PLASTICA › AYER CERRó LA 20ª EDICIóN DE LA FERIA ARTEBA
Ayer terminó la vigésima Feria arteBA, con un saldo que galeristas, artistas y organizadores consideran positivo. Las secciones “tradicionales” cumplieron con su parte. Lo nuevo causó impacto.
› Por Fabián Lebenglik
Ayer cerró arteBA y tanto artistas como galeristas y organizadores estaban contentos con las ventas. Cada día podía verse que el “paisaje” de las galerías iba cambiando porque a medida que las obras se iban vendiendo eran reemplazadas por otras.
Tanto el Premio arteBA Petrobrás como el Barrio Joven (auspiciado por Chandon) mantuvieron sus lugares y funciones: en el caso del Premio, establecer un corte con lo que se exhibe en las galerías y generar discusiones. En el del Barrio joven, apoyar proyectos emergentes, como semillero de galerías y artistas. Tanto el Premio como el Barrio Joven funcionan como alternativas (en tensión o contigüidad) al cuerpo principal de la feria, constituido por las galerías establecidas.
El nuevo capítulo, U-Turn (auspiciado por Mercedes-Benz), reunió a once galerías de Alemania, Argentina, Brasil, Colombia, México y Dinamarca.
Según su curadora, Abaseh Mirvali (productora independiente de proyectos culturales públicos en México, Berlín y Medio Oriente), “el proyecto se despliega como un mosaico de experiencias sobre el espacio y la esencia de las formas que nos rodean. A su vez, se relaciona con la arquitectura y su lenguaje: las líneas, sus perspectivas y contornos son el hilo conductor que articula cada espacio. En el marco de una importante feria de arte internacional como arteBA, U-Turn busca abrir una alternativa para impulsar el desarrollo creativo, la producción y trayectoria de la escena artística actual. Con esta motivación en la mira, convoqué a once vibrantes galerías localizadas en Alemania, Argentina, Brasil, México y Colombia para presentar las obras de dieciocho creadores. El objetivo es acercar los mejores artistas emergentes en el arte contemporáneo internacional con enfoque especial en Berlín (Alemania) al público latinoamericano, propiciar un diálogo entre los artistas e incentivar el mercado del arte”.
Todos los proyectos de esta sección resultaron de gran calidad e interés. Algunos de ellos: en la galería A gentil carioca (obviamente de Río de Janeiro), el también carioca Rodrigo Torres (1981) presentó una serie de obras hechas de billetes de distintos países, fuera de circulación. El artista brasileño, admirador de los anónimos grabadores que diseñan los motivos del papel moneda, recorta, pega y reconfigura piezas de un exquisito refinamiento, que se transforman en bellos pastiches. Si los billetes suelen evocar efigies, perfiles, héroes, artistas o paisajes para afianzar la idea de nación, Torres recorta, disloca y acumula en sucesivas capas las estampas incluidas en los billetes y las reconvierte en extrañas piezas de hipnótica complejidad.
Torres (como lo hicieron anteriormente con distintas técnicas y conceptos sus compatriotas Cildo Meireles y Jac Leirner) en este caso toma el dinero como motivo de fascinación y también de homenaje, anticipándose a la futura extinción del dinero físico, antes de que se transforme, como la música y la captura y reproducción de imágenes, en pura circulación de fluidos electrónicos, en data online. Torres transforma los billetes (corrijo: a sus propias versiones recortadas y pegadas) en piezas de museo, un paso antes de que esto suceda producto de la tecnología, de la política económica global o de ambas cosas a la vez.
Otro de los puntos altos de la sección U-Turn son los complejos universos en tensión, mutación y expansión del tucumano Tomás Saraceno, que hace años vive en Alemania. Presentado en este caso por la galería Andersen’s de Copenhague (Dinamarca), este artista fue quien abrió el pabellón principal de la Bienal de Venecia de 2009, invitado por el curador Daniel Birnbaum. Su obra, como una de las que en pequeña escala se mostraron en arteBA el primer día, evocaba un cosmos o una suerte de sistema planetario/orgánico/molecular contenido y sujeto por tensores afirmados al piso, paredes y techo.
Las proyecciones de luz sobre pigmento de Karina Peisajovich en la galería Vasari también resultaron un notorio punto de atracción, por el resultado poético e hipnótico (técnicamente muy depurado). Esta obra dialogaba con otra, de Marta Minujin (en el cuerpo principal de la Feria, como única artista de la galería RO –Roxana Olivieri–) que con distinta técnica ofreció un bombardeo de colores y algunas proyecciones de luz sobre colores.
