Miradas breves es una exhibición de videos que ha sido concebida con las mismas titilaciones que se producen al entrar a una librería, donde tenemos simultáneamente la compulsión de comprar algún libro y la angustia que nos produce ver todos esos libros que jamás leeremos.

Las filas infinitas de libros prolijamente puestas sobre los estantes en orden alfabético o de género siempre me han parecido una manera perversa de alienar mi libertad, con la intención de domesticar el accidente y poner en orden el caos. Es por esto que se termina comprando el libro de un escritor conocido. Miradas breves es un grupo de seis videos producidos por artistas españoles, elegidos entre las tendencias artísticas que trabajan con imágenes electrónicas.

Este es un conjunto heterogéneo de discursos. Consciente de que es como mirar las Cataratas del Iguazú a través de una cerradura, esta selección es una visión personal limitada por la imposibilidad de abarcar la cantidad incontable de videos realizados anualmente.

Jordi Colomer presentó la video-instalación Simo en el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba). A ella se llegaba a través de un pasillo muy largo y angosto. Caminando por el corredor zigzagueante, la sensación de claustrofobia era exacerbada por el color rojo de las paredes. Al final se accedía por detrás a la pantalla donde se proyectaba Simo. Simo (ver foto) actúa con desesperación controlada, encerrada en un cuarto blanco. Las cajas acumuladas sobre una de las paredes contienen zapatos, dulces y otras esperanzas que ella intenta descubrir. Colomer lo describe así: “La idea de forjar un canon de figura humana a través de sistemas de proporciones y construcciones armónicas ha dominado gran parte de la cultura occidental, desde los Kuroi griegos al Modulor de Le Corbusier, y por extensión a toda la producción de objetos artificiales. En la pequeña habitación blanca, Simo se erige en modelo. Rodeada de objetos, muestra cómo el prototipo ideal responde en realidad a un estereotipo. Simo actúa sin pausa, de forma compulsiva, cargando con fetiches, en un mundo poblado de bolsas que contienen cajas y cajas que contienen zapatos, frascos de mermelada y objetos que se multiplican. Algunos han querido ver en Simo a un personaje antitético de Simón del Desierto, el anacoreta que vive en lo alto de una columna, renunciando al mundo, descripto en el film de Luis Buñuel. Arrastrada por una lógica del horror vacui, Simo acabará desmontando el propio decorado para rellenar su pequeña habitación blanca. El espectador seguirá los precisos movimientos sin palabras de ese nuevo modelo, reflejados en el vaivén hipnótico de la cámara, el ojo mecánico que la vigila, que es el suyo propio”.

El colectivo de artistas El Perro está formado por Ramón Mateos, Iván López y Pablo España, quienes usan el video como una herramienta de liberación social, de rebelión y denuncia, explorando los límites del sistema capitalista y sus métodos de opresión.

La sofisticación de la manipulación propagandística a la que han llegado ciertos gobiernos les permite controlar y dirigir a las poblaciones sin necesidad de utilizar la violencia.

En el video Lo importante es participar analizan la importancia del hacer como un fin en sí mismo. La primera parte del video se refiere a cómo el acto de gozar la naturaleza transforma la pasividad de la mirada en la actividad de los sentidos. La segunda es un grito de rebelión usando un formato de propaganda comercial. La última nos muestra cómo el más simple ejercicio físico nos permite participar en la vida.

“Es esta una consigna de fácil aplicación –explicita el colectivo El Perro– en cualquier ámbito, desde el social al publicitario, una interpelación al ciudadano para que actúe, pero con un significado similar a ‘el medio es el mensaje’ de McLuhan: no es tan importante el fin como el movimiento. De hecho se puede hablar de un intento de clausura mediática de la máxima política tan cuestionada (pero a la vez tan aplicada) de Maquiavelo, ‘el fin justifica los medios’. Enterrar un debate impopular tras la avalancha de imágenes y la interactividad.”

Dora García es una artista que trabaja con multimedia, fotografía, dibujos, performance, video-instalaciones, sound art e Internet. Explora las vaguedades de la ficción como realidad y la realidad como ficción. Su diálogo con el público tiene como objetivo la complicidad, donde todos están participando en el acto de construir una obra de arte. Ella altera la relación entre artista, obra y público. En Todas las historias, una página en la web que está desarrollando desde el año 2001, intenta contar todas las historias del mundo. Invita a aquellos que abren la página a leer las historias y agregar otras, de esa manera transforma la pasividad del lector en participación.

En el video La lección respiratoria describe la interrelación que ocurre entre el maestro de canto (opresor) y la alumna (oprimida), la exhaustiva dualidad de dar y demandar al mismo tiempo del esfuerzo por responder a las órdenes, a las tensiones físicas y psíquicas.

“En el proceso de entrenamiento que la lección respiratoria intenta presentar como arquetipo –dice Dora García–, una complicada relación se establece entre dos seres humanos. El entrenador conoce los secretos de la perfección, pero ya no puede alcanzarlos por sí mismo: utiliza el cuerpo del ‘otro’, del entrenado, para crear ese ideal de perfección, control, juventud.”

El verdadero interés de la obra de Mireya Masó es que no se propone un objetivo ulterior. En ella ni se enuncian realidades, ni se ofrecen situaciones definidas, puesto que la artista no se implica en el acto de representar.

Se mantiene en la difícil cuerda floja de emular el funcionamiento del mundo eludiendo ceñirlo a cualquier crónica. En este caso, el cielo es el elemento a través del que Masó expresa el mestizaje de lo natural y lo artificial. En Ojos y oídos, filmado en Battersea Park, Londres, analiza la conexión existente entre la seducción de los pavos reales y el paso de los aviones en los momentos de mayor actividad. “La musicalidad de este sonido de los aviones incita a una danza de cortejo donde la presencia de la hembra parece ser secundaria ante el estímulo de los reactores”, dice Masó.

Naturaleza y tecnología se conjugan creando situaciones extraordinarias en este video de peculiar belleza.

Mabel Palacín trabaja en film, fotografía y video analizando la relación entre el tiempo real y el tiempo ficticio de la imagen fija y en movimiento, creando narrativas ilusorias.

Aquí muestra una serie de individuos, divididos en tres grupos. La cámara muestra a cada uno en primer plano. La reiteración de escenas similares donde los personajes parecen mirarse entre sí, comunicándose con gestos imperceptibles, va creando una telaraña de silencios donde están todos conectados por alguna misteriosa razón, tal vez deseos insatisfechos.

Jaime Pitarch, artista español que vivió diez años en Londres, basa su trabajo en la invención de objetos peculiares. Podemos percibir ironía en su video Under the Fire of Bomcorn (Bajo el fuego de las bombas de pochoclo), donde crea una escena de batalla dentro de un horno de microondas. Muestra lo absurdo de los conflictos armados: La bandeja giratoria está llena de pochoclo, mientras amenazantes soldados de plástico vuelan por el aire cada vez que alguno de ellos está parado sobre un pochoclo que estalla. (En el Centro Cultural de España, Florida 943, hasta el 5 de mayo.)

* Nació en Buenos Aires, vive y trabaja en Londres y Jafre (España). Director de Mario Flecha Gallery (Londres 1987-1992), editor de la revista Untitled (1993-2006). Coorganizador de la 1ª y 2ª Bienal de Jafre, 2003-2005. Editor de la revista Bastón Blanco (España).