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Martes, 25 de febrero de 2014

PLASTICA › PANORAMA DE LAS PRINCIPALES EXPOSICIONES EN BERLíN

Artes visuales en la capital alemana

La ciudad ofrece una serie de exposiciones temáticas y retrospectivas en la Galería Nacional y en la reciclada estación de trenes que funciona como complejo museístico. Arte y política. Arte mural u otros usos del muro.

 Por Fabián Lebenglik

Desde Berlín

Pasado el despliegue y el impacto de la Berlinale, el festival de cine que anualmente ocupa la atención de la ciudad y buena parte del debate cultural y del espectáculo en los medios locales e internacionales, es posible hacer más pausadamente foco en algunas de las grandes exposiciones que también con gran despliegue se presentan en estos días en la capital alemana.

Se trata de las muestras que se exhiben en dos de los lugares más emblemáticos de Berlín dedicados al arte contemporáneo: la célebre Galería Nacional, obra del gran arquitecto Mies van der Rohe, y la Hamburger Bahnhof, vieja estación de trenes reciclada y ampliada (en varias etapas luego de la caída del muro) para funcionar como un complejo museístico de arte contemporáneo, con un patrimonio vastísimo y 14.000 metros cuadrados destinados a exposiciones que, como en este caso, son de largo aliento.

La Galería Nacional presenta dos exposiciones. El título de la primera se inspira en el de la primera y consagratoria novela de Michel Houellebecq, Ampliación del campo de batalla, que el escritor francés publicó hace veinte años, aunque aquí eligieron titular Expansión de la zona de combate. La segunda muestra de esta deslumbrante galería es una exhaustiva retrospectiva de Karl Otto Götz para celebrar el centenario del artista.

En el caso de la primera exposición, se trata de una selección de obras de grandes artistas internacionales, realizadas entre 1968 y 2000, que explicitan la relación de máxima tensión entre la cultura (en este caso específico, de las artes visuales) y el capitalismo salvaje, que a su vez es en parte el tema del libro de Houellebecq. Y lo particular de las obras incluidas en la muestra es que las mismas piezas son el campo de batalla donde se producen esas tensiones, de modo que el conflicto entre el capitalismo y las artes no aparece aquí como un “comentario” que hacen las obras, sino como una puesta en escena y un horizonte en el interior de las obras mismas. Es sin dudas una exposición de arte político. Y tanto pueden verse telas que reproducen el camuflaje de combate, como aviones de guerra hechos con materiales de deshecho, la tematización del ataque y la represión sobre los cuerpos, la desarticulación y ruptura del marco, el arte automatizado y deshumanizado, realizado por brazos mecánicos... todo esto puede verse en pinturas, esculturas, fotografías, instalaciones, objetos y videos que forman parte de la colección de la Galería Nacional, con la autoría de artistas que van desde Andy Warhol a Joseph Beuys, pasando por Rebecca Horn, Barnett Newman, Gerhard Richter, Jeff Wall, Andreas Gursky, Wolfang Tillmans y Anselm Kiefer.

La retrospectiva del influyente K. O. Götz (nacido en 1914) incluye numerosas pinturas de gran formato y también bocetos de pequeña factura. Una amplia mirada panorámica a lo largo de ocho décadas de una producción generalmente asociada con el informalismo, pero que también pasó por el surrealismo, entre otras tendencias. Desde sus potentes imágenes de explosiones abstractas hasta sus ideografías, se puede ver cómo el artista siempre ha buscado expandir la forma a través del abstraccionismo, sin perder una fuerte marca poética. Aquí se muestra el itinerario de un pintor libre, que fue prohibido durante el nazismo y luego reivindicado como maestro por quienes hoy son consagrados artistas de las generaciones que lo sucedieron, como Sigmar Polke o Gerhard Richter, por ejemplo. Aquí también puede apreciarse que en la serialidad de esta retrospectiva la obra de Götz encuentra su sentido más cabal, porque el trabajo seriado conforma uno de sus procedimientos artísticos.

La muestra más importante es sin dudas la que se lleva a cabo en la ampliación de la Hamburger Bahnhof, Wall Works, que en este caso podría traducirse como “Obras murales”, lo cual sería más preciso aquí que “obras de pared”, no sólo por el gran formato de cada pieza, sino por la implicancia metafórica que supone la alusión a un “muro” en la historia de esta ciudad.

La exhibición, curada por Gabriele Knapstein con la asistencia de Uta Caspary, reúne obras de treinta y cinco pesos pesados del arte internacional: Ross Bleckner, Daniel Buren, Katharina Grosse, Mona Hatoum, Donald Judd, Joseph Kosuth, Jannis Kounellis, Sherrie Levine, Sol LeWitt, Gordon Matta-Clark, Sarah Morris, Matt Mullican, Bruce Nauman, Antonio Paucar, Michelangelo Pistoletto, Dieter Roth, Rosemarie Trockel, Nasan Tur y Franz West, entre otros.

Wall Works presenta un panorama de la obra mural de grandes artistas, en donde se conjugan la superficie, el espacio y el punto de vista arquitectónico.

Buena parte de las obras aquí exhibidas se basan en diseños adaptados al espacio de las gigantescas salas del museo y en algunos casos los artistas realizaron especialmente las obras para esta ocasión. Hay instalaciones pictóricas y dibujísticas, objetos escultóricos de pared, grandes instalaciones y videoarte. En cada caso resulta clave la relación con el espacio específico así como con el contexto de exhibición y de las obras adyacentes, con lo cual se construye un diálogo que avanza en el tiempo y el espacio a través del largo recorrido de la muestra.

Las distintas tendencias y técnicas que a modo de referencia se pueden reconocer son el minimalismo, el arte conceptual, el muralismo pictórico (pintura sobre pared) y las telas de gran formato; citas del arte urbano y el graffiti, entre otras.

Una mención aparte merece la obra más extraña y de mayor envergadura que se exhibe en esta exposición: se trata de la Escultura de jardín, una gigantesca obra acumulativa de cuarenta metros de largo que a su autor le llevó treinta años de realización. El padre de la criatura es el artista suizo Dieter Roth (1930-1998), de quien el Museo de Arte Moderno de Nueva York realizó una gran retrospectiva hace una década. Fue autor de libros de artistas, dibujante, escultor, pintor, escritor y poeta.

Aquí se presenta esta instalación mayor, realizada en colaboración con su hijo Björn, que consiste en una obra en cambio permanente, comenzada en 1968 y “terminada” treinta años después. Aquí hay una estructura de acumulación ensamblada de objetos diversos (bibliotecas, collages, agua de lluvia, conejeras, imágenes de liebres, plantas, collages, televisores, etc, etc.) e incluso un taller completo, que es parte de la obra a su vez usada para montar y desmontar la Escultura de jardín: una conjunción de vida y obra, que para Roth siempre fueron completamente inseparables.

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Vista parcial de la instalación de Dieter Roth.
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