Domingo, 10 de enero de 2016 | Hoy
CINE › ESTA NOCHE, EN LOS ANGELES, SE ENTREGAN LOS GLOBO DE ORO
Los pronósticos señalan una y otra a vez a Carol, nueva película de Todd Haynes, como la gran candidata a descorchar varias botellas. Los rubros televisivos aparecen bien repartidos, en una ceremonia que volverá a ser conducida por el comediante Ricky Gervais.
Por Ezequiel Boetti
“El camino más corto al Oscar”, tituló este diario la nota del domingo de la entrega de los Globos de Oro de 2013. Parte de razón hay en esa descripción, ya que el galardón de la Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood (APEH) es considerado como la “previa” a esa gran (auto)celebración de la industria televisada en vivo y en directo para todo el mundo que es la ceremonia de la Academia, aun cuando una comparación histórica muestra más diferencias que similitudes en la nómina de ganadores. Pero también es cierto que los Globos de Oro adquirieron un status autonómico en los últimos años gracias al crecimiento en calidad, masividad e importancia de las series y, sobre todo, a ceremonias más frescas, zarpadas, rítmicas y descontracturadas que las del padre de todos los premios cinematográficos. El regreso de Ricky Gervais a la conducción después de dos años –Tina Fey y Amy Phoeler se hicieron cargo en 2014 y 2015– es otro paso en esa línea de diferenciación. Y habilita a presuponer que, más allá de los discutibles, casi inescrutables criterios de elección, la transmisión de la 73ª entrega de los Golden Globes –por TNT desde las 22; una hora antes, la acostumbrada alfombra roja del Beverly Hilton de Los Angeles– es un plan más que atendible para este tórrido domingo sin fútbol.
La velada de esta noche tendrá, al igual que la del año pasado, un total de 25 ternas, catorce para cine y las once restantes, que se analizan en una nota aparte, para televisión. Como 99 de cada 100 premios, los Golden Globes son menos un reconocimiento a “lo mejor” que un recorte tijereteado por la aspiración de los electores de construir una imagen que refleje lo que para ellos es el estado de la industria durante el año que se fue. Industria que, al menos para los miembros de la APEH, parece estancada desde hace décadas, como bien demuestra la división entre Drama y Comedia y/o Musical. La compartimentación ha sabido generar casos cuanto menos ridículos (una ¡triple! nominación para el actor Jamie Foxx por roles distintos en 2005) y/o francamente imposibles (El señor de los anillos compitiendo en la categoría Drama), pero este año se alcanza uno de los picos más altos con Mad Max: Furia en el camino –quizá una de las mejores películas de acción de los últimos años– entre los candidatos a Mejor film en la categoría... Drama.
Para colmo de males, el film del australiano George Miller no tiene demasiadas chances. Por el consenso crítico (lluvia de elogios en Cannes, la segunda mejor película del año según la prestigiosa revista británica Sight and Sound), los palmares previos y una presencia notable en las nominaciones para las ceremonias de la temporada –sin ir más lejos, este viernes cosechó nueve en los Bafta británicos–, la gran favorita entre los largometrajes es Carol. Basado en la novela homónima de Patricia Highsmith y una de las fijas para el Oscar, el film de Todd Haynes aspira a cinco estatuillas, entre ellas las de Mejor film –Drama, Dirección y Actriz protagónica por partida doble para Cate Blanchett y Rooney Mara–. Le siguen de cerca Revenant: El renacido, Steve Jobs y La gran apuesta, todas con cuatro. Un poco más atrás se ubican La chica danesa, Los 8 más odiados, Misión rescate, La habitación y En primera plana, con tres para cada una.