La galería alemana Johann König presentó una muy buena muestra de dos artistas, que exhibían, por una parte, rústicas fuentes de lata conteniendo oro; y por la otra, brillantes pinturas metálicas serigrafiadas y parcialmente oscurecidas. Según la curadora de U-Turn, “el trabajo de Alicja Kwade, quien explora el contexto minero de California, señala la contradicción existente entre abundancia y carencia”, mientras que “Nathan Hylden se cuestiona sobre su propio medio y sobre las causas y efectos del desarrollo creativo: las pinturas son el inicio y fin de su proceso”.
En la sección principal de las galerías, algunas diseñaron ambientaciones sutiles o notorias, que ofrecían un remanso en la batalla de imágenes que supone toda feria de arte. Daniel Abate, que colocó en su stand un revestimiento imitación boisserie, al estilo de las escribanías, estudios jurídicos u oficinas políticas, logró que los cuadros y demás piezas artísticas lucieran desde la oferta tal como en muchos casos lucirían en los despachos de sus clientes.
Jorge Mara transformó un pequeño sector de su stand en un estudio o biblioteca en donde colocó pequeñas obras de Estrada. Estantes y nichos en función de ambientar la obra.
Otra ambientación, pero de tipo ensayístico, es la que logró Alberto Sendrós, que con curaduría de Mariano Mayer tomó un cuadro de Kuitca (Yo, como el ángel; de 1985) ausente de la muestra pero presente en la evocación de diez artistas invitados: Nicanor Araoz, Diego Bianchi, Sofía Bohtlingk, Marula Di Como, Gustavo Di Mario, Matías Duville, Roberto Jacoby, Martín Legón, Catalina León y Marcela Sinclair.
Aquella tela de Kuitca forma parte de una serie de mediados de los ochenta inspiradas en los paneles escenográficos de los parques de diversiones, que tienen uno o más agujeros donde se pone la cabeza y las manos, para integrar al visitante con el decorado y tomarse una foto. Son como pequeñas escenografías para que los niños realicen sus sueños al inscribir su imagen real dentro de otra, ficcional. En este mismo sentido, la convocatoria reunió a una decena de artistas para que sus propias poéticas funcionaran en relación de contigüidad con el cuadro de Kuitca.
También esta edición de la 20ª Feria arteBA logró donaciones de empresas a museos y compras para ampliar colecciones. Por ejemplo, gracias a la 7 edición del Programa Matching Funds arteBA-Zurich, El Malba adquirió una instalación en pasta de papel, yeso y estuco de Elba Bairon, del año 2010, expuesta en la galería Zavaleta Lab. El Museo Superior de Bellas Artes EvitaPalacio Ferreyra de la ciudad de Córdoba, optó por Pantaleón y las visitadoras, carpeta de 6 aguafuertes de Ernesto Deira, del año 1974, inspiradas en la obra homónima de Mario Vargas Llosa y acompañadas por un texto inédito del escritor, expuesto en la galería Jacques Martínez. Además, en la galería Rolf Art eligió dos obras de Nuna Mangiante, de la serie El Corralito, realizadas en grafito sobre fotografía y “Cordobazo”, edición 1/5, ambas de 20032009. Por su parte, el Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad Nacional del Litoral de la Ciudad de Santa Fe seleccionó la obra Forma en movimiento de Eduardo Mac Entyre, realizada en acrílico y madera, de 1973, expuesta en la galería Angel Guido Art Project. Para estas compras, cada no de los tres museos recibío $28.000 y debió aportar una contraparte igual o mayor, gracias a otro patrocinio.
En el marco del Programa de Adquisiciones de arteBa, Citi realizó una donación de U$S 25.000 al Malba que adquirió un grabado de Berni, Ramona y el viejo (1962) en el stand de la Galería Sur, de Uruguay.
Por su parte, La Rural adquirió 5 obras de artistas jóvenes:una fotografía de 2010 de Erica Bhom (en la galería Chez Vautier); una técnica mixta sobre tela (2010) de Javier Barilaro (en la galería Cosmocosa); una obra digital de 2010 de Diego Bianchi (en la galería Alberto Sendrós), una foto de Flavia Da Rin, de 2011 (en la galería Ruth Benzacar) y un dibujo de Diego Haboba, de 2011 (en la galería Vasari).
En la nueva edición del premio Chandon arteBA, fue adquirida la obra Sin Título (De la Serie Scotch) 2007/2008 de Lucio Dorr, expuesta en la Galería Dabbah Torrejón, para donarla al Museo de Arte Moderno de la ciudad de Buenos Aires (Mamba). Se trata de una composición de piezas en el espacio y la técnica utilizada es vidrio calado e impreso en esmalte.
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