATALUÑA, EN LLEIDA
Este festival, que desde hace dos décadas viene promoviendo el cine de la región, cumple la mayoría de edad en el circuito cinematográfico internacional y se consolida con una programación donde el cine argentino tiene una fuerte presencia.
› Por Oscar Ranzani
Un puente que une dos continentes para abrir una ventana al cine latinoamericano: éste es el fundamento de la Mostra de Cine Latinoamericano de Cataluña, cuya 21ª edición se celebrará en la ciudad catalana de Lleida, desde hoy y hasta el 17 de abril. Este festival, que desde hace dos décadas viene promoviendo el cine de América latina, cumple la mayoría de edad en el circuito cinematográfico internacional y llega consolidado con una programación donde el cine argentino tiene una fuerte presencia. Organizada por el Ayuntamiento de Lleida y el Centro Latinoamericano de esa ciudad catalana –que preside el argentino Osvaldo Francia–, la Mostra incluye tres secciones oficiales: de largometrajes, documentales y cortos. También forman parte de la programación la exposición MAC, Cartelista, del pintor, dibujante, ilustrador y cartelista Macario Gómez Quibus, más conocido como MAC. A lo expuesto se le suma una serie de actividades paralelas y reconocimientos a actores y directores.
Se sabe que en Europa hay varios festivales que son más antiguos que la Mostra de Lleida. Incluso en España está el Festival Iberoamericano de Huelva. Pero el director de la Mostra, Juan Ferrer, comenta a Página/12 que cuando surgió la idea de realizarla hace veintiún años, él y su equipo pretendían hacer “una mostra diferente”. Y lo argumenta así: “Queríamos buscar producciones que marcasen nuevos talentos, que hubiese una mezcla entre cineastas consagrados con otros en ciernes que dieran aires nuevos al cine latinoamericano”. En ese sentido, Ferrer destaca que la Mostra de Lleida “siempre tuvo presente que lo importante era el contenido y no el festival en sí”. Por eso comenta lo siguiente: “Yo nunca habría dirigido una mostra en la que fuese más importante el festival que las proyecciones que propusiera. Y, segundo, tampoco queríamos colocar películas en la Sección Oficial que supiésemos que se iban a estrenar en España la misma semana del festival o a la semana siguiente, porque no se cumpliría lo que nosotros queríamos hacer: dar a conocer títulos para que llegaran a poderse estrenar. A los que ya tenían asegurado su estreno no le veíamos sentido que estuviesen promocionados en un festival, porque era una tarea más comercial de la que nosotros no pensábamos realizar”, explica el director.
Diez ficciones representando siete nacionalidades competirán en la Sección Oficial de Largometrajes. “No hay que olvidar un gran detalle: Argentina es casi la columna vertebral de esta Mostra, no sólo por apego y por conocer más el país, los cineastas y el cine argentino, sino también porque hay una interrelación, una fluidez y eso ayuda muchísimo a la hora de programar. Además, el público de aquí tiene una especial mirada sobre el cine argentino”, cuenta Ferrer. Es por eso que cinco films son argentinos y uno en coproducción con Uruguay. El cine nacional estará representado, entonces, por La tercera orilla, cuarto largometraje de la entrerriana Celina Murga, que contó con la producción ejecutiva de Martin Scorsese y que integró la Competencia Oficial de la 64ª edición de La Berlinale, celebrada en febrero de 2014; El crítico, del realizador Hernán Guerschuny, también director de la revista Haciendo Cine desde hace dos décadas, quien se animó en su primer film a jugar con la comedia romántica, con un personaje al que conoce de cerca. La inédita La utilidad de un revistero, de Adriano Salgado, aborda la relación entre una experimentada escenógrafa de teatro y una aspirante a ocupar el puesto de colaboradora para un futuro trabajo. Próxima a estrenarse en Buenos Aires, Showroom, de Fernando Molnar, con protagónico de Diego Peretti, es el cuarto film que integra la Competencia Oficial de Lleida. Lo mismo sucede con El hijo buscado, de Daniel Gaglianó, sobre un hombre que decide emprender un viaje al norte para adoptar un hijo. Y, finalmente, figura la coproducción argentino-uruguaya, Zanahoria: ambientada en octubre de 2004, cuando el Frente Amplio se aprestaba a gobernar por primera vez el Uruguay, la segunda ficción del uruguayo Enrique Buchichio recrea una famosa investigación periodística sobre los desaparecidos de la Banda Oriental. Estas películas competirán con otros títulos de México, Cuba y Colombia.
En la Sección Oficial de Documentales, hay programados dos argentinos. Uno es Al fin del mundo, de Franca González. Así como para hacer Tótem la directora pampeana viajó al Pacífico canadiense, para Al fin del mundo eligió el otro lado del globo: Tolhuin, un pueblo ubicado en Tierra del Fuego. En este documental se ocupa de temas cotidianos de la vida de los pobladores de esa difícil geografía y muestra al hombre en contraste con la inmensa naturaleza. El otro documental nacional es El triángulo rosa y la cura nazi para la homosexualidad: Ignacio Steinberg y Esteban Jasper elaboraron una investigación con la que siguen la pista de Carl Vaernet, un médico danés que durante el nazismo experimentó una supuesta “cura” para la homosexualidad –que la consideraban una enfermedad y una desviación– y que terminó sus días ejerciendo en Argentina. También podrán verse documentales de Brasil, Colombia, México y España. Al analizar el motivo por el cual la Mostra le dedica un apartado especial a este género cinematográfico, Ferrer señala: “Nos interesa mucho el cine documental porque es la realidad filmada. Además, hay grandes documentalistas en Latinoamérica”, reconoce.
Además de la Sección Oficial de cortos, también habrá reconocimientos. El actor español Antonio de la Torre y el cineasta argentino Carlos Sorín recibirán el Premio de Honor de la Mostra de Lleida. “Carlos Sorín es respetadísimo”, señala Ferrer por la decisión de homenajear al director de Historias mínimas. “Aquí está considerado como el gran director de las películas pequeñas. Y no sólo es reconocido porque ganó un par de premios especiales en San Sebastián o dos Goya. Es que también ha ganado en dos ocasiones en la Mostra. Sus películas siempre han sido proyectadas en la Mostra y el hecho de tenerlo aquí recibiendo un premio de honor es muy bueno. Yo digo que Sorín no viene aquí para ser más grande, viene para hacernos más grandes a nosotros”, sostiene Ferrer. Por otro lado, la quinta edición del Premio Jordi Dauder a la Creatividad en el Cine Catalán galardonará a la actriz Vicky Peña y al actor catalán Alex Brendemühl, a quien los espectadores argentinos recordarán por haber interpretado al criminal nazi Josef Mengele en Wakolda, el tercer largometraje de Lucía Puenzo.
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