Melodrama sobre la relación amorosa entre dos mujeres ambientado en Nueva York durante los años 50, el opus seis del realizador de Velvet Goldmine y Lejos del paraíso compite como Mejor film contra Mad Max; La habitación, de Lenny Abrahamson; En primera plana, de Tom McCarthy, y Revenant: El renacido, de Alejandro González Iñárritu. El mexicano es, además, uno de los cinco integrantes de la terna a Mejor director junto a McCarthy, Miller, Haynes y Ridley Scott (Misión rescate). La batalla se presume más pareja entre las Comedias y/o musicales, con La gran apuesta y Joy: El nombre del éxito cabeza a cabeza. A la segunda debe dársele un pelito de ventaja debido a la presencia del director tres veces nominado David O. Russell y, sobre todo, de Jennifer Lawrence, que encadena su cuarta nominación como Mejor actriz (ganó por El lado luminoso de la vida y Escándalo Americano). Y da toda la sensación de que se irá victoriosa del apartado protagónico en Comedia y/o Musical, ya que enfrente tiene a Melissa McCarthy (Spy: Una espía despistada), Amy Schumer (Trainwreck), la veterana Maggie Smith (The Lady in the Van) y Lily Tomlin (Grandma).
Hay otra rubia que la tiene bastante fácil. Si se cumplen los pronósticos, esta noche Cate Blanchett pondrá su cuarto Globo después habérselo llevado por Blue Jasmine (2013), I’m Not There (2008) y Elizabeth (1998). El batacazo en el rubro Drama podría darlo su coequiper Mara, cuyo máximo pergamino previo es haberse alzado con el premio a la Mejor Actriz en Cannes. Brie Larson (La habitación), Saoirse Ronan (Brooklyn) y Alicia Vikander (La chica danesa) completan el quinteto. Aun cuando sus chances sean nulas, la última de ellas ya puede sentirse ganadora. La sueca tiene doble chance gracias a su presencia en el apartado Actriz de reparto por Ex Machina. Su principal problema es la veteranía de sus contendientes, quienes para colmo saben de qué se tratan los Globos de Oro: entre Jane Fonda (Youth), Jennifer Jason Leigh (Los 8 más odiados), Helen Mirren (Trumbo) y Kate Winslet (Steve Jobs) suman la friolera de ¡40! nominaciones.
Nombres tampoco faltan entre los intérpretes masculinos. Por el lado de Protagónico en Comedia o musical están Christian Bale, Steve Carell (ambos por La gran apuesta), Matt Damon (Misión Rescate), Al Pacino (Danny Collins) y Mark Ruffalo (Sentimientos que curan), mientras que en Drama la cuestión se dirimirá entre Bryan “Walter White” Cranston (Trumbo), Leonardo DiCaprio (Revenant), Michael Fassbender (Steve Jobs), Eddie Redmayne (La chica danesa) y Will Smith (La verdad oculta). La gran omisión de los Globos de este año es Puente de espías. Apenas una nominación rascó el último –y buenísimo– film de Steven Spielberg, y para colmo en una terna secundaria como Actor de reparto para Mark Rylance. El intérprete de un supuesto infiltrado soviético en Estados Unidos compartirá pantalla con Paul Dano (Love & Mercy), Idris Elba (Beasts of No Nation), Michael Shannon (99 Homes) y Sylvester Stallone (Creed: Corazón de campeón).
Animación es otro de los rubros que no genera demasiadas dudas. Esto debido a la presencia de uno de los picos más altos de Pixar como Intensa-mente. Muy poco que hacer tienen Un gran dinosaurio, Anomalisa, The Peanuts Movie y Shaun el cordero: La película. Sobre El club, del chileno Pablo Larraín (Tony Manero, No) recae la menuda responsabilidad de representar al cine latinoamericano en Película extranjera. ¿Las rivales? The Brand New Testament (Bélgica-FranciaLuxemburgo), de Jaco Van Dormael; The Fencer (FinlandiaAlemaniaEstonia), de Klaus Härö; Mustang (TurquíaFrancia), de Deniz Gamze Ergüven, y Son of Saul (Hungría), de László Nemes. Salvo el film del chileno, todas pasaron el primer filtro de la Academia y siguen en carrera por un lugar entre las candidatas a Mejor Film Extranjero. Si es cierto que los Globos de Oro son “el camino más corto al Oscar”, varias de ellas volverán a cruzarse a fines de febrero.
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