Miércoles, 17 de enero de 2007 | Hoy
CINE › SE ENTREGARON LOS PREMIOS GLOBOS DE ORO
La película de Alejandro González Iñárritu se llevó el premio mayor y se perfila como firme candidata al Oscar.
Por Rocío Ayuso
Desde Los Angeles
La victoria de Babel como mejor película dramática fue el punto más alto de la última entrega de los Globos de Oro, marcada por el humor, la belleza y, sobre todo, la presencia de reinas en la pantalla. Fueron reinas de ficción, claro, que bañaron a Helen Mirren de premios, como mejor actriz dramática por su retrato de Isabel II en The Queen y como mejor intérprete de una miniserie de TV por Elizabeth I. “Es genial estar rodeada de premios”, admitió la que puede empezar a grabar su nombre en la estatuilla del Oscar ahora que casi todos los honores de la crítica llevan su nombre. Mirren fue la única persona que obtuvo el martes más de una estatuilla en esta gala donde la favorita de la noche, la película Babel, de Alejandro González Iñárritu, llegó a estar a punto de marcharse con las manos vacías, ya que defendía siete candidaturas pero las vio pasar de largo durante toda la entrega hasta llegar al último y mejor de los premios.
Para el director de esta obra multicultural rodada en varios idiomas y en tres continentes, la victoria “significa mucho –declaró Alejandro González Iñárritu– para toda la industria del cine mexicano y habla del poder universal del cine. En definitiva, creo que es una película sobre la compasión”. La película, que se estrena mañana en la Argentina, cierra la trilogía iniciada con Amores perros y 21 gramos. “Creo que los seres humanos perdimos la capacidad de compasión, la tragedia actual es que nuestro juicio está exento de compasión cuando lo que realmente nos une es el dolor, que es uno mismo para todos”, aseguró González Iñárritu sobre el film, que se transformó el lunes en uno de los grandes candidatos al Oscar. Se trata de cuatro historias íntimas, en tres continentes que quedan indisolublemente ligadas a partir de un hecho accidental que va estableciendo sus arbitrarias conexiones para dejar unido en un mismo acontecimiento al mundo como una caprichosa Babel de sentimientos sincronizados. “Fue un viaje más interior que exterior que fue modificándola mientras se desarrollaba su filmación. En un principio hablaba sobre la diferencia y la fractura en la comunicación de los seres humanos, pero a partir de determinado momento advertí que hablaba también del pathos, del dolor, que es donde nos encontramos todos los seres humanos.”
La gran O del Oscar estuvo omnipresente en la velada, aunque los poderes de predicción de los Globo de Oro hayan sido cuestionados durante los últimos años. Aun así, es más que seguro que todos aquellos que consiguieron el Globo de Oro, incluido Forest Whitaker como mejor actor dramático o Meryl Streep como mejor actriz de comedia, verán sus nombres en esa otra lista de nominados. Lo mismo ocurre con Sacha Baron Cohen, el humorista británico que impactó en 2006 con Borat y cuyo Globo de Oro como mejor actor de comedia lo sitúa más cerca del Oscar. El paso no significa una mayor seriedad de su parte, ya que dedicó su discurso a recordar la escena más peligrosa de su falso documental, cuando casi se asfixia por mantener su rostro hundido en la cola de su compañero de elenco. Entre las novedades, por primera vez la Asociación de Prensa Extranjera en Hollywood entregó este año el Globo de Oro en la categoría de mejor animación, que fue para Cars.
Y el premio a la mejor película extranjera no contempló nacionalidades y fue a parar al estadounidense Clint Eastwood por su trabajo en japonés en Cartas desde Iwo Jima. “Ahora tendré que aprender idiomas”, bromeó el mítico actor. Entre otros premiados, Martin Scorsese obtuvo el Globo de Oro al mejor director por Los infiltrados. Y Hugh Laurie se llevó un nuevo Globo de Oro como mejor actor en una serie dramática de TV (House). Entre las menos favorecidas, la española Penélope Cruz, que competía en el rubro de mejor actriz con el film Volver, se fue con las manos vacías al igual que Judi Dench (Notes on a Scandal), Maggie Gyllenhall (Sherrybaby) y Kate Winslet (Secretos íntimos). Mejor suerte tuvieron Meryl Streep, premiada con el Globo de Oro a la mejor actriz de una comedia por su interpretación de una editora de una revista de moda en la película El diablo viste a la moda, así como el musical Dreamgirls, elegido como la mejor comedia del año. El comediante Eddie Murphy fue premiado como el mejor actor de reparto por su interpretación de un cantante en Dreamgirls, inspirado en la historia verídica del grupo The Supremes, mientras que su coprotagonista Jennifer Hudson se llevó el Globo a la mejor actriz de reparto.
En el rubro televisivo, el toque latino de la noche lo dio la serie Ugly Betty, basada en la novela colombiana Betty, la fea. La comedia, coproducida por la mexicana Salma Hayek, inspirada en la historia de Fernando Gaitán para Ana María Orozco, fue premiada como la mejor del año, mientras que su protagonista América Ferrara se llevó el Globo de Oro a la mejor actriz de una serie o comedia para televisión. Por su parte, Alec Baldwin fue elegido como el mejor actor de una serie o comedia para televisión, por su trabajo en la comedia 30 Rock y como mejor actor de una película o miniserie para televisión resultó elegido el británico Bill Nighy, por su papel en Gideon’s Daughter. El premio a la mejor banda de sonido original de una película fue entregado al francés Alexandre Desplant, por The Painted Veil, rubro en el que competía el cantautor argentino Gustavo Santaolalla, que no tuvo suerte en la candidatura por su trabajo musical para el film Babel.
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