Conocidos ya los aspirantes a los Oscar de 2008, los preparativos para la ceremonia de la 80 edición están en marcha, aunque se mantiene la duda sobre el formato que tendrá debido a la huelga de guionistas de Hollywood. Las conversaciones entre el Sindicato de Guionistas Americanos (WGA) y la Alianza de Productores de Cine y Televisión (Amptp) comenzaron ayer con el objetivo de llegar a la reanudación plena de las negociaciones. El WGA anunció el inicio de “conversaciones informales con los estudios” después de abandonar sus propuestas de sindicalizar los “reality shows” y programas de animación. En principio, se ha declarado una suerte de tregua para la entrega de los Grammy, el próximo 10 de febrero en Los Angeles.

Cuando falta apenas un mes para la celebración de la gran fiesta de la industria del entretenimiento estadounidense –24 de febrero–, no hay duda acerca de las intenciones de sus productores: la van a hacer, se mantenga el paro de los escritores o no. La incógnita se cierne sobre la decisión de los actores: ¿se mantendrán alejados de los piquetes en caso de que no haya solución, como ya pasó en la entrega de los premios Globo de Oro, o se pondrán del lado de la Academia? “Un mes es mucho tiempo, miren a Iowa”, dijo Gil Cates, productor de la retransmisión de esta edición de los Oscar, en referencia al comienzo de las elecciones primarias de EE.UU. En su opinión hay cierta semejanza entre las elecciones y los Oscar, dado que en ambas contiendas existen pocos favoritos y demasiados candidatos. “Habrá muchísimos videos, tenemos una larga historia, 80 años para explorar”, agregó Cates, quien días atrás dio por segura la organización de la gala, que será retransmitida por la cadena de televisión ABC el 24 de febrero. No obstante, la Academia está preparada para organizar un evento con una estructura forzosamente diferente a la de años pasados si la huelga de guionistas no cesa. En declaraciones a la edición digital de la revista Variety, Cates señaló que el diseño y la construcción de los decorados habían comenzado antes del anuncio de las candidaturas a los premios, al igual que la contratación de músicos y del personal entre bastidores. En cambio, la búsqueda de los videoclips que amenizarán la ceremonia comenzó ayer, afirmó el productor. La prensa estadounidense sostiene que el paro obligará a obrar una gala prácticamente enlatada, con muchas imágenes de eventos pasados y pocas celebridades. Por el momento, Michael Winship, presidente del área Este del WGA, lo deja muy claro en un comunicado: “Hasta que el sindicato no logre un acuerdo con los conglomerados –los estudios y las productoras–, nuestra intención es boicotear los Oscar”.