Miércoles, 18 de noviembre de 2015 | Hoy
CINE › MAñANA COMIENZA LA 9ª MUESTRA DE DOCUMENTALISTAS ARGENTINOS
“Entendemos nuestro cine como un cine sin yo, desde y para las bases, y pensamos esta muestra como espacio de encuentro, debate y transformación”, afirman desde este colectivo, que exhibirá no sólo preestrenos argentinos sino también de toda América latina.
Por Andrés Valenzuela
Pibe chorro, de Andrea Testa, abrirá mañana a las 20.30 la 9ª Muestra DOCA, el panorama de documentales del colectivo que reúne a cineastas y productores argentinos. La Muestra se extenderá hasta el miércoles de la semana que viene y tendrá todas sus funciones en el cine Gaumont (Espacio Incaa Km0, Av. Rivadavia 1635). El encuentro lleva por lema “Cine sin yo, cine con ellos” y se propone como una “defensa del cine de las bases” que aboga por más producción y exhibición.
DOCA es un pujante movimiento de documentalistas nacionales que surgió hace algunos años para reclamar el reconocimiento del sector más under de la disciplina por parte del Incaa. Fruto de su lucha, consiguieron una línea de financiación del Instituto que habilita pequeños montos para facilitar la producción de obras de bajo presupuesto, sin necesidad de antecedentes ni “apadrinamientos” de las productoras del sector.
Consecuencia de estos cambios y de la fervorosa producción documentalista argentina y latinoamericana es la programación de esta edición del DOCA, que proyectará más de diez preestrenos nacionales de distintas regiones del país y numerosas películas de Brasil, Chile, Venezuela y México. La producción latinoamericana tendrá particular presencia en esta 9ª Muestra en lo que –señalan desde la organización– es una manera “de alzar la voz en reclamo de justicia por los 43 estudiantes desaparecidos de la escuela de Ayotzinapa, la represión estatal, las desapariciones en democracia y el gatillo fácil”. Estos temas también se cuelan entre los films nacionales. El mismo Pibe chorro, que abrirá el festival, cruza las expresiones poéticas de los marginados con los prejuicios y violencia a los que se ven sometidos los jóvenes de las clases populares por el solo hecho de pertenecer a ellas.
Además, este año la Muestra DOCA cuenta con la visita de Miguel Lavandeira, profesor de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, Cuba. Lavandeira es montajista y ofrecerá un seminario teórico-práctico en la Manzana de las Luces (Perú 272) sobre la relación entre director y montajista en este género.
DOCA se propone como una agrupación de documentalistas “de base”. Su consolidación, aseguran, “provocó por un lado el desarrollo de diversas miradas sobre lo real que implican la visibilidad de historias e identidades marginadas en los relatos hegemónicos, y por el otro, el crecimiento de la tensión existente entre quienes pensamos la obra documental como patrimonio cultural de nuestros pueblos y quienes conciben la realización cinematográfica como producto de una industria cultural que debe cuantificar y centralizar su producción y exhibición en función de intereses económicos y políticos de sectores dominantes”. El colectivo se plantea como resultado del movimiento surgido en las postrimerías de la crisis de diciembre de 2001, retoma la tradición del cine militante y entiende la materialización de sus reclamos como la “legitimación de un posicionamiento político, ético y estético”.
Alejandra Guzzo, flamante presidenta de este colectivo, considera que el grupo tiene su razón de ser en la defensa del cine documental. Además, llama a no perder la perspectiva en Latinoamérica y en particular en la Argentina, de hacerse cargo de la política en el cine. “Hubo una interrupción histórica, pasada la gesta de los 70, con Cine Liberación, Cine de la Base, aquellos colectivos políticos, no es que no se hizo más nada, pero se produjo muy poco en los 80 y los 90. Ya a finales del 2000 y sobre todo con el estallido del 2001, resurge la producción, y vuelve el eje a estar en lo real, a poner el cuerpo y la cámara y que ello este atravesado por lo político. Nuestro objetivo es ese que no se pierda la esencia y la perspectiva del cine político”.
El lema de la muestra, en tanto, se desprende de la figura patrona de Fernando Birri. En el fondo, es una filosofía que busca acercar el objeto del documental a lo efectivamente plasmado en la pantalla, donde los documentalistas sean parte de la realidad que registran y no solo quienes hacen su recorte. “Entendemos nuestro cine como un cine sin yo, desde y para las bases, y pensamos nuestra 9º Muestra DOCA como espacio de encuentro, debate y transformación”, afirman.
¿Qué se puede ver en esta edición, entonces? Resulta difícil enlazar en una única línea la abundante programación del festival. Del lado latinoamericano, por ejemplo, se verán Ayotzinapa, crónica de un crimen de Estado, de Xavier Robles, sobre los 43 normalistas desaparecidos en México (jueves); Las muchachas, de Gabriela González, que reúne a mujeres de una organización clandestina comunista que a fines de los 40 resistió la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez en Venezuela (viernes); Crónica de un comité, de Carolina Adriazola y José Luis Sepúlveda sobre un caso de gatillo fácil de un carabinero en 2011 (el sábado). Tras el parate obligado del domingo, por las elecciones, llegará desde Brasil El pueblo que falta, de André Queiroz y Arthur Moura, una reflexión sobre la actualidad de las luchas por la memoria en los países latinoamericanos atravesados aún por las secuelas de las dictaduras militares de los años de plomo. Finalmente, el miércoles de cierre de la muestra se proyectará El alcalde, de Emiliano Altuna, Carlos Rossini y Diego Osorno, que cuenta la historia del alcalde Mauricio Fernández y la compleja trama entre violencia, poder y política en el norte de México, donde el asesinato de alcaldes es práctica común en los territorios amenazados por los cárteles de la droga.
Y si lo sociopolítico constituye el núcleo duro de los documentales latinoamericanos, para los cineastas argentinos estalla el horizonte temático. Desde la violencia policial que se denuncia en Un paisaje de espanto (Mauro Gómez y Daniel Riera), el retrato de un compromiso artístico-social que se manifiesta en Cine a la intemperie. Instantáneas de dos mujeres por Latinoamérica (Viviana García y Griselda Moreno), la nostalgia por la lucha libre de Agárrese como pueda. Qué dicen los cuerpos al volar (Javier Romero, Nicolás Bratosevich y Claudio Celada), con figuras como Rubén “el Ancho” Peucelle o Vicente Viloni. También hay opciones por la identidad, como Palestinos Go Home (Silvia Maturana y Pablo Espejo), por el retrato geográfico como en la salina de Cáncer de máquina (Alejandr Cohen Arazi y José Binetti), o el primera capítulo dedicado a la contracultura punk de Desacato a la autoridad (Tomás Makaji y Patricia Pietrafesa).
Esto, claro, por mencionar algunas de las muchísimas opciones que propone la muestra. Tan amplia y variada como la realidad misma.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.