El jueves de la próxima semana, 28 de julio, el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires (Mamba, en la Avenida San Juan 350) inaugura en la sala de planta baja, la muestra Antonio Seguí. Grabados 1996-2010. Por segunda vez, la generosidad del artista argentino residente en París, Antonio Seguí –quien donara 330 obras en el año 2001–, enriquece el patrimonio del Mamba y completa con esta donación de 122 obras su ideario artístico hasta hoy. Esta valiosa colección permite conservar todo el proceso creativo, a través de su gráfica. Por sus características, resume el universo del artista, su trayectoria y refleja la experiencia de toda una vida. El grabado, en Seguí, además de su virtud intrínseca de multiplicidad y difusión, es un modo de ensayar nuevas formas y sentidos que luego expresa a través de objetos, esculturas, dibujos y pinturas. En sus grabados, habitados de muchos personajes y elementos como edificios, aviones, animales mutilados y demás, se desprende un vigoroso y virtuoso vitalismo, a veces expresado con una brutalidad grotesca y otras con una concisa simplicidad. Antonio Seguí suele decir que cada una de sus obras es un cuento, en el que generalmente incluye memorias de su infancia e impresiones de la vida ciudadana, personajes hieráticos –ya sean del tango o del folklore argentino–, siempre en clave humorística. El mismo día el Mamba inaugura una experiencia de dibujo realizado in situ por tres artistas.