Un cuadro del pintor austríaco Gustav Klimt (1862-1918) fue vendido por la cifra record de 135 millones de dólares. El retrato de Adele BlochBauer I fue adquirido por el empresario de los cosméticos Ronald Lauder para la Neue Galerie en Nueva York. Esta es la cifra más alta que jamás se haya pagado por un cuadro. Hasta ahora, el record lo ostentaba Joven con pipa, de Picasso, que se había vendido en la casa de subastas Sotheby’s en 2004 por 104,1 millones de dólares. “Esta es nuestra Mona Lisa. Una cosa así sólo se compra una vez en la vida”, dijo Lauder, de 62 años, sobre su adquisición.

El retrato, de 1907 y en el que Klimt trabajó durante tres años, se conoce también como la Adele dorada y en él se muestra a la esposa del empresario azucarero Ferdinand Bauer. Ella sentía predilección por los vestidos vaporosos y le gustaba rodearse de intelectuales y artistas. Además, entonces se rumoreaba que era amante de Klimt. Junto con El beso, el cuadro figura entre las obras maestras del conocido artista del “jugendstil”. Este y otros cuadros de Klimt, propiedad de la familia Bloch-Bauer, que fueron robados por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, han protagonizado una polémica que se prolongó durante décadas entre los herederos de Adele Bloch-Bauer y el Estado austríaco. La última sobrina que queda con vida, Maria Altmann (que en la actualidad tiene 90 años y vive en Los Angeles), consiguió que un tribunal austríaco reconociese su derechos a la herencia. “El señor Lauder tiene un amplio conocimiento de Austria y un gran amor por Klimt”, dijo Altmann al New York Times. “Estoy contenta de que el cuadro tenga un nuevo hogar en la Neue Galerie.